Shoto Todoroki.

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Shoto es un hombre muy inusual... No solías conocer personas como él a menudo, de hecho, no habías conocido a nadie como él antes.

Se habían mudado juntos luego de haber cumplido un año de relación, les pareció lindo regalarse a ambos un hogar para compartir, después de todo, se conocían de tantos años que ya sabían como convivir.

El siempre inexpresivo pero tierno shoto aún seguía despertando tu curiosidad.

Tiene 23 años pero sigue deteniendose en la calle cada vez que ve a un animal y estos se frotan contra sus piernas como si se conocieran de toda la vida, a demás, su sonrisa era extrañamente adorable, aunque no la mostrara muchas veces; seguía disfrutando sus fideos como si siempre fuera la primera vez que los probara y aunque parezca que es una persona muy abierta seguía mostrando su inexplicablemente seria mirada.

Suponías que simplemente era un hombre extraño, pero extraño lindo.

Hasta parecía inocente.

O eso es lo que pensabas...

— ¿Q-qué? ¡No puedes estar así otra vez!— él sonrió levemente y acarició tu rostro con una mano, siguiendo la línea de tu mandíbula.

— ¿por qué no? Me gustas... Te gusto... Es suficiente, simplemente me haces sentir estas cosas.

¡¿Cómo podía decir eso con ese rostro tan serio?!

Se acercó a tu cuello y besó suavemente, ascendiendo en vez de descender, mientras que sus manos explotaban tu cuerpo con cuidado y deseo; sus besos llegaron a tus mejillas y para cuando lo notaste, su respiración caliente ya estaba soplando en tu oído mientras te mordía el lóbulo suavemente.

— No sabes cuanto me encantas... — susurró y acarició suavemente tu abdomen con sus grandes dedos, esparciendo cosquillas placenteras por todo tu cuerpo agotado.

Un suave gemido dejó tus labios, no sabias cuando habías bajado la guardia o si era culpa de las anteriores rondas de sexo, pero para el hombre fue como música para sus oídos.

Sintió aquel cosquilleo usual mientras que su miembro se endurecia cada vez más... Sentía que necesitaba aliviarse pero quería jugar más.

Bajó de tu oreja a tus mejillas, y de tus mejillas a tu cuello mientras sus manos subían bailando semsualmente sobre tu piel.

Para cuando acunó tu seno derecho entre sus grandes manos ya habías aceptado que una vez más te haría sentir que podías tocar las estrellas así que te permitiste relajarte ante su toque y dejarlo fluir....

— mhmm...— suspiraste y el levantó su mirada solo para disfrutar tu lasciva expresión.

— eso es, ¿ves qué tanto lo disfrutas? — su voz ronca llegó a tus oídos y cuando planeaste responder sus labios rodearon tu botón derecho y solo pudiste volver a suspirar.

— ¡D-Dios mio! — tomaste su cabello entre tus manos y tu espalda se arqueó casi al instante. Sus manos masagearon tu pecho y juraba qué podía sentir latir tu corazón a través de tu piel, casi como si lo estuviera tomando entre sus propios dedos.

Unos minutos más les tomó llevar los placeres a unos niveles inimaginables. Sus caricias suaves como si tocara una deidad y sus ojos fijos en los tuyos, devorandote con tan solo su mirada. Volvió a mover sus manos, marcando con sus dedos un suave camino hacia tus pliegues y cuando los encontró suspiró ante la humedad imposible de no notar y el calor tan intenso que emanabas.

— Demonios... Eres tan... — alejó sus dedos y contempló el dulce néctar que había cosechado, no tuvo que esperar más, no tuvo que pedir permiso, acercó sus dedos a sus labios y los lamió sin apartar la su mirada de tus ojos. — mierda, no sé cómo es que me haces esto... Eres tan jodidamente sexy.

Sus palabras solo fueron combustible para el fuego en tu interior. Levantaste las caderas esperando rozar sus intimidades y Shoto gimió como nunca antes, fue un sonido tan dulce y sensual que llevó esa sensación de extasis a tu vientre.
— Ya no puedo esperar más. — admitió entrando en ti con rapidez y fuerza, su miembro resbaló con facilidad entre tus jugos y echó la cabeza hacia atrás cuando escuchó como gemías y sentía como lo apretabas.

Nunca fue un hombre de muchas palabras... O de malas palabras, pero en estos momentos de sus labios no salían más que alabanzas hacia tu cuerpo y lo bien que apretabas o alguna maldición de lo jododamente bien que se sentía.

— ¡haaa, pa-para! ¡S-siento que..!

Aceleró sus embestidas y se inclinó hacia ella con los ojos entrecerrados por el placer, alguno que otro suspiro y su aliento en ti cuello mientras te mordía levemente fueron suficientes para llevar tu cuerpo al límite.

Tuviste tu tercer orgasmo esa noche, estabas agotada... Sentías espasmos y tu respiración agitada no parecía calmarse, pero el volvió a empujar aún más fuerte hasta que por fin también logró llegar.

Sus miradas que antes parecían ser ardientes y dominantes ahora eran suaves y llenas de amor, besó tu frente con cariño y te rodeó con sus brazos. — te amo... — susurro con cariño en tu oído y sonreiste por lo tierno que te parecía.

— y yo a ti. — susurraste y plantaste un suave beso en la punta de su nariz... Amabas esto, amabas pasar tiempo con él y lo bien que se sentían juntos. Volvió a observarte, ahora serio, manteniendo la mirada una vez más, y llevó sus manos a tus labios para acariciarlos con suavidad. Suspiró lentamente y se acercó nuevamente a tu oído.

— Todoroki Shoto, espero que no estés planean...

Simplemente, le calló con un beso.

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No sabía que tantas personas habían estado leyendo y votando en este libro, si siguen así haré pedidos más seguido y mejor escritos ;)

— tudesconocidofav.

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