Ella entro a la habitación, donde había una cama en medio con sábanas negras de seda y blancas de algodón. En el fondo una puerta y solo tenía candelabros en las paredes así como una ventana y un pequeño armario.
Una vez dentro Snape saco un bata de su armario y con su varita le cambió la textura, se la extendió a la joven.
-en esa puerta está el baño, quítate el uniforme, quédate en ropa interio y ponte la bata. Dijo él
-ella toma la bata y entro al baño, se despojo de su uniforme y se vio delante del pequeño espejo del baño. Se colocó la bata y salió. Una vez fuera vio a Snape sin su levita, despojandose de su chaleco color negro.
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-bien siéntate, te diré lo que harás y deberás seguir al pie de la letra lo que diga. Seré amable para no lastimarte.
-la joven asintió.
Snape se quitó la camisa que cubria la parte superior de su cuerpo, dejando que la joven observará su espalda, tenía algunas cicatrices y solo por un segundo se sintió extrañado. Pues con las otras mujeres siempre había está parcialmente vestido. Cuando volteo vio los ojos de la joven, con un brillo singular al verlo era como si la joven observará algo hermoso. Desabotono su pantalón, aún observando aquellos ojos café claro con tonalidades verdosas. Quería reprimir lo que pensaba pero la frase salió de su boca. -te gusta lo que ves.
-la joven asintió. Puedo levantarme?
-si respondió él extrañado.
La joven se acercó y miraba su torso, era como si ella examinara algo sumamente valioso. Snape sintió algo extraño.
-me gusta su cuerpo profesor, puedo tocarlo? Volvió a cuestionar. Snape solo asintió. Ella puso sus manos en su torso acariciando de forma suave, tocó las cicatrices en su cuerpo como si deseara curarlo de todos los males. Las manos de la joven eran delicadas, suaves. Ella continuo haciendo que Snape sintiera algunos espasmos, nunca lo habían mirado así.
-bien ahora dijo alejándose de la joven y sentándose en la cama, retira la bata dijo serio.
-la joven comenzó a deshacerse el nudo que hacia que la bata estuviera cerrada ante la atenta mirada del hombre. Y poco a poco la fue retirando dejando al descubierto que Ella era no era muy alta pero sus piernas eran largas, era delgada pero con curvas y tenía un tamaño estándar en el busto. Snape no pudo evitar lamer sus propios labios al ver a la joven. Le extendió la mano y la jalo no tan fuerte, para que subira en sus piernas. La joven pudo sentir la dureza y firmeza del hombre tan cerca de sus glúteos y aún más de aquella zona, la joven lo rodeo con sus brazos y lo miro directo a los ojos.
Snape no pudo resistir más y la beso, jamás pensó que un beso le haría sentirse tan bien. La joven acaricio su cuello y su cabello, bajo levemente a su espalda alta y acaricio con sus dedos algo que le causo cosquillas con espasmos a Snape.
