Al estacionar su auto cerca de la estación, Lisa se dirige hacia el edificio. Lo primero que nota es la actividad frenética que se respira en el lugar, probablemente debido al reciente asesinato, piensa Lisa.
Se acerca al oficial de recepción y le informa que desea hablar con el detective Noah. Sin embargo, el oficial está ocupado atendiendo una llamada y le indica a Lisa que tome asiento y espere su turno.
Lisa se sienta en una de las sillas de la sala de espera, observando a su alrededor mientras espera su turno para hablar con el detective. El ambiente está tenso y lleno de actividad en la estación de policía.
Mientras espera, Lisa aprovecha el tiempo para repasar mentalmente los detalles que recuerda de los relatos del detective en su diario.Finalmente, el oficial de recepción se libera de su llamada y llama a Lisa para que se acerque al escritorio. Ella se levanta rápidamente y se acerca con una mezcla de nerviosismo y determinación.
—¿En qué puedo ayudarte, señorita? —pregunta el oficial con una mirada seria.
—Quisiera hablar con el detective Noah, por favor. —responde Lisa, tratando de transmitir su convicción.
El oficial asiente y se comunica por radio con el detective Noah, quien le indica que lleve a Lisa a su oficina. El oficial obedece la orden y la escolta hasta el despacho del detective.
Al entrar, Lisa nota que los documentos y archivos que había encontrado previamente ahora están dispersos por el escritorio y el pizarrón de la oficina, y el diario se encuentra en manos de Noah.
—Déjeme adivinar. Ha venido a examinar los documentos —menciona Noah mientras la observa detenidamente.
—Sí —responde Lisa en un susurro apenas audible—. Quería releer el diario. Creo que el asesinato de Mari de la Rosa y los homicidios del asesino en serie se…—Noah interrumpe su frase.
—¿Se parecen? Sí, y mi jefe también lo cree. Por eso me han asignado este caso —Lisa queda sorprendida—. Ya que ha venido hasta aquí, me ahorra la molestia de citarla. ¿Le gustaría ser mi ayudante? —la pregunta de Noah la toma desprevenida.
—¿Ayudante? Pero soy una civil.
—Eso no importa, además ya he recibido la autorización del jefe.
—Pero, ¿por qué? —cuestiona Lisa, confundida.
—Porque usted fue quien encontró estos documentos, y el hecho de que esté aquí ahora demuestra que también cree que este caso está relacionado con los sucesos ocurridos hace 50 años.
Lisa se queda pensativa por un momento, asimilando la propuesta del detective. Aunque no es una experta en investigaciones, realmente quiere descubrir la conexión entre su abuelo y Enrique. Finalmente, toma una decisión.
—Está bien, detective Noah. Acepto ser su ayudante. Haré todo lo que esté a mi alcance para ayudar en esta investigación. —responde Lisa con determinación en su voz.
Noah sonríe satisfecho y le tiende la mano a Lisa.
—Bienvenida al equipo, Lisa. —dice Noah, sellando así su colaboración.
Noah pone a Lisa al tanto de la investigación y confirma sus sospechas: el asesino ha utilizado el mismo modus operandi que el infame “Homicida de la Máscara de Lobo”. Ambos casos coinciden de manera tan precisa que han considerado la posibilidad de que se trate de un imitador, pero la similitud es tan impactante que incluso han llegado a considerar la posibilidad de que el verdadero asesino haya regresado. Sin embargo, eso sería imposible, ya que tendría más de 70 años.
De todas formas, Noah y Lisa comienzan a investigar a fondo a la víctima, buscando cualquier pista que pueda llevarlos al culpable. Descubren que la víctima tenía numerosos enemigos, lo cual complica aún más el panorama. Si se trata de un imitador, podría haberla elegido al azar sin tener ninguna conexión previa. Después de todo, el “Homicida de la Máscara de Lobo" solía asesinar a personas al azar. Las hipótesis en aquel entonces sugerían que mataba a cualquiera que le cayera mal o que hiciera algo que no le gustara. Sin embargo, ninguna de esas teorías fue nunca comprobada.
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Legado #ONC2024
Misterio / Suspenso"Somos lobos con piel de cordero. Bajo la apariencia de inocencia, se esconde una astucia y una ferocidad que el mundo subestima. Al igual que los lobos, somos cazadores en la noche, moviéndonos en silencio y atacando cuando menos se espera." ______...