La Cruzada I

49 15 133
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La Cruzada

Ubicación: Planeta Tierra, país: Neo-Anahuac, Megalópolis de Kroffheim.

Año: 2259


La vasta y asfixiante urbe de Neo-Kroffheim se había transformado en un pozo de contaminación, corrupción y delito, todo bajo la mirada complaciente de unas apáticas autoridades. Cada día, las noticias apenas murmuraban sobre los problemas que agobiaban a la población, mientras que se deshacían elogios a los gobernantes, no solo de la ciudad o país, llenaban el aire, alimentando el culto a sus gobernantes.

Aquel país al cual Marina llamaba hogar, había cambiado del todo, puesto que durante la ausencia de Marina, Mark y Speranza debido al suceso conocido como el destello. Una oligarquía se había apoderado poco a poco de la nación, e impuso una plutocracia de facto que eclipsaba las débiles autoridades civiles, y luego de reunir un poderoso ejército paramilitar, eliminó con extremo prejuicio a los grupos del crimen organizado de manera sistemática, lo cual la gente aplaudió. Aunque al principio mantuvieron la fachada de la democracia, pronto empezaron a colocar a sus títeres en puestos de poder en cada una de las naciones, las cuales fueron renombrado.

En el primer cuadro de la megalópolis conocida como Neo-Kroffheim, ubicada allende el valle conocido antaño como Cuetlaxcoapan, se yergue la ciclópea torre Van der Haussen, sede de la mega corporación del mismo nombre. Desde el piso sesenta y seis de semejante coloso de ferrocreto y cristacero, Marina Castello, una joven de cabellos negros largos y piel cobriza, se asomaba a través de la ventana polarizada. Su bello cuerpo atlético estaba envuelto en una sábana de algodón estampada con hojas, mientras sus ojos grises escudriñaban los rascacielos que rodeaban la torre donde residía junto a su amado Mark.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Muy despacio la oscuridad imperante en la ciudad, fue rota tanto por las luces de los holoproyectores parpadeantes, como por el amanecer incipiente, creando un escenario donde una joven se preparaba para enfrentar los peligros que amenazaban a la atribulada gente que deambulada en los diversos niveles sumidos en las sombras. Mark se despertó con un suspiro largo y cansado, de manera subrepticia observó a Marina, ardiente como siempre, observando por la ventana. Mientras se levantaba, el inventor casi podía sentir el desasosiego que pesaba en el corazón de la joven. Habían pasado varios años desde que reaparecieron después del destello, pero el país y el mundo entero habían cambiado de manera drástica, cuando para salvarlos de un cataclismo la arcángel Auriel los envolvió con sus alas de luz.

La CruzadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora