🄿🅁🄸🄼🄴🅁🄰 🄿🄰🅁🅃🄴

367 16 81
                                    

—¿PUEDO SABER para qué me trajiste al sótano? —preguntó, Bulma, desconcertada, mientras su mano buscaba el interruptor de luz en el muro.

—¡Hey!, espera —Yamcha que iba por delante se regresó para evitar que lo encendiera—. Primero cierra los ojos: es una sorpresa.

La muchacha obedeció con una mueca de fastidio: cuando su insistente novio le habló de un regalo, no imaginó que tuviera que dejar su trabajo, para ir al lugar más frio y húmedo de Capsula Corp.

—Ash, está bien, espero que valga la pena.

Él mismo prendió la bombilla de luz, y condujo a la chica hasta el presente prometido.

—Listo. Ya puedes abrirlos.

La joven de ojos tan azules como su cabello, cambió su semblante de aburrimiento por una sonrisa.

—Pero si es... una cámara fotográfica.

—Una cámara fotográfica profesional —corrigió él con entusiasmo—. ¿Te gusta?

—Pues... claro. Claro que me gusta —contestó y se acercó a su regalo.

—Bulma, ¿acaso ya lo olvidaste? Tu sueño siempre fue ser modelo.

Yamcha sentía a su novia distante de él e intentaba conectar de nuevo.

Pero, parecía un reto difícil.

—No lo he olvidado, solo que, después de todo lo que sucedió...

—Tú no debes preocuparte por lo que pase en tres años: Podría no ser como ese joven dijo, además Goku está con nosotros, ¿no?, y por el momento no hay nada que podamos hacer. No veo motivo para no seguir con tus planes.

Ella sonrió, mostrándose de esa forma más emocionada que al principio.

—Tienes razón, es cierto.

El joven se sintió victorioso, tomó su lugar detrás del aparato, y le pidió a Bulma que posara para tomarle algunas fotos.

—¿Ahora?

—¿Y por qué no? Anda, será la primera sesión.

Bulma aceptó de buena gana, se colocó frente a la lente, y posó de formas sexis y divertidas, muy típicas de su coquetería natural.

El aficionado fotógrafo, guiado también por su naturaleza masculina, dejó la cámara en automático, y trató de acercarse a ella, con notorias intensiones de una aventura sexual. Sin embargo, fue rechazado por la peli azul.

—¿Qué te pasa? —preguntó, ya fastidiado por la actitud de ella.

La muchacha no estaba segura de la razón, pero ya no se sentía cómoda con la cercanía del ofendido, como solía ser tiempo atrás.

—No lo sé. Volvamos arriba, por favor.

Haciendo caso omiso, él intentó abrazarla nuevamente.

—¿Qué haces?

—¿Acaso no puedo acariciar a mi novia?

—Tengo dolor de cabeza, no me siento bien.

—¿Tienes dolor de cabeza? O la verdad es que no quieres que te toque.

—Ya te dije que me duele la cabeza.

—Lo mismo dijiste ayer, y lo que me molesta, Bulma: es que desde que regrese, no has querido acostarte conmigo. Siempre estas ocupada, cansada, o tienes dolor de cabeza. Comienzo a creer que son solo excusas.

—Estoy trabajando, Yamcha: si ando ocupada, cansada, y con dolor de cabeza.

—¡Trabajando para ese cretino de Vegeta!

ᑌᑎᗩ IᑎSEᑕTᗩ ᑭᗩᖇᗩ ᑌᑎ ᑭᖇÍᑎᑕIᑭEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora