Capitulo 2:
Sentí como su boca se acercó a mi garganta, lentamente un dolor constante empezó a aparecer. Un grito salió de mis labios y lágrimas se deslizaron por mis mejillas, desbordándose en mi mentón. Mis parpados se cerraron y un frio se esparció dentro de mí, apoderándose de todo mi ser. Caí al suelo, viendo como todo empezaba a dar vueltas todo mí alrededor. Mis dedos temblaron y tuve la sensación de que mis huesos se partían, emití un gemido porque el aire me faltaba, cada articulación se endureció y mi cuerpo recupero el aliento, pero era pesada cada bocanada de aire. Recubierta por el sudor y retorciéndome intente levantarme, sin ninguna respuesta de mi cuerpo, simplemente deje que el dolor me recubriera; apretando los dientes y cerrando los ojos en su propio acorde. Luego no sentí la necesidad de respirar y lleve mi mano a mi garganta; donde era carcomida por el ardor, para después bajar mi mano a mi pecho. Cuando mis palpitaciones se aceleraron a tal punto en que este colapsara. Mi corazón fue azotado por un golpe, haciendo como resultado que abriera los ojos de golpe; viendo todo más claro, vivido y sorprendente. Apoye mis manos en el suelo y cuando lo hice, observe como las tablas comenzaron a agrietarse. Retire mis manos rápidamente y vi como mis uñas habían crecido—Has despertado—Levante la vista y estaba sentado mirándome, bebiendo de una copa. Tuve la sensación de tener en mi boca aquel sabor dulce. Me di cuenta de que algo no estaba bien conmigo.
— ¡¿QUÉ ME HICISTE?!— Le grite con todas mis fuerzas. Él simplemente sonrió.
—Ahora eres un vampiro— Sentí como todo mi mundo se derrumbaba en aquel instante. El pánico me invadió por completo y el recuerdo de mis padres se hizo presente en mi cabeza.
Estaba tan sumida en mis propios pensamientos que no había notado cuando el monstruo que me hizo esto, se arrodillo frente a mí—No te preocupes querida—dijo con ironía. Una sonrisa maliciosa se fue formando en fue formando en su rostro— Ahora eres vampiro, alégrate.
Lo mire con todo el odio que mis ojos podían transmitir— ¿Cómo podría alegrarme de ser un monstruo...ser como tú?
—Tengo dos opciones para ti—tomo un mechón de mi cabello y lo deslizo por sus largos dedos— Puedes aceptar que ya no eres humana y vivir para mi obedeciéndome como tu creador—sus ojos azul zafiro me miraron intensamente y tuve que apartar mis ojos de los suyos.
— ¿La otra opción?
—Puedes negarte a ser mía y aun asi te llevare conmigo...solo que a diferencia de la primera opción, tendré que amansarte— ¿Amansarme? ¿Qué planea hacer conmigo? — ¿Entonces? —Inquirió — ¿Qué elegirás? Tu tiempo se agota y la verdad, no soy paciente.
—Yo jamás podría hacer algo como eso...yo no soportaría verte, sabiendo que mataste a mis padres.
—Pero veras, cariño, no tienes ninguna otra opción.
—Entonces ¿Por qué me has puesto a elegir? —pregunte con incredulidad.
—Quería que por lo menos creyeras que tenías algún decir en esto—Se encogió de hombros —Bien—se levantó y yo me arrodille en el suelo, mirando cada uno de sus movimientos. Me extendió su manos y dude por un momento de tomarla, pero después lo hice. Me ayudo a levantarme y después sonrió—Mi nombre es Nathaniel Huntel y soy rey de todos los vampiros—trague saliva y pensé en que jamás debí de venir aquí.
— ¿Por qué has usado un nombre falso? —Dije recordando los archivos que había tomado de la oficina.
—No quiero que nadie de aquí me descubra, no deseo investigadores en mi edificio preguntándome sobre tu desaparición.
— ¿Por qué yo? —no entendía porque tenía que ser yo, ya que él podía tener a la mujer que quisiera y yo era una más del montón—Debes de tener una buena razón para hacerme esto.
—Desde el momento en que te vi, me di cuenta de que eras diferente...por eso es que no te mate. Te observe durante años para asegurarme de que eras la indicada para ser mi reina; la líder de la oscuridad y quien sería mi mano derecha —No pude contener las lágrimas. No volvería ver a mis amigos, no volvería a estar con mis seres queridos...solo por una estúpida decisión de venir aquí. No sabía lo que sucedería y quería ser de nuevo humana. Me miro de lado e intento limpiar mis lágrimas pero retrocedí cuando su mano iba a tocarme—Pronto para ti complacerme, será lo único que desearas, tu único propósito—rio con maldad y vi en la barra un cuchillo. Lo tome rápidamente y con todas mis fuerzas lo lleve a su pecho, pero entonces algo me detuvo. Intente clavárselo, pero sentía una fuerza que no me dejaba tocarlo, como si lo repeliera—No puedes matar a tu creador. Es un pequeño regalo de la naturaleza, ya que somos muy impulsivos—suspiro—Pero eso no quiere decir que yo no pueda matarte—Tomo mi muñeca y me hizo girar sobre mi propio eje, tomo el cuchillo y lo puso en mi cuello—No olvides que soy tu creador y me debes obedecer en todo lo que te pida—Trague saliva.
— ¿Qué harás conmigo? —Me soltó y puso el cuchillo sobre la mesa. Acaricie mi cuello.
—Primero voy a deshacerme de esa apariencia tan horrorosa—me enoje ¿horrorosa? Como se atrevía a decirme eso —Eres demasiado hermosa como para vestirte de esa forma—Camino hacia una puerta de color negro que había detrás del sofá y la abrio. Extendió su mano para que pasara y lo hice. Había una cama, algunos cuadros repartidos en la habitación. Una estantería, un escritorio color caoba y la habitación no poseía ninguna ventana. Camino hacia otra puerta y la abrio, encendió la luz y observe que era un baño, de baldosas blancas. Escuche el sonido del agua y me di cuenta de que estaba llenando lo bañera. Se dirigió rápidamente hacia mí y empezó a bajar mi vestido. Yo intente cubrirme y él me lo impidió—Date la vuelta—dijo con tono autoritario y lo hice sin siquiera pensarlo. Desabrocho mi sostén y luego lo bajo lentamente por mis brazos. Me giro de nuevo y cubrí mi pecho con mis manos. El vestido cayó en mis pies y me moví para quedar fuera de este. Me sentía indignada e incómoda de tener su mirada sobre mí.
En cuanto cerró la puerta, me mire en el espejo y me di cuenta de que estaba solo un poco más blanca de lo normal y mi cabello estaba mucho más rojo de lo normal. Me sumergí en la bañera y cerré los ojos. Pensé en todo esto, lo rápido en que había sido; esperando despertar pronto de esta pesadilla, pero me estaba convenciendo de que era real.
Tome el valor de abrir la puerta del baño. La abrí de un tirón y él no se encontraba en la habitación, en su lugar había un vestido sobre la cama, unos zapatos y ropa interior limpia.
El vestido era de color azul oscuro. Se adhería a mi piel y en mis muslos este se holgaba hasta mis tobillos. Me coloque los tacones de color negro y peine mi cabello y me puse los pendientes de oro que había sobre el tocador. Esto era ridículo, solo me vestía de esta forma porque ya no estaba mi ropa.
La puerta se abrio y mi mirada se dirigió a sus deslumbrantes ojos que me miraban con deseo —Me gusta—me levante del tocador—Ven quiero que vengas conmigo—caminaba a su lado, me había obligado a tomarlo de gancho. Salimos de la habitación y me condujo por aquel pasillo, escuche el ruido de la música y un hombre abrió una puerta. Nathaniel me condujo por el lugar y sentí la mirada de las personas sobre mí. Una satisfacción al saber que me miraban apareció y eso empezaba a asustarme, porque una parte de mi oculta, le agradaba.
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Espero que este nuevo proyecto les valla a gustar y poder subir un poco mas rápido.
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Reina Oscura (+16) Disponible en Novelame
VampiroTenía dieciocho años cuando fui coronada reina de la oscuridad. Reina de todas las criaturas de la noche, del pecado y la lujuria. Ame con pasión perdidamente a aquel hombre, peligroso. Derrame sangre pecadora e inocente y traicione a prácticamente...