12."El perdón nos traerá la victoria"

110 7 0
                                    

Las ninfas de Dwala fueron llevadas y encerradas en el calabozo por las ninfas de Tala, las ninfas de Dwala son tantas que tuvieron que ser encerradas en varias cárceles. Cuando las ninfas de Tala se retiraron, varias ninfas empezaron a exigir que las liberarán. Mientras que Dwala lloraba y sostenía su barriga, Boga intentaba consolarla, pero no lo logró, y menos estando en esa situación de prisión.

Dwala: todo es mi culpa -Dijo Dwala entre lágrimas-

Boga: es no es cierto Dwala, la culpa es de Tala no tuya -Dijo Boga en forma de consuelo para su amiga-

-Es cierto chicas, no todo está perdido, aún, sólo hay que tener un plan para salir de aquí -Dijo una de las Oceánides que estaba encerrada con Boga y Dwala junto con otras dos ninfas-

Boga: a si? Cual? -Preguntó Dwala-

Todas las ninfas se acercaron lo más que pudieron hacia los barrotes de sus celdas para escuchar el plan de su amiga. La ninfa hablaba lo suficientemente alto para que las ninfas del lado de Dwala lo escucharan, pero lo suficientemente bajo para que las ninfas de Tala no lo escucharán. Cuando todas tuvieron claro lo que tenían que hacer, todas asintieron y comenzaron su plan.

Las ninfas estaban a punto de poner en marcha su plan, sólo tenían que esperar el momento perfecto para comenzar a actuar. Una de las Alseides encerrada con otras dos ninfas en otra celda comenzó a fingir llanto desesperado por salir. Las dos ninfas de Tala que estaban vigilando el calabozo, pronto se cansaron del llanto de la ninfa de bando contrario.

-Oye, ya cállate! -Dijo enojada una de las ninfas, ambas ninfas de Tala tuvieron que dejar sus puestos para callar a esa ninfa de una buena vez-

-Por favor no soporto este lugar sáquenme de aquí -Dijo la ninfa Alseide entre lágrimas de cocodrilo-

-Agh, ya me harte de esto -ambas ninfas entraron a la celda para dejar inconsciente a esa ninfa de una buena vez-

Cuando las ninfas de Tala entraron a la celda, las otras dos ninfas se pusieron atrás de ellas y las noquearon por completo con un golpe en sus nucas, le quitaron las llaves a una de ellas y liberaron a las demás ninfas. Todas salieron inmediatamente de sus celdas y se dirigieron a la sala del trono.

                                  ...

Falme aún seguía atado al trono con la cabeza baja, las ninfas entraron a la sala del trono con cuidado de que nadie las viera, cuando Dwala vio a Falme, inmediatamente corrió hacia él.

Dwala: Falme! -Dijo Dwala corriendo hacia Falme-

Falme: Dwala? Dwala! -Dijo Falme entre lágrimas esperando a Dwala-

Dwala finalmente llegó con Falme y le dio un gran abrazo y también lo besó, ambos estaban increíblemente felices de verse.

Falme: estaba comenzando a pensar que nunca te volvería a ver -Dijo Falme entre lágrimas de felicidad-

Dwala: deberías saber que siempre encontraré la manera de volver contigo -Dijo Dwala-

-Sabemos que se aman, pero podrían tratar de demostrarselo cuando todo vuelva a ser como antes? - Dijo una ninfa Náyade-

Dwala se concentró y trató de desatar a Falme con ayuda de otras ninfas, costo mucho, pero finalmente lo lograron.

Falme: ahora hay que encontrar a Tala.

Tala apareció detrás de la puerta que daba con la sala del trono.

Tala: alguien me llamó? -Dijo Tala con tono burlón-

Tala apareció con todas sus ninfas detrás de ellas, incluyendo a las ninfas que al parecer habían despertado del noqueo de las ninfas de Dwala.

Falme: ustedes, y Tala, rindanse y váyanse de mi reino! -Exigió Falme-

Tala: No! Tu hiciste sufrir a estas pobres ninfas, y les prometí que cuando me convirtiera en reina, pagarías por todo lo que hiciste -Dijo Tala señalando a las ninfas-

Falme se les quedó mirando, y se dio cuenta de que las ninfas estaban demasiado delgadas, es como si se murieran de hambre. Y además la mayoría tenían sus vestidos sucios y muchas cicatrices en sus cuerpos, entonces se dio cuenta de su error.

Falme: Escuchen todas, yo les suplico su perdón -Dijo Falme-

Todas las ninfas se quedaron boquiabiertas, hasta que Falme habló.

Falme: Escuchen, se que no merezco su perdón después de lo que las hice sufrir, pero se los suplico, Dwala me ayudó a ver que las ninfas no tenían que ser tratadas de esa forma, y ahora las ninfas obtienen la comida que merecen, y un lugar en el reino, y si todas vuelven, prometo ser un mejor rey para todas.

Tala: Ja, ahorrate eso, las ninfas aún están de mi-

Tala se quedó mirando como Zahara, su compañera más leal desde que fue expulsada, se unía al lado de Falme.

Tala: Zahara?! -Pregunto sorprendida Tala- Que estas haciendo?!

Zahara: Falme tiene razón, yo lo perdono -Dijo Zahara, mientras que el rojo de sus ojos se desvaneciá y volvían a ser de su color original-

Los ojos rojos de las ninfas de Tala se desvanecieron y todos volvieron a sus colores originales, Azules, verdes, marrones, algunos color miel, y algunos otros grises, todos volvieron a la normalidad mientras se pasaban al lado de Falme. Menos los de Tala, que brillaron en un intenso rojo.

Tala: A donde van todas?! -Dijo Tala mientras todas las ninfas que creyó sus aliadas, se pasaban al lado de Falme en un dos por tres-

Falme: se acabó Tala -Dijo Falme-

Tala: No! Yo debería ser la reina! -Dijo Tala-

Falme: Escucha Tala, o te rindes, y te unes a nosotros, o el exilio, tu eliges -Dijo Falme esperando la decisión de Tala-

Tala no iba a aflojar ahora, no quería ser exiliada, pero tampoco quería estar cerca de todos estos traidores, prefiere el exilio antes que un reino de traidores.

Tala: Bien -Dijo Tala, la Elfa se dio la vuelta y se fue para nunca más volver-

Todos se quedaron mirando la dirección en la que Tala se alejaba. Zahara en el fondo se sentía culpable por haber traicionado a su amiga, pero también sabían que era lo mejor. Dwala y Falme se sentían bien, sólo esperaban que Tala no volviera, por el bien de todos, y su hijo.

La Pasión de Una NinfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora