¨Primera Parte¨
La obsesión puede consumir cualquier alma.
Cuando lo vi por primera vez Estaba excitada y realmente inquieta por la oscuridad que lo rodeaba, tanto que la curiosidad me estaba matando y me adentre en su mundo, en un mundo que todos ignoramos, pero que quería ver.
—Elizabeth—me llamo Amanda con los ojos abiertos— ¿Otra vez en otro mundo?
—No, solo estaba pensando en algo—me miro de lado, seria.
—Elizabeth, deja de acosar al chico de historia.
—No lo acoso, es solo que me trae una curiosidad y una intriga investigar sobre él, además puede que sea un vampiro—me miro sorprendida.
— ¡Oye ya pára con eso! Elizabeth estás perdiendo la cabeza, no puede ser un vampiro, entiendo que cuando tenías quince años fuiste atacada por un animal y tu familia murió, pero eso no quiere decir que sea un vampiro.
—Amanda. Créeme, se lo que vi y eso no era un animal, era una persona y cuando veo siento esa misma sensación de inquietud y de miedo como hace seis años.
—Mira, entiendo que te guste este rollo de los vampiros, pero no son reales, son fantasía, nada más que eso ¡fantasía! De un lunático que no tenía nada que hacer cuando los creo y con mucha imaginación debo decir—hice pucheros cuando dijo eso—Consíguete un lindo hombre y se feliz...ya deja eso en el pasado, los vampiros ¡No existen! — Lo vi entrar por aquella puerta, con su cabello oscuro, ojos azules, mentón y nariz esculpida por los dioses, era guapo, pero solitario. Ninguna persona le hablaba y sus notas eran las peores de la universidad, no le importaba en absoluto su educación. Tenía algo que me atraía y otras cosas que me asustaban realmente sobre la forma en que miraba a veces. Sus ojos fueron hacia mí y sonrió, como si hubiera escuchado lo que decía Amanda. Se sentó en el asiento arriba del mío.
—Si tanto te interesa no merodees como una sombra, solo háblale y a lo mejor te das cuenta que solo es solitario. Por otro lado, no me gustaría que salieras con él escuche de unas chicas que tiende a ser mujeriego, asi que déjalo.
Termine mi primera clase y camine hacia el estacionamiento en donde estaba mi camioneta de color gris, un modelo viejo debo decir, pero que siempre me llevaba a mi departamento, vivía en una pequeña cuidad de Suecia, era tranquila y no había muchas cosas que hacer, solo un pequeño cinema con películas ochenteras, un parque de diversiones a las afueras, unos cuantos museos históricos, una biblioteca y casas de época, me parecía un lugar tranquilo para vivir, pero realmente gris por las constantes lluvias y la humedad, que hacían de este lugar un aburrimiento.
Subí al segundo piso de la adoquinada residencia en donde vivía, era pequeño mi departamento. Solo tenía un salón grande con una cocina y una habitación con y con un baño, la casa de mis padres fue vendida cuando murieron y mi tío Rick se encarga de las finanzas de mi vida desde entonces, camine hacia mi habitación en donde tenía toda la investigación que había hecho del chico misterioso. No tenía mucho sobre el solo algunas cosas que pude sacar en la oficina de administración y algunos lugares que frecuentaba y no me atrevía si quiera a poner un pie en ellos porque los lunes iba a un bar y los demás días en la tarde hasta probablemente un poco más de la madrugada iba a una disco, no cualquiera, era para gente rica, por lo que imaginaba que era un hombre adinerado, pero lo más extraño es que solo podía entrar cierto tipo de personas. Tome las fotos que tenía pegadas en la pared y mire con una lupa las personas en ella, eran los clientes de aquel lugar y me lleve la sorpresa de que todos entregaban una invitación de color negro cada vez que entraban. Por lo general el lugar estaba cerrado en el día, la policía no se atrevía a acercarse porque los sobornos solucionarían las sospechas de cualquier cosa y esta noche me colaría en aquel lugar, pero si me descubrían, sería un problema.
Tome mi móvil ya que estaba sonando. Amanda me llamaba, seguramente discutiría lo de historia, pero ahora estaba en medio de un plan—Amanda ahora no puedo hablar estoy...
—En medio de un plan para descubrir al asesino de mis padres, vamos Elizabeth no puede ser enserio...Ahora solo para saber que no harás nada estúpido ¿Qué vas a hacer para descubrir al vampiro?
—Bien pues el frecuenta este lugar exclusivo, ya sabes antes de tomar la vía para salir de la ciudad.
— ¿Ese lugar no es exclusivo? ya te hable sobre eso, no te metas con esas personas, dicen que es peligroso y no quiero que vallas.
—Sabes que iré aunque me digas que no. Esas palabras alimentan más mi curiosidad.
—Ten cuidado Elizabeth, por favor llámame en cuanto salgas del lugar ¿sí?
—Lo hare—colgué.
Me había puesto un vestido de color negro y maquillado mi rostro como esas mujeres, los tacones me incomodaban pero quería investigar más y encontrar la verdad sobre lo que sucedió con mis padres. Camine hasta la entrada y vi llegar a un hombre con varias mujeres detrás de él "perfecto" me coloque detrás de una de ellas y empecé a reír igual que ellas y entonces cuando iba a pasar rece para que no me descubrieran. El hombre me detuvo antes de pasar y estaba helada su mano—Asi que intentas colarte dulzura—era demasiado bueno para ser verdad y entonces al retroceder sentí unas manos que se pusieron sobre mis hombros.
—Viene conmigo. Elizabeth te dije que no entraras primero que yo—me gire y vi esos ojos azules, era...era...no podía ser verdad. Me tomo de la muñeca y me recorrió un escalofrió cuando lo hizo. Entramos por un pasillo de paredes negras que estaban iluminadas por unas luces tenues. Nos detuvimos frente a otro hombre vestido de negro y sonrió al ver a Steven, si ese era su nombre y me causaba escalofríos de solo pensarlo.
—Señor Estuardo—abrio la puerta y me sorprendí al ver un cuarto oscuro, parecía ser un cielo falso, era pequeño, pero tenía un sofá de cuero negro, una mesa de centro, había un bar privado, estaba sorprendida por lo moderna que era la habitación, con un suelo de madera, brillante. La luz provenía de luces tenues, era cálida y un piano sonaba de fondo.
— ¿Qué haces aquí? —Su voz era ronca y seductora.
—Yo...—no podía saber que lo acosaba, levanto una ceja.
— ¿Yo?
—Vine porque me causaba curiosidad este lugar.
—Eres una mentirosa y te conozco lo bastante bien para saberlo.
—La verdad es que creo que eres un vampiro y nadie me cree, pero eres muy extraño, te eh estado investigando desde hace tiempo—le dije seria, a la defensiva. Al escuchar eso, sus ojos cambiaron y una sonrisa malévola salió de sus labios, seguida por una risa que me causo un profundo miedo.
—Nadie va a creerte tal cosa—yo desvié la mirada, estaba avergonzada.
—Sí, tienes razón—respire hondo—pero no lo has negado asi que puede ser cierto. Si me disculpas me voy—Tenía miedo de lo que podía pasar, intente pasar por su lado hacia la salida. Me detuvo, jalándome del brazo y luego me tomo del mentón.
—Sabes demasiado—sonrió—No puedo dejarte ir Elizabeth—Era cierto, ahora que me percataba ¿Cómo era que sabía mi nombre?
— ¿Cómo sabes mi nombre?
—Porque fui yo quien mato a tus padres y te dejo la marca de la oscuridad, la marca que te hace mía—Removió mi cabello rojizo y con la yema de su dedo índice y anular acaricio de arriba a abajo la cicatriz de mi cuello.
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Espero les gustara :) Es una de mis nuevas novelas.
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Reina Oscura (+16) Disponible en Novelame
VampirTenía dieciocho años cuando fui coronada reina de la oscuridad. Reina de todas las criaturas de la noche, del pecado y la lujuria. Ame con pasión perdidamente a aquel hombre, peligroso. Derrame sangre pecadora e inocente y traicione a prácticamente...