El segundo día de la apuesta fue una tortura para Yeonjun.
Por lo que pudo escuchar, ya habían ciento sesenta y ocho personas participando, por lo tanto no tenía ni un minuto para él solo. Se encontraba de mal humor, fastidiado y con los nervios de punta. Había tenido que recurrir a varios métodos para poder estar tranquilo; desde esconderse en lugares recónditos de la universidad hasta la menos favorita que era utilizar su voz de mando para que las personas se fueran.
Sus amigos lo ayudaban para que no lo molestaran tanto, pero hasta ellos estaban fastidiados de no poder tener un momento a solas con él.
Justo ahora se encontraban nuevamente en la cafetería. Yeonjun había tenido que mandarle a las y los omegas y betas que lo dejaran en paz, pero realmente su olor amargo era un indicio de su mal humor. Estaban haciendo un trabajo que necesitaban entregar esa misma tarde así que se encontraba ocupado.
Cuando estaba casi por terminar, sus bellos se erizaron al sentir el atrayente dulce de leche acercarse a él. Alzó la mirada y sonrió pequeño cuando el delicado cuerpo de Beomgyu venía dando saltitos hasta donde él. Rápidamente comenzó a hacerle un espacio en las sillas ocupadas por los bolsos de sus amigos para que se sentara al lado de él.
—Hola, chicos— Beomgyu saludó mientras se sentaba.
Yeonjun soltó un suspiro complacido cuando tuvo el cuerpo de Beomgyu al lado de él. Dejó el lapicero en la mesa mientras se tomaba un descanso poniendo toda su atención al hermoso omega que tenía.
—Hey, bebé— Saludó en un susurro, poniendo su cuerpo lo más cerca del menor.
—Hola, Junnie— Beomgyu habló igual a él.
El omega mantuvo su mirada en aquellos ojos cansados, sin poder evitar colocar su mano en la pierna del mayor, acariciándola suavemente. Había escuchado por los omegas de su facultad que ese día el alfa se encontraba con un humor de perros así que quiso ir con él para poder saber cómo estaba. Ahora que lo veía, se le notaba cansado y tenso, así que soltó más de su aroma para poder relajarlo. Sonrió en grande cuando pudo notar el cuerpo destensarse.
—¿Qué haces aquí? Pensé que te habías ido ya que te dije que no podía llevarte hoy— Preguntó el alfa.
—Quise esperarte— Dijo con una pequeña sonrisa.
Yeonjun sonrió en grande mientras se obligaba a no besar a Beomgyu. Miró hacia otro lado para no perderse en esos brillantes ojos.
El omega había notado las miradas sobre ellos, pero no quiso hacer ningún movimiento para seguir con la apuesta. Yeonjun se notaba bastante irritado así que se guardaría sus juegos para el tercer día de la apuesta.
—¿No viniste a marcar territorio?— Yeonjun preguntó, haciendo que Beomgyu lo mirara sorprendido.
—No— Dijo rápidamente— No quiero molestarte hoy—
—Nunca me molestas, bebé. Jamás— Yeonjun le regaló una sonrisa sincera.
—Eso bueno saberlo— Beomgyu rió tímidamente.
—Pero aún tienes una apuesta que ganar—
—Oh, créeme, la ganaré— Añadió con orgullo— Pero será mañana. Hoy quiero disfrutar de mi alfa—
Yeonjun sintió un ronroneo crecer en su pecho por aquella declaración, pero apretó fuertemente la pierna contraria para no hacer cualquier cosa que llame más la atención de los que se encontraban allí.
—Termino en unos minutos y nos vamos, ¿te parece?— Preguntó con voz ronca.
—Me parece— Beomgyu sonrió.
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Not my type || Yeongyu
Random"-Beomgyu no está tan mal- Lo escuchó decir- Pero no es mi tipo-" A Beomgyu le encanta Yeonjun, puede decir que incluso lo ama, pero su mundo se acaba cuando su hyung le hace saber lo disgustado que está hacia su persona. -Historia corta. -Yeonjun a...