little white lies

8

A George se le dan otros dos días libres para ordenarse a sí mismo y sus pensamientos, mientras que Toto los usa para controlar los daños en la fábrica. Junto con Susie, se les ocurrió una historia sobre que George era el hijo de un amigo y Toto estaba sorprendido por eso, sin esperarlo allí en absoluto. No es muy fuerte, todos son conscientes de ello, pero mientras tenga sentido y los demás se olviden rápidamente de la escena, con suerte debería ser suficiente.

“¿Toto recuperó el sentido entonces?” James lo saluda dos días después con una sonrisa engreída en su rostro, sacudiendo levemente la cabeza como si no pudiera creer lo que sucedió.

“Sí, perdón por el caos”, responde George con una pequeña sonrisa, muy consciente de las miradas curiosas que se está ganando por parte de todo el departamento. Por supuesto, la historia sobre el gran jefe que lo despidió y su repentina reaparición genera preguntas y curiosidad.

"No tienes nada de qué disculparte, algunas personas simplemente se vuelven testarudas con la edad". El estratega le guiña un ojo. "Por la forma en que se enfureció, uno podría creer que eres su hijo y no el hijo de algún amigo, tanto drama para nada".

La sonrisa en los labios de George se siente dolorosa y forzada, pero afortunadamente James no parece notarlo, más ocupado en dejar que su mirada severa vague por el departamento, algunas cabezas curiosas agachadas para no ser atrapadas mirando.

“Creo que fue sólo el shock”, se obliga a decir George, sabiendo que suena tan tonto como toda la historia de encubrimiento.

"Me alegra que hayas vuelto, ahora que tenemos una carrera que preparar y no deberíamos centrarnos en los chismes de la fábrica". James se asegura de decir la última parte lo suficientemente alto, y muchas de sus cabezas se alejan apresuradamente de ellos. "Y ahora continúa con tu trabajo, George, todavía tienes una estrategia que presentarme en unas semanas".

George asiente con entusiasmo y se dirige hacia su escritorio, donde lo espera Olivia, para saludarlo con un medio abrazo. "Gracias a Dios que has vuelto, ya temía tener que compartir mi escritorio con Adrien ahora".

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George no vuelve a ver a Lewis esa semana; la otra está en Mónaco para su entrenamiento y algo de tiempo libre. Sin embargo, Bono llega a su escritorio y le pregunta si está bien, luego escribe urgentemente en su teléfono mientras se va. Le permite a George soñar con Lewis preocupándose, tal vez incluso preguntando por él, y hace que su corazón se acelere una vez más.

Afortunadamente, Toto lo evita en la fábrica, para no hacer que los rumores vuelvan. Sin embargo, George recibe pequeños mensajes de texto que le preguntan si está bien o si alguien del equipo lo está molestando. Toto incluso llega a invitar a George a cenar a casa de Susie y su casa en Oxford, obviamente haciendo todo lo posible por arreglar su relación. Es por eso que poco después de su conversación, George se encuentra parado frente a su puerta, esperando en el suave aire de la noche de verano a que alguien le abra la puerta.

Susie lo saluda con una sonrisa amistosa, pero antes de que pueda abrazarlo a modo de saludo, algo pequeño choca con las piernas de George, quien se ríe a carcajadas.

"¡¡George!!"

"Hola Jack".  George sonríe y se inclina para levantar a su hermano menor, dejando que Jack le rodee el cuello con los brazos. "Te extrañé amigo, ¿te lo pasaste muy bien en Bakú?"

“¡Vi ganar a Lew!” Jack responde emocionado mientras George los hace entrar a ambos y Susie le da palmaditas en la espalda a modo de saludo.

"Jack, ¿qué tal si sueltas a George para que pueda quitarse la chaqueta?"