SEDUCIDA POR LAS SOMBRAS [JENLISA&CHAESOO]

11

Tras haber escuchado las palabras que Jisoo pronunció la mente de Lisa comenzó a dar vueltas, pues solo había un ser más oscuro que ella, sin embargo aquel ser fue atrapado muchos siglos atrás, no tenía sentido.

Debía ir a comprobarlo, no había otra manera de estar segura de que aquel ser continuaba en el lugar que lo dejó, pero antes debía asegurarse de que las humanas estuvieran a salvo, aún no sabía porqué pero si de algo estaba segura, era de que esas chicas eran piezas clave en el tablero.

Despegó su cuerpo de la pared en la que estaba apoyada, en la habitación mientras cuidaba el sueño de su amada y se encargaba personalmente de cuidar su alma, al igual que Jisoo y Somi a su lado, pues esta última ya se había recuperado, y observaba a las tres humanas dormir.

Lisa dejó su cáliz a un lado para luego salir de la habitación a paso decidido, pero aún así tratando de hacer el menor ruido posible, no quería despertar a las humanas.

- ¿Dónde vas? - Preguntó Jisoo siguiendo su paso.

- Tengo algo que hacer.

- ¿El qué? - La Muerte la miraba con el ceño fruncido, sabía que tramaba algo.

- Algo importante, volveré en un rato. - Llamas comenzaron a aparecer a su alrededor.

- Lisa. - Jisoo fijó sus ojos en los de la Rakshasa. - Dime dónde vas.

- Llama a Chaeyoung y Jeongyeon.

- ¿Qué? ¿Porqué?

- Voy a comprobar el anillo. - Los labios de Jisoo temblaron, al igual que su mirada.

- Eso no puede ser Lisa... El anillo debe estar es... Es imposible. - El corazón de La Muerte parecía encogerse, causando un pinzamiento, el ritmo cardíaco cada vez más rápido, así como su respiración.

- Ambas sabemos que nada es imposible.

- ¡Es imposible puesto que tú lo protegiste!

- Lo sé, por eso seré la que se siente más culpable si no está en su lugar. - Y sin decir ninguna palabra más, la Rakshasa salió de allí, dejando a Jisoo totalmente petrificada.

- ¿Pasa algo? - Somi salió de la habitación de repente, masticando un pastelito de nata.

La Muerte ni siquiera sabía por donde empezar, solo parpadeaba sin poder creer, aunque si se ponía a analizar cabía la posibilidad de que Lisa estuviera en lo cierto, porque aún podía sentir la oscuridad en lo alto del hospital, como esa sombra se acercaba tan rápido, y causaba en ella esa presión, de alguna manera sentía que era aplastada contra el suelo, podía incluso sentir su poder.

¿Quién más podría causar esa sensación en La Muerte?

Sin embargo, no conocía al ser encerrado en aquel anillo, nunca lo había visto, solo escuchó a Lisa hablar de esa historia que concordaba a la perfección con esa maldita sensación.

Y esa posibilidad aumentaba al percatarse de que fue ese ser el creador de los devoradores de almas.

- Hay que llamar a Jeongyeon y Chae.

- ¿Eh?

- Somi... Tenemos problemas. - Declaró mientras la otra la miraba desconcertada a la par que preocupada. - Hay que localizar el resto de almas.

- Pero, ¿Qué está pasando?

- Lisa ha ido a comprobar el anillo.

- No... Eso... Eso no puede ser.

- Hay que llamar a las chicas, debemos proteger a las humanas y encontrar al resto. - Las incógnitas en la cabeza de La Muerte aumentaban cada vez más, ¿Qué pintaban las almas de las humanas en todo esto?