My Little Dream ⁞ MiChaeng

Capítulo 18 ☆彡

— ¿Minari? — Chaeyoung contestó al otro lado de la línea.

— ¿Chaeyoung-ah, estás ocupada? — se mordió el labio, nerviosa. Había preparado todo para la menor. ¿Que tan injusta sería la vida para que justamente hoy la menor estuviera ocupada?

— No, unnie. ¿Tu que haces? ¿Ya le pediste a Nayeon que sea tu novia? — Mina pudo escuchar como la voz de Chaeyoung se tornaba un poco triste al momento de nombrar a la coreana mayor.

— No exactamente. Estoy algo ocupada, ¿no podrías venir a ayudarme con la decoración? Quisiera que todo saliera perfecto — Mina odió pedirle eso a la menor, sabría que Chaeyoung estaría más triste por lo pedido pero como la menor era de buen corazón, aceptaría sin duda.

— Mmm...Claro, Mina. Me visto y estaré allí en unos minutos — ya no era "unnie", era Mina.

Chaeyoung solo la llamaba así cuando estaba triste o molesta con la mayor.

— Muchas gracias, Chaeng — no hubo respuesta por parte de la menor, ya que había colgado antes.

Mina solo estuvo dando vueltas alrededor de su patio, intentado calmar sus nervios.

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— ¿Mina unnie? Ya llegué — la puerta principal estaba abierta, lo cual, era bastante raro y aterrador. ¿Que tal si habian entrado a robar a la casa de su unnie? O mucho peor...

Chaeyoung siguió caminando. En las paredes pudo visualizar cosas colgadas, como globos en forma de corazón, mensajes bonitos y esas cosas. Lamentablemente todo era para Nayeon...

— ¿Unnie...? — Chaeyoung se quedó con las palabras en la boca cuando vio a Mina en el patio, con todo ya decorado. ¿Entonces para qué le había pedido ir? — ¿Por qué me llamaste si ya habías decorado?

Mina rió, a veces Chaeyoung era muy lenta como para comprender las cosas.

— ¿No entendiste, no? — Chaeyoung aún más confundida que antes, negó. — Ven, párate aqui preciosa — Mina agarró la mano de la coreana y la guió hasta el centro del patio.

Mina respiró antes, sería un largo discurso y no quería equivocarse.

— Ambas nos conocemos hace años, lo cual me hace muy feliz y estoy muy agradecida de tenerte en mi vida, Chaeng. Tú eres la luz de mis días y la compañía de las mayoría de mis noches. Siempre te he querido con todo mi corazón y ahora que ambas crecimos me he dado cuenta que no solo te quiero, yo te amo. De verdad que lo hago. Te amo por quien eres. La niña feliz y amante de las fresas. La misma que sería capaz de regalarme solo por comer la última fresa del mundo — Chaeyoung rió ligeramente. — Pero te amo así, loca o no por las fresas. Me encantas de pies a cabeza, no hay cosa de ti que no ame, Chaeyoung. A lo que quiero llegar es que te quiero a mi lado siempre, en este y todos los universos que existan. Me gustas, Chaeng, siempre me has gustado. Decidí dejarlo en secreto hasta este momento. Aunque sabía después de todo este tiempo que eras la indicada para mí, aunque tú no lo creas, fuiste hecha a la medida para mí. Tú eres lo único que podría pedir en mi vida, siempre has sido tú, y créeme que jamás sería capaz de cambiarte. Si has creído que Nayeon es quien me gusta estás mal, porque es a ti a quien amo con todas mis fuerzas. Si no te has dado cuenta en la manera que te miro y te doy indirectas, deberías ir a revisarte la vista.
Espero que hayas tenido al menos algunos indicios de que me gustabas. Las veces en las que te tomaba la mano, te abrazaba, te hacía caricias, me quedaba a dormir contigo, te cargaba en brazos, y en especial, las veces que me pedías besarte y aceptaba. Te he amado desde siempre y pienso morir amándote. No hay persona quien no caiga por ti, solo mírate, eres preciosa, en todos los sentidos — suspiró Mina, por fin había llegado al final. — Estoy profundamente enamorada de ti, Son — finalizó.

Lo único que escuchaba Mina, era como la menor evitaba que el sollozo saliera a flote.

— ¿De verdad te gusto? — Chaeyoung seco las lágrimas que acababan de caer.

— ¿Acaso no has escuchado, preciosa? — bromeó. — ¡Si, me gustas! ¡Me encantas! — dijo con emoción, abrazando mientras que al mismo tiempo la cargaba.

Chaeyoung escondió su cabeza el costado del cuello de la mayor.

— Te amo mucho, Mina unnie. Tu también me gustas, desde que te conocí por primera vez quedé encantada contigo, fue como si me hubieras hecho un hechizo. Todo el día pienso en ti, deseo verte todo el tiempo y que siempre me hagas caricias como siempre lo haces — susurró al oído de la mayor mientras lloraba. — No sabes cuánto deseaba escucharte decir eso. Cuando dijiste que te gustaba Nayeon me sentí pésimo, sentí como mi corazón se partía en dos. Pensé que nunca te fijarías en mí...— Mina acarició la espalda de la menor.

— Lo siento mucho, mi amor, no era mi intención hacerte daño de esa forma — Mina dejó esas palabras para que dieran el efecto que necesitaban en la coreana. — Espero que con lo que te dije sepas que solo tengo ojos para ti.

Chaeyoung detuvo su llanto un momento, captando lo que había dicho Mina recién.

— ¿Me dijiste "mi amor"? — los ojos de la menor se iluminaron.

— Claro. Porque ahora eres mi novia, ¿o no lo eres?

Chaeyoung en un rápido movimiento tiro de la nuca de Mina, uniendo ambas bocas. El beso fue suave y amoroso, pudiendo transmitir todo el amor y aprecio que sentían una por la otra.

— ¡Tu si que no pierdes tiempo! — la molesto Mina.

— No juzgues, quería hacerlo hace mucho tiempo — puchereo Chaeyoung.

— Ahora puedes hacerlo todo el tiempo, y ten por seguro que no me molestaré — sonrió con ternura.

— ¡Desearía pegarte por hacerme llorar ayer!¿Cómo pudiste pedirme que viniera a tu casa especialmente por Nayeon? Se escuchó todo muy real...— puchereo la menor, ahora mirando a Mina.

— Lo siento preciosa, pero ya tenía todo planeado.

— Está bien...— se apegó más al cuerpo de Mina.
— Pero ya se con que castigarte — rió bajito.

— Chaeyoung...— algo tramaba la menor.

— No besos por una semana — Mina abrió los ojos como plato, ese era el peor castigo que le podían dar. — Claro, junto al castigo de Somi y de mi mamá, que juraron ajustar cuentas contigo. Será mejor que te escondas, Somi es muy...agresiva y mi mamá solo te dirá algunas cosas y ya.

— ¡Chaeyoung! — pico los costados de la menor.
— ¡Tú me darás mis besos y también hablarás con Somi! No quiero terminar en el hospital...¡Con tu mamá me aguanto el regaño!

— Uh, no lo sé Minari — Chaeyoung se bajó de Mina. — ¡Creo que tendrás que arreglártelas por tu cuenta! — sin mas, Chaeyoung salió corriendo del patio, huir podría ser buena opción, de todos modos la mayor merecía un regaño.

— ¡Son! — gritó la mayor, persiguiendo a esta.