Capítulo 38

222 32 37
                                    

La noche se sentía brillante, no sé si era por la música que estaban pasando en la radio o por Hanni.

Ya casi llegábamos a nuestro destino, lo que me ponía cada vez más nerviosa y emocionada.

—Ya casi llegamos— Avise para verla sonreír por el rabillo de mi ojo.

Aparque la camioneta de mi tía en reversa y me baje para abrirle la puerta.

—¿Dónde estamos?— Preguntó Hanni sin soltar mi mano.

Sin contestarle, acerque su cuerpo un poco a mí, tanto que sus manos llegaron a parar en mi pecho.

—Cierra tus ojos— Le pedí suavemente.

Sin dejar de verla, tome nuevamente su mano para comenzar a retroceder mientras ella avanzaba junto a mis pasos.

Una vez en el lugar perfecto, me hice detrás de su cuerpo para esta vez yo posar mis manos en sus ojos.

—¿Lista?— Susurré en su oído.

Su asentamiento de cabeza y su sonrisa fue la confirmación que yo necesitaba.

Quite lentamente mis manos para que ella pudiera ver finalmente la sorpresa.

—Minji, esto es, dios, simplemente wow— Su emoción era tan linda que comenzó a dar pequeños saltos hasta saltar encima de mí.

—¿Cómo es que eres tan linda?— La sostuve en mis brazos para esconder mi rostro en su cuello.

—No digas eso— Contesté como pude, mis orejas estaban rojas por la timidez.

—¿Por qué?— Preguntó ella con tono dulce.

—Porque aceleras mi corazón— Salí de mi escondite para verla.

Su rostro rojo y una fuerte carcajada me hizo poner los ojos en blanco.

—Tonta— Se burló de mí para bajarse de mi torso —Ven aquí— Me arrastró para sentarnos en las sillas.

Le había preparado un picnic nocturno, con una tienda de acampar con luces, mantas, almohadas y una mini colchoneta, a nuestro al frente había una fogata sin prender, dos sillas, una mesa con un mantel, velas, dos platos, dos copas y un jarrón con flores.

—¿tú organizaste todo esto?— Me pregunto con una hermosa sonrisa adornando su rostro.

Asentí con mi cabeza mientras me levantaba para ir en busca de la cena.

—Dame un momento— Traje la caja de pizza para ponerla en la cena, serví hasta menos de la mitad la botella de jugo de mora en las copas, prendí las velas y por último agarré una flor del jarrón y se la puse detrás de la oreja.

—No sabía que sabor de pizza te gustaba, pero opte por una de pepperoni— Le acerque la porción de pizza a su plato.

—Gracias, aunque mi favorita es con piña— No pude evitar hacer una cara de desagrado en mi rostro por lo que su risa me saco de mi cabeza.

—Por tu cara puedo deducir que no te gusta la pizza hawaiana— Comentó ella dándole un mordisco a su pizza sin dejar de verme.

—Odio la piña, aparte quien loco hace esa combinación de ponerle piña a la pizza—

—Yo— Respondió ella en burla.

—Bien, para la próxima te compraré esa pizza—

Ella sonrió como respuesta mientras se tapaba la boca para masticar.

—Así que tendremos otra cita— No fue pregunta, ella estaba afirmando mi comentario.

Me sonrojé y comencé a toser, decidí beber un poco de jugo para aclarar mi garganta antes de hablar.

Heart To HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora