Ya me voy

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Capituló 26

|PDV ____|:

•6 Meses Después•

Di un brinco cuando sentí un grito llamándome proveniente de la barra. Asentí hacia mi jefe y después deje los platillos en la mesa a la familia que yo atendía en mi área. ¿Ahora qué sería?

Girando sobre mis talones, camine directamente hacia la oficina de mi jefe, mas bien el hijo del verdadero jefe, y toque la puerta. El acomodaba un papeleo con algo de rapidez, parecía tener mucha prisa.

-¿Me hablaste, Joey?-le pregunte cuando el me dejo pasar.

A pesar de ser mi jefe, Joey Gibson era un chico bastante guapo y joven. Tes bronceada, rostro atractivo y siempre se mantenía en forma. Estudiaba conmigo en la universidad, pero hablábamos muy poco. Yo diría que tan solo para cosas del trabajo, como ahora.

-Si. Discúlpame, pero tengo un compromiso con la familia, ¿tú crees que podrías cerrar esta noche?

<<Uf, si, genial>>

Abrí los ojos un poco sorprendida, pero me encogí de hombros dejando caer mis brazos con pesadez.

-Creo que si.

-Te lo agradezco-me sonrió mientras tomaba su saco color negro. Esta vez el clima en la ciudad de Los Ángeles no era caluroso. Estaba lloviendo y hacia algo de frío.

-No hay de que-conteste cuando el me entrego las llaves y pasó a un lado mío para irse por el largo pasillo.

-¡Cierra mi oficina por favor!-gritó a lo lejos. Asentí y cerré su oficina como el me lo había dicho.

-¿Ya te dijo que le hicieras mamadas secretas?-preguntó Sandra, ella era la chica mas vulgar del restaurante. Se la pasaba coqueteando con todos los hombres y chicos mayores de 15.

Fruncí el ceño y la mire con extrañes.

-No por supuesto que no.

Escuche una risa de su parte. Y fue entonces cuando me aleje de ella al escuchar como alguien tocaba la campanilla del mostrador con locura.

-¿En que le puedo...¡Mierda, Paola!-susurre lo ultimo riendo al verla con lentes redondos y pequeños color negro. Note que traía la correa de Max en la mano, no pude evitar reír cuando vi un chaleco de lazarillo en este-¿Ahora eres ciega?

-Es la única manera de que dejen entrar al perro a este lugar-me sonrió sentándose en uno de los banquitos que había en la barra.

-¿No trabajabas?

-Si-respondió-Estoy en un refugio de perros por las mañanas cuando no tengo clases y en la tarde trabajo en una veterinaria.-mi mejor amiga tomo una pajilla y empezó a jugar con la envoltura.

-¿Y por qué dos trabajos?

-Oye oye-me "regaño"-tengo dos bocas que alimentar, El Niño no puede quedarse solo en casa.

Reí y agache la vista hacia Max.

-Hola niño-este solo movió la cola de un lado a otro al verme, quería ir con el y abrazarlo o algo por el estilo pero, estaba trabajando.-Y por cierto, escogiste dos trabajos. ¿Donde estará él?-señale al perro.

-Como lo ves, los dos trabajos son de perros. Me dejan estar con el.

-Oh.

-Mhm, y por cierto, ya que trabajo mas que tu. Esta ciega esta cansada de tanto trabajar hoy--

-¿Quieres una Malteada de chocolate, verdad?

-¡Si!-gritó aplaudiendo una vez-por favor, y te amare mas que nunca.

Cruel ➳ DO'B©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora