Siempre supe que sería malo y es que es verdad por qué tú eres tan bueno y no soy como tú
Te has ido hoy y yo te adoro, quisiera saber
¿Que te hace pensar que especial soy?
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"Todo el mundo tiene que entender esto"
A medida que la música continuaba sonando y los invitados seguían bailando, un aire de tensión flotaba en el salón de baile. Los líderes de dormitorio miraban a Harry con miradas de furia contenida, pero a pesar de la indignación generalizada, nadie se atrevía a enfrentarse a él abiertamente.
La sala estaba dividida en dos bandos: por un lado, estaban aquellos que simpatizaban con Venus y que estaban indignados por la humillación que había sufrido. Por otro lado, estaban aquellos que preferían mantenerse al margen del conflicto, quienes creían que la joven se merecía eso y mucho más.
Los líderes de dormitorio se miraban entre sí con expresiones tensas y enojadas, pero sabían que iniciar una pelea en medio del baile solo empeoraría las cosas. Se contuvieron a duras penas, conscientes de que cualquier altercado podría desencadenar un caos indeseado y poner en peligro la seguridad de todos en el colegio.
-¡Como pudo ese imbécil hacer algo como eso!- Exclamó Riddle- Van en contra de las normas-
-¿Podemos matar al herbívoro?- Pregunto Leona
-Lo mejor será que nos abstengamos- Dijo Vil- Pst Rook, cuando yo te diga tira esto al vaso de Potter cuando no se de cuenta-
-¿Por qué ese chico se portó tan mal con Venus?- Preguntó Kalim-
-Ess maldito, Floyd, Jade ya sabéis que hacer- Dijo Azul-
Mientras tanto, los alumnos de Hogwarts seguían disfrutando de la fiesta, ajeno al conflicto latente entre los líderes de dormitorio. Bailaban y reían como si nada hubiera pasado, pero en el fondo, la tensión seguía palpable en el aire.
Las enormes puertas del gran salón se abrieron con un crujido, revelando la imponente figura de Malleus Draconia, el príncipe del valle de espinas, acompañado de Venus, radiante en un hermoso vestido blanco. La pareja capturó la atención de todos los presentes, quienes se quedaron sin aliento al ver su elegancia y gracia.
Venus lucía como una auténtica princesa, con su vestido blanco resplandeciendo bajo las luces del salón. Su rostro estaba iluminado por la emoción, y su belleza dejaba sin aliento a quienes la contemplaban. Malleus, por su parte, emanaba un aura de poder y nobleza mientras tomaba la mano de Venus con seguridad.
Era como si el aura poderosa de Malleus que rango atemorizaba a muchos se fusionaba con el aura cálida y hermosa de Venus.
El salón quedó en silencio mientras la pareja se posicionaba en el centro de la pista de baile. Los músicos comenzaron a tocar un vals clásico, y Malleus tomó suavemente la cintura de Venus, mientras ella colocaba su mano en su hombro, ambos entrelazaron sus manos.
