Hagrid a vuelto

8 0 0
                                    

・:*:・゚🐾。・:*:・゚☆ 。・:*:・゚🐾,。・:*:・゚☆ 。・:*:・゚

┌─── ∘°❉°∘ ───┐

UN CONSEJO DE AMIGA

└─── °∘❉∘° ───┘

                       ☆ 。・:* ゚☆ 🐾 ゚☆ 。・:*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


                       ☆ 。・:* ゚☆ 🐾 ゚☆ 。・:*

EL MARTES LAS DOS CHICAS SE ENCAMINARON HACIA LOS JARDINES a la hora de Cuidado de Criaturas Mágicas, bien abrigadas para protegerse del frío.

Según habían escuchado, Hagrid había vuelto. Y así era. En cuanto llegaron al pie de la cabaña del guardabosques, Lyra pudo ver su alta y enorme figura.

—¡Hoy vamos a trabajar aquí! —anunció alegremente a los alumnos que se le acercaban, señalando con la cabeza los oscuros árboles que tenía a su espalda—. ¡Estaremos un poco más resguardados! Además, ellos prefieren la oscuridad.

—¿Quién prefiere la oscuridad? —preguntó
Malfoy ásperamente a Crabbe y a Goyle con un deje de pánico en la voz—. ¿Quién ha dicho que prefiere la oscuridad? ¿Ustedes lo han oído?

—¿Listos? —preguntó Hagrid festivamente mirando a sus estudiantes—. Muy bien, he preparado una excursión al bosque para los de quinto año. He pensado que sería interesante que observen a esas criaturas en su hábitat natural. Las criaturas que vamos a estudiar hoy son muy raras, creo que soy el único en toda Gran Bretaña que ha conseguido domesticarlas.

—¿Seguro que están domesticadas? —preguntó
Malfoy, y el deje de pánico de su voz se hizo más pronunciado—. Porque no sería la primera vez que nos trae bestias salvajes a la clase.

Los de Slytherin murmuraron en señal de de adhesión, y unos cuantos estudiantes de Gryffindor también parecían opinar que Malfoy tenía razón.

—Claro que están domesticadas—contestó
Hagrid frunciendo el entrecejo y colocándose bien la vaca muerta sobre el hombro.

—Entonces, ¿qué le ha pasado en la cara?—inquirió Malfoy.

—¡Eso no es asunto tuyo! —respondió Hagrid con enojo—. Y ahora, si ya han acabado de hacerme preguntas estúpidas, ¡síganme!

Caminaron unos diez minutos hasta llegar a un sitio donde los árboles estaban tan pegados que no había ni un copo de nieve en el suelo.

Hagrid, con un gruñido, depositó la media vaca en el suelo, retrocedió y se volvió para mirar a los alumnos, la mayoría de los cuales pasaban sigilosamente de un árbol a otro hacia donde estaba él, escudriñando nerviosos los alrededores como si fueran a atacarlos en cualquier momento.

—Agrúpense, agrúpense —les aconsejó Hagrid—. Bueno, el olor de la carne los atraerá, pero de todos modos voy a llamarlos porque les gusta saber que soy yo.

B l a c k -L u p i n 🐾{Tom Riddle} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora