El resto del día para Lisa fue como una danza cautelosa sobre una cuerda floja, llena de tensión y ansiedad. Su mente era un torbellino de pensamientos y emociones, cada uno más desconcertante que el anterior. Se esforzó por mantener una apariencia de normalidad, pero cada movimiento que hacía, cada palabra que decía, parecía estar imbuido de una cautela que no había tenido antes. Trataba de no molestar a su abuelo, de no provocar otra de esas miradas penetrantes. Su comunicación se limitó a respuestas cortas y monosilábicas, solo hablando cuando su abuelo le dirigía la palabra.
Cuando llegó el amanecer del día siguiente, Lisa se preparó para la universidad. Aunque su mente estaba llena de preguntas sin respuesta y su corazón latía con inseguridad, se obligó a mantener una fachada de normalidad. Se puso su ropa, la que había escogido la noche anterior, asegurándose de que cada detalle estuviera impecable. Quería mantener una apariencia intachable frente a los demás, incluso si su mundo interior estaba lleno de confusión.
El corazón de Lisa latía con fuerza mientras se apresuraba a recoger sus libros y pertenencias. Cada paso que daba resonaba en el silencio de la casa, aumentando su ansiedad.Una sensación de intriga se apoderó de ella cuando una presencia desconocida se hizo presente. Angus Castillo, el nuevo cuidador, había llegado para reemplazar al anterior que había sufrido un desafortunado accidente el día anterior. Eso fue lo que le dijo.
El rostro de Angus era enigmático, sus rasgos marcados y su mirada penetrante revelaban una personalidad reservada y misteriosa. Mientras observaba el entorno, sus ojos escudriñaban cada rincón de la casa con una curiosidad intensa, como si estuviera buscando algo específico. Lisa se sentía observada, como si Angus pudiera leer sus pensamientos más profundos y descubrir los secretos que ella misma trataba de ocultar.
Su llegada trajo consigo una nueva dinámica a la casa, una atmósfera cargada de incertidumbre. Lisa sabía que tendría que aprender a sobrellevar la presencia de este nuevo cuidador, pero no podía evitar sentir un escalofrío recorrer su espalda cada vez que cruzaba su mirada.
Lisa se despidió de su abuelo con un nudo en el estómago. Aunque tenía sus reservas sobre Angus, no podía quedarse más tiempo, ya que tenía la responsabilidad de entregar un ensayo importante.
—Aquí tiene todo lo que necesita saber —le dijo, entregándole una pequeña carpeta con papeles—. El número de emergencia está pegado en la heladera, llámeme si algo sucede.
Angus tomó la carpeta y respondió con una voz ronca —No se preocupe, su abuelo está en buenas manos.
Esas palabras le causaron un escalofrío a Lisa, quien no podía evitar sentir cierta desconfianza hacia Angus. Sin embargo, no tenía más opción que confiar en que su abuelo estaría seguro.
En ese momento, Lisa recibió un mensaje de su amiga, quien le avisaba que ya estaba fuera de su casa. Sin más opción, Lisa tuvo que dejar a su abuelo en manos de alguien en quien no confiaba plenamente. Sabía que tendría que tener una larga conversación con la agencia, ya que no entendía cómo se les ocurrió enviar a alguien nuevo sin previo aviso.
Lisa salió de la casa con la caja que había encontrado en el desván. Que contenía los documentos importantes. Decidió colocar la caja en el baúl del auto de su amiga y se sentó en el asiento del copiloto. Sara le había comprado un capuchino, y por lo visto, Lisa lo necesitaba con urgencia.
—Ese tipo ¿entró como si nada a la casa? —preguntó Sara, exaltada por lo que su amiga le había contado. Lisa asintió con la cabeza—. ¿Qué clase de personas contrata la agencia? Quiero decir, debería haber golpeado. Es su primera vez, eso habría sido lo adecuado.
Lisa suspiró y dijo —No sé, tal vez debería regresar.
Suspira— Lisa, no deberías preocuparte tanto. Si algo llegara a pasar, que lo dudo mucho, el vecino entrometido que tienes sería el primero en llamarte.
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Legado #ONC2024
Mystery / Thriller"Somos lobos con piel de cordero. Bajo la apariencia de inocencia, se esconde una astucia y una ferocidad que el mundo subestima. Al igual que los lobos, somos cazadores en la noche, moviéndonos en silencio y atacando cuando menos se espera." ______...