TRES

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Giró el pomo y entró a la habitación, aquella que conocía a la perfección. En el centro se hallaba un hombre sentado con las piernas abiertas, una camisa blanca arremangada a los codos, los botones de la camisa queriendo estallar en cualquier momento contra el pecho del hombre. Unos pantalones de vestir negros, que lucían muy bien en aquellas fornidas piernas.

Jamás había visto a un hombre tan atractivo y para tener 30 años estaba muy bien.

El hombre llevaba una máscara al igual que él, era necesario que lo hicieran por el tema de la identidad y como la luz era baja, su rostro era casi imposible de ver.

— Buenas noches. — Se levantó el alfa y se acercó a él, agarrando su mano y dejando un beso en ella.

— Buenas noches... — Murmuró mirando a los ojos de aquel hombre que le recordaban mucho a alguien.

Sabía que lo único que debía hacer es darle una sesión privada al hombre con sexo incluido, por algo había una caja de preservativos en ella. Tenía que hacerlo disfrutar, más sabiendo el dato de que era su cumpleaños.

— Así que hoy es su cumpleaños... — Susurró acercándose y apoyando sus manos en el pecho del pelinegro.

— Mmh, sí... Mis amigos me han traído aquí como regalo.

— Créame que no han hecho una mala elección. — Levantó la barbilla para mirarlo y le guiñó un ojo.

Empujó el pecho contrario para dejarlo contra la pared y seguidamente besarlo.

— Yo también lo creo. — Se miraron.

— Después de esto le agradecerás a tus amigos por el regalo. — Desabrochó un primer botón de la camisa.

— Por supuesto que lo haré. — El hombre se relamió los labios mientras ponía sus manos en las caderas del omega.

Ambos habían pensado lo mismo del contrario, nada más verse, así que no fue incómodo ir directamente a lo que iban. Se sentían atraídos por el cuerpo del otro, así que no había ningún problema.

— ¿Cómo se llama, joven? — Preguntó el hombre pelinegro.

— No nos llevamos tantos años, no hace falta que me trate de usted y menos de joven.

— ¿Entonces, cuántos años tienes?

— 27, casi 28 para ser exactos. — Murmuró mientras seguía desabrochando botones con calma.

— Respecto a la pregunta de antes...

— No puedo decírselo... El contrato que ha firmado asegura que yo no puedo decirle mi nombre... ¿Y usted, cómo se llama?

— ¿Puedo decírtelo? La verdad es que no me he leído el contrato. — Preguntó y Taehyung asintió. — Jungkook, me llamo Jungkook. — Las manos del rubio pararon de inmediato y levantó la cabeza para mirar al hombre, pero no podía ver su rostro con claridad. — ¿Pasa algo?

— Mi ex pareja se llama como usted... — Musitó. — También es su cumpleaños hoy... Pero supongo que es una coincidencia, no se preocupe. — Tragó saliva, algo nervioso.

— ¿Taehyung? — Preguntó el hombre.

Al escuchar su nombre ser pronunciado, un escalofrío recorrió su cuerpo.

— ¿Qué...? ¿Qué haces aquí, Jungkook? — Se apartó de inmediato.

— ¿Y tú por qué demonios trabajas en esto?

La tensión sexual desapareció en cuestión de segundos. Ahora estaban pegados al otro, pero muy incómodos.

— Eso no te importa, ¿qué coño haces aquí? — Preguntó enfadado sacándose la máscara.

03. GIVE ME DEEPERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora