🌊𝐂𝐫í𝐚🌊 Cruelty II [Genshin Impact AU]

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—¿Ocurre algo, madre?— preguntó la chica al ver el rostro algo pensativo de la mujer. Estaban ahora en ese lujoso apartamento qué habían adquirido en Fontaine en lo que la boda de la chica era oficial.

—¿Ocurrió algo, Amira?— cuestionó ahora si esposo, llamando su atención.

—Me encontré con el Juez Supremo Neuvillette— mencionó la mayor, a lo que su hija le miró con atención.

—¿Y?, ¿Qué te dijo?

—Él... Me pidió la mano de _____ en matrimonio.

Aquellas palabras habían dejado más que sorprendidos a todos los presentes en el lugar, tanto a su marido, como a sus hijos mayores y la joven que, en solo cuestión de segundos, había quedado en shock debido a esa situación.

¿Neuvillette había pedido su mano en matrimonio?, ¿Incluso cuándo ella ya le había contado que estaba a punto de casarse?

—Obviamente le dijiste que no, ¿Verdad?— mascullo ahora su padre, sacándola de sus pensamientos.

—Lo hice, pero él siguió insistiendo durante un buen rato— aclaró la mujer —Dijo que, si aceptabamos, tendríamos un contrato de comercio permanente con Fontaine, y que sería dispuesto a cambios solo favorables para nosotros.

—Un contrato permanente con una nación no nos sirve de nada. Lo mejor es seguir rotando entre varios lugares para que el mora se mueva mejor.

—Es lo que siempre tengo en mente, pero el seguía insistiendo y dándome más ofertas-...

—¿Qué?, ¿Empezó a negociar de inmediato contigo?— la otra asintió —Entonces... Él está enterado de que...

—De que nuestra pequeña _____ se va a casar, y que lo hace por mero interés económico de su familia— mencionó, haciendo que la chica bajase sus orejitas al escucharles —Cariño... ¿Neuvillette no es el hombre con el que te llevabas tan bien en la isla Petrichor hacer años?

—S-Sí... Es él... ¿Porqué...?

Un fuerte chillido salió de los labios de la chica al sentir como una de sus orejitas era tomada con fuerza entre la mano de su madre, alzando la de su asiento hasta dejarla ver esa mirada furiosa por parte de su progenitora.

—Pequeña estúpida, ¿Acaso fuiste a contarle todo al maldito Juez Supremo de la Corte de Fontaine?— le reclamó —¿Le contaste lo de tus matrimonios a ese tipo?

—¡N-No, madre!, ¡Y-Yo solo hablé con él de las cosas que había hecho en estos años, solo lo que ustedes me permiten contar!— respondió al instante —¡Lo juro!, ¡Yo no dije nada más!