𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 𝐎𝐅 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄;˖۪⸙͎↳┇ʟᴇᴏɴ sᴄᴏᴛᴛ ᴋᴇɴɴᴇᴅʏ┋ˏ'୭̥*ೃ࿐

𝐈

Narra T/n

—¡No pienso casarme, entiéndelo de una vez por todas! — exclamo ya algo cansada de la conversación que estoy teniendo con mi padre. Odio esa idea, aún soy muy joven como para encadenarme a un hombre que no conozco de nada.

Mi padre suspira con desgano al escucharme, ya parece harto por mi inclemencia ante él. Lo que más quiero ahora mismo es que la tierra me tragara, por favor lo pido.

Resumiendo un poco, soy T/n Davies, hija de un gran mafioso, aunque eso no me interesa realmente. Sigo mis estudios como si nada, y me da igual si mi padre es temido por muchos, yo no soy igual que él.

Siempre ha sido muy ausente en mi vida por muchas de sus misiones o trabajos, aunque cuando era más pequeña, tuvimos un tiempo en el que estábamos más unidos. Por otro lado, fui huérfana de madre, no sé quién es ni siquiera llegué a conocerla.

—Te casarás, ya he hablado con su familia. No me importa ese mal tono tuyo — regañó cruza sus brazos mientras me mira de mala manera, haciendo que me intimide, dominándome como siempre lo ha hecho.

Lo miro con cierto odio, sin poder evitarlo, lo único que quiero ahora mismo es seguir mis estudios. Nada más tengo 17 años, ¿por qué iba a echar todo a perder por casarme? No es lo que quiero ni de lejos.

—¡¿Por qué siempre tiene que ser lo que tú digas!? ¡No pienso casarme, haré lo que sea para oponerme a ese matrimonio! — hablo en un tono de desespero, incluso mis ojos comenzaban a cristalizarse debido a la rabia mezclada con impotencia que siento en este momento.

Mi padre ríe levemente mirándome con esos ojos de malicia que siempre estaban en su rostro. Se sienta en el sofá cruzando sus piernas con un toque de indiferencia.

—Lo siento mucho, cariño. Pero mañana a primera hora acordé que comenzareis a convivir juntos antes de la boda. Tenéis que conoceros un poco para que no sea tan tenso. — explica mi papá mientras saca su teléfono para mirar cualquier cosa, pasando del tema de nuevo. No es consciente del daño que me hace esta jodida situación —. Retírate, ve a tu cuarto a hacer las maletas.

Suspiro con toda rabia del mundo y me dirijo a mi habitación como él ordenó. No quise pegar un portazo, pero mi ira era mayor. Me siento en mi cama abrazando mis rodillas, dejando sacar todo el sentimiento acumulado por fin. Espero que no se escuchen mis miserables sollozos, no quiero que me vea débil tampoco. No me gusta que nadie sepa de mi lado vulnerable, siento que si alguien lo descubre, pueden tener un arma contra mí y mover ficha en cualquier momento.

Pienso con cuál degenerado me habría casado, estoy segura que será un hombre mayor e inmaduro. Sé que no será color de rosas, no siento ningún amor ni siquiera sé el nombre del tipo con el cual quiere que contraiga matrimonio.

No tengo otra cosa que vaciar mi armario y tomar todas mis cosas, no pude llevarme todo pero sí una gran parte de mis pertenencias.

Al echarme en la cama, mi mente no para de pensar cómo será ese señor. "¿Será guapo? ¿Será feo? ¿Es agresivo? ¿Me tratará bien?" Es como una lluvia de dudas que mi mente no sabe cómo controlar. Me ciño en dormir, aunque me cuesta poder conciliar el sueño. Sé que la vida que me espera ahora, no va a ser buena, yo debería estar estudiando, mi preocupación debe ser "¡Oh, Dios mío, mañana hay examen y no he estudiado nada!" No esta basura a la que me obligan a vivir.

A la mañana siguiente, siento a alguien removiendo con delicadeza mi hombro, de forma que mis ojos se fueron abriendo poco a poco dejando ver a una chica de unos 30 para arriba, la sirvienta de mi padre. Es muy amable conmigo, nunca se portó mal ni nada por el estilo.

—Señorita Davies, su coche la espera fuera. Su padre me ha mandado a despertarla. — habla en un suave tono de voz como siempre alejándose de mi persona para mirarme con amabilidad y algo de empatía. Ella siempre se entera de toda la mierda que hay en casa conmigo y mi padre.