Te veo

5

Con cuidado, Bruno apartó a Rodrigo del sillón donde Ismael dormía profundamente. Percibiendo las sospechas intensas de su amigo hacia Ismael, Bruno sintió la necesidad de hablar seriamente con él, lejos de los oídos curiosos de su amigo.

Guiando a Rodrigo a un lugar más apartado, Bruno se aseguró de que estuvieran fuera del alcance auditivo de Ismael antes de comenzar a hablar. Sabía que Rodrigo era propenso a seguir órdenes sin cuestionarlas cuando sospechaba de alguien, y estaba decidido a abordar las preocupaciones de su amigo de manera franca y directa.

-Rodrigo-, comenzó Bruno en un tono serio, -sé que tienes tus dudas sobre Ismael, y entiendo por qué. No puedo ignorar las señales que hemos estado viendo hoy. Necesitamos hablar sobre esto y tomar decisiones juntos-.

Sus palabras eran cuidadosas pero firmes, reflejando su determinación de abordar la situación de frente y proteger a su círculo cercano de amigos. Bruno esperaba que Rodrigo estuviera dispuesto a abrirse y compartir sus preocupaciones, sabiendo que solo trabajando juntos podrían descubrir la verdad y protegerse mutuamente de cualquier peligro que pudiera acechar.

- Mira, no quiero discutir sobre esto, el principal sospechoso es Ismael. ¿O es que acaso en serio te tomó por sorpresa que se haya aparecido así de la nada cuando el misterioso Hacker desaparece? - dijo, desafiante, Rodrigo.

- No voy a tolerar que me trates como quieres. Sabes que soy el líder del grupo de amigos, te guste o no, y no voy a aceptar que andes sospechando sin tener evidencias de que Ismael sea el atacante. - respondió Bruno, con voz firme, cruzando los brazos.

- Entiendo tu posición, pero no puedo ignorar las coincidencias. Ismael ha estado involucrado en situaciones sospechosas en el pasado. Simplemente no puedo pasar por alto eso. - contraatacó Rodrigo, con un ceño fruncido.

- Pero no podemos señalar a Ismael sin pruebas sólidas. No voy a dejar que tu paranoia arruine nuestra amistad. - replicó Bruno, levantando una ceja en señal de desaprobación.

- Esto no es paranoia, es sentido común. ¿O acaso olvidaste todas las veces que Ismael ha estado involucrado en problemas? - contraatacó Rodrigo, aumentando la intensidad de su voz.

- No puedo basar mis decisiones en tu historial de agravios personales. Ismael es nuestro amigo y merece que lo tratemos con respeto y confianza. - respondió Bruno, manteniendo la calma a pesar del tono desafiante de Rodrigo.

- ¿Y tú vas a seguir fingiendo que no pasa nada? - preguntó Rodrigo, con un gesto desafiante en su rostro.

- No estoy fingiendo nada. Simplemente no voy a saltar a conclusiones sin pruebas. Si quieres seguir con esta discusión, adelante, pero no cuentes conmigo. - concluyó Bruno, dando a entender que no cedería en sus principios.

El tiempo pasó mientras la discusión entre los amigos continuaba sin llegar a una conclusión. Las horas se deslizaron lentamente, cargadas de tensión y frustración. Cada uno defendía con firmeza su punto de vista, sin mostrar signos de ceder o llegar a un acuerdo. La larga discusión había agotado las energías de ambos, pero ninguno estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. La brecha entre ellos se ampliaba con cada palabra pronunciada, y la esperanza de resolver sus diferencias parecía desvanecerse con el tiempo. Eventualmente, el cansancio los obligó a poner fin a la disputa, aunque ninguno estaba satisfecho con el resultado. La amistad entre ellos había sido puesta a prueba, y solo el tiempo diría si podrían superar este obstáculo.

Ismael, quien había estado fingiendo dormir durante la discusión entre sus amigos, finalmente abrió un ojo y dejó escapar una risa suave. Escuchó sus argumentos, sintiendo una mezcla de diversión y satisfacción por la confusión que su misteriosa ausencia había causado. Sin embargo, decidió no revelar su presencia, prefiriendo dejar que la discusión siguiera su curso natural. Suspiró, dejando escapar un ligero susurro de complicidad consigo mismo mientras se permitía una sonrisa. Después de todo, era consciente de que la verdad eventualmente saldría a la luz, pero por el momento, disfrutaba del intrigante giro que había tomado la situación.