little white lies

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George no puede dormir. Entregó su trabajo a tiempo el lunes y se sentía seguro al respecto. Sin embargo, aquí está, dando vueltas en su cama el miércoles por la noche, y su teléfono muestra que ya son las 3 de la madrugada. George deja escapar un largo suspiro en la oscuridad antes de sentarse, con la mano sobre el interruptor de la luz de su lámpara.

Repasar sus notas por centésima vez no cambiará nada, está en un punto en el que sabe que ya ni siquiera necesita sus notas. George suspira de nuevo y se deja caer sobre sus cojines. Debería dormir un poco o parecerá un zombi más tarde. Lo que probablemente no impresionará mucho a James, pero su cerebro simplemente se niega a permitirle tener un momento de tranquilidad.

“Defendiste con éxito tu tesis en la universidad y James siempre elogió tu trabajo. Tú también puedes dominar esa estúpida presentación”. George susurra en la oscuridad, tratando de calmar su corazón acelerado. "Y le demostrarás a papá que eres un buen ingeniero y lo suficientemente bueno para el equipo".

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Le toma mucho tiempo a George finalmente quedarse dormido, el cielo ya está cambiando de color lentamente cuando un sueño sin sueños finalmente lo vence. Apenas es suficiente cuando su estridente alarma lo despierta a las 7 am, pero George se obliga a salir de la cama y entrar al baño para asegurarse de estar presentable.

Cuando George llega a la fábrica media hora después, sabe que puede hacerlo. Una taza de café muy fuerte y el corto viaje en bicicleta hasta la fábrica no sólo le hacen sentir más vivo y renovado, sino que también le dan una inyección de confianza.

Olivia llega unos minutos después de él, con el rostro brillante y alegre mientras saluda a George.

"Por fin es un gran día, ¿eh?". Pregunta, cerrando su bicicleta junto a la de él antes de reunirlo adecuadamente. "Pareces un zombi, ¿cerraste siquiera los ojos esta noche?"

George se encoge de hombros y le abre la puerta, dejando que Olivia entre primero al edificio. "Tres horas, probablemente".

"Podrías haberme enviado un mensaje de texto, te habría prestado mi corrector". Ella se ríe mientras se dirigen hacia el vestuario. "Te ves peor que el equipo que viaja después del último triple cabezazo".

"Gracias, estás tan encantadora hoy", resopla George.

"Ya sabes como soy." Olivia continúa, dejando caer su mochila en su casillero. “Sin embargo, no tienes absolutamente nada de qué preocuparte, George. De todos modos, James y yo seremos los únicos en la sala”.

"Bueno, entonces, carajo". George murmura: "Entonces nada debería salir mal".

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Una hora más tarde, todo ha salido mal.

“¿Qué quieres decir con que Toto estará allí?”, sisea George, esperando junto a Olivia fuera de la sala de reuniones.

“Juro que lo anunció hoy”, responde su supervisor, tomando un largo sorbo de su café. "Hoy hay como cinco pasantes siendo evaluados, así que probablemente solo quiera verlos a todos".

Seguro.

“Está bien, tu última reunión con él no fue ideal, pero James dejó en claro que hoy tomará la decisión final y que Toto no puede interferir en ningún momento. ¿Eso ayuda?"

No en realidad no.

"Sí", se fuerza George, su voz suena extrañamente aguda.

"Genial, vas a dominar a estocampeón", Olivia le da una palmada en la parte superior del brazo para apoyarlo y le guiña un ojo. "Y recuerde siempre, cuando Toto pregunta quién era su supervisor, nunca digo que no a un aumento salarial".