Not my type || Yeongyu

Capítulo 4

Beomgyu lloraba desconsolado en su cuarto mientras tenía a Jeongin abrasándolo haciendo de la cuchara grande. No había dejado de llorar desde que llegó a su casa una hora antes, haciendo que Soobin se preocupara a más no poder sin tener idea de qué hacer. Al final, había hablado con Hyunjin para que le pasara el número de Jeongin y, después de una detallada explicación de por qué necesitaba su número, el alfa había dejado que se comunicara con Jeongin para que viniera a su casa.

Sus padres se encontraban igual de preocupados, pero poco podía hacer por ellos. No podía hablar y sentía su cuerpo arder en tristeza. Todos en su casa sabían sobre su pequeña -gran- obsesión con Yeonjun; no es como si alguna vez hubiera querido esconderla, pero ahora podía suponer que sus padres sabían la causa de su tristeza profunda.

Jeongin le sobaba la espalda suavemente mientras le cantaba una canción para tranquilizarlo. Y, aunque amaba la voz de su amigo, poco estaba haciendo justo ahora. Su olor a tristeza estaba en cada rincón de su habitación y su omega chillaba en su interior por su alfa.

Pero Yeonjun no era el alfa de Beomgyu y eso ahora lo tenía muy claro.

—Beommie— Llamó Jeongin suavemente mientras retenía sus lágrimas al contagiarse del humor de su mejor amigo— Llora todo lo que tengas que llorar, ¿sí? Pero no dejes que eso te consuma—

Beomgyu escuchó sus palabras, pero no respondió. Solo se dedicó a llorar por otra media hora más hasta que se quedó dormido en los brazos de Jeongin.

El omega suspiró mientras separaba del cuerpo de su mejor amigo dormido para dirigirse a la puerta. Había ido corriendo a su casa que ni siquiera le dio tiempo de almorzar. Bajó por las escaleras y se encontró Soobin junto a sus padres en la cocina. Tres pares de ojos se centraron en él mostrando preocupación.

—¿Cómo está?— Preguntó Soobin rápidamente.

—No muy bien— Hizo una mueca— Ya dejó de llorar y se quedó dormido—

—Mi pobre bebé— La voz del papá omega de Soobin y Beomgyu se escuchó— Odio tener que presenciar su primer corazón roto—

—Esto era algo que tenía que pasar, Jimin— Habló Yoongi, el padre alfa— Pero no quiero volver a ver a Yeonjun por ahora—

—Ni me recuerdes a ese idiota, papá— Gruñó Soobin— Realmente quiero ir y romperle la nariz—

—No servirá de mucho— Intervino Jimin— Pero se me hace muy raro esta situación. Yeonjun es un muy buen chico, y siempre que venía a la casa pude sentir que tiene una conexión diferente con nuestro Beommie—

—Ya ni me repitas eso, amor— Yoongi hizo una mueca— Justo ahora no me importan las conexiones, solo me importa la idea de Soobin a ir a darle un puñetazo en su nariz—

Jeongin rió cuando el omega mayor golpeó el brazo de su alfa y lo regañó sobre golpear a alguien más.

—¿Quieres comer con nosotros, Innie?— Preguntó Jimin.

—Oh, me encantaría, señores Min—

Jeongin se unió a ellos en la mesa que se encontraba en la cocina, hablando sobre temas triviales y relacionados a la universidad. Poco tiempo después, su conversación se vio interrumpida al sentir el olor a dulce de leche, ya no siendo dulce sino agrio y fuerte.

Un Beomgyu con las mejillas y nariz roja, con rastros de lágrimas en su rostro y sus ojos hinchados entró en la cocina. Todos lo miraron preocupado, haciéndolo sentir incluso peor. Estaba haciendo preocupar a su familia y amigo por algo que él mismo pudo haber evitado tiempo antes.

—¿Cómo estás, mi niño?— La voz de Jimin hizo que lo mirara, notando sus ojos comprensivos haciéndolo sentir seguro.

—E-Estoy bien— Su voz salió ronca, entrecortada e inestable. Aclaró su garganta— Estaré bien. Se los prometo— Intentó sonreír, pero supo que no funcionó cuando las miradas preocupadas no desistieron.