Nada más insoportable (HiJack)

Escrúpulos

El día siguiente, Hipo tenía presente lo que había sido la actitud de Jackson con él. Parecía que además de no agradarle en absoluto, le parecía tedioso. Más bien, molesto. Podría incluso odiarlo. Pero aun no entendía como  se puede odiar a una persona en cuestión de minutos. Ni siquiera se conocían más que por Tiana. 

Y si, tal vez, pudiera ser...¿Jackson sentía algo por Tiana, y pensaba que ella e Hipo se traían algo más? ¿Conocería a Aster? Tendría que, si es que él verdaderamente había asistido a todas las clases del taller. 

Hipo decidió olvidarse del asunto, al menos un rato, ya que quería despejar su mente para recibir a Jackson. Pero no descartó la posibilidad de que probablemente Jack tenía celos de la relación que llevaba con Tiana, y aunque no tuvieran nada, era eso lo que Jackson le había dado a entender. 

Eran las doce, y Tiana e Hipo esperaban a Jackson en la salida de un parque no muy grande de aspecto antiguo y reconfortante en el volkswagen. El parque era pequeño pero se decía que grandes cosas pasaban ahí diariamente. Incluso, se llegó la leyenda urbana de que una heroína de hacía muchos siglos había transformado a su madre en un oso justo en donde estaba la fuente, y en ese mismo lugar la había vuelto humana otra vez. Hipo era algo escéptico para aquellas anécdotas pero le gustaba transportar un poco su imaginación al escucharlas diariamente. 

Tiana hablaba por celular mientras Hipo miraba alrededor buscando algún rastro del albino. Al parecer, por lo que escuchaba,  se había perdido o se había distraído con algo. 

Fue en un momento en el que había llegado ya muy tarde y corría con sus cosas, cuando Hipo notó que ya faltaban solo quince minutos para que diera la una de la tarde. 

-¡Tiana! ¡Han puesto ya el parkour!- dijo, tenía una sonrisa en el rostro que mezclaba estupefacción y emoción, y a Hipo le dio la divertida sensación de que parecía un niño cuando ya le han dado su regalo de cumpleaños. 

-Si Jack.- respondió Tiana, en un tono un tanto maternal.- También creo que has perdido un poco la noción del tiempo ¿Qué haremos contigo? 

Jackson no había entendido cuando miró el reloj en su muñeca. Que por cierto, estaba dibujado. 

Tiana le miró incrédula mientras Hipo solo aguantaba la risa: 

-Probablemente mi reloj se averió otra vez. 

Tiana posó una mano sobre su frente sin poder creerse lo que estaba ocurriendo, mientras Hipo solo reía a carcajadas. Fue entonces cuando Jackson lo vio por detrás de Tiana, entre nervioso y molesto.

-Tiana...¿Él estará con nosotros?- preguntó, señalando a un muy incómodo castaño.  Hipo no podía creérselo. 

¿De verdad haría un alarde por que solo iba a llevarlos? ¿Acaso tenía cinco años?

Hipo empezaba a pensar que Tiana se había familiarizado con un niño en la época de la pubertad. 

-Él vive conmigo.- Se excusó Tiana, llevando el control de la situación.- Jack, Hipo no te ha hecho absolutamente nada. Ni siquiera le conoces. 

-No pensaba hacerlo. 

De nuevo, la situación se tornaba incómoda, pero antes de cualquier silencio Jack entró sin alardes al auto. Observó desde dentro el volkswagen con cierto asombro, observando que a pesar de ser viejo estaba perfectamente cuidado.  En cualquier parte en la que se le mirara, el polvo se hacía ausente de manera que no había rastro de moho, como generalmente estaba en ese tipo de autos.