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Y de nuevo me cuestionó sobre Miyeon, seguía creyendo que era mi novia y volví a aclararle que no era así, sin embargo, me lo rebatió y me aseguró que no iría a la boda, ¿acaso estábamos discutiendo?, ¿Miyeon le caía mal?

—¿Estás celosa?---no pude evitar preguntárselo.

—Tú no tienes vergüenza de verdad.

—Eso no responde mi pregunta.

—Estoy tan celosa de Miyeon como tú lo estás de Taehyung, ¿satisfecha? – bastante, pensé, porque si era así en definitiva estaba sumamente celosa.

—¿Alguien dijo mi nombre? – dijo mi amiga acercándose.

—Con permiso, tengo que checar cosas en la cocina — se excusó y se fue.

–¿Qué le pasa? – me preguntó.

—Nada mi niña, seguro está estresada por todo el evento — a propósito la llamé así, sabía que Jennie estaba escuchando y me gustaba que se pusiera celosa.

—¿Vas a seguir mintiéndome Lisa? —exclamó mirándome seria.

—¿Qué quieres que te diga? – evadí su mirada.

—La verdad, las he estado observando y me he dado cuenta de cosas muy interesantes, ¿por qué no confías en mí?, ¿crees que voy a juzgarte? Lisa Soy tu mejor amiga y lo único que te pido es honestidad, es lo que te he dado yo siempre.

—Está bien, sí la conozco desde antes del partido y... sí me gusta.

—¿Y dónde la conociste? – por eso quería evitar esta plática, no podía decirle la verdad.

—Aquí mismo... en el bar, estaba sola y le invité un trago, platicamos, jamás mencionó que tenía novio y no me imaginé que resultara que yo lo conocía y que nos toparíamos en el estadio —inventé rápidamente esa historia.

—¿Fue por ella por quien te emborrachaste aquella vez?

—No, todavía no la conocía cuando la borrachera - tuve que mentirle de nuevo.

—¿No la conocías? —se cruzó de brazos nada convencida — ¿o fue cuando te enteraste que tenía novio?

—No la conocía todavía – aseguré esperando que me creyera.

—¿Y qué hay entre ustedes?, porque ambas se desaparecieron como media hora.

—La verdad, no sé que hay entre ella y yo, no te negaré que nos hemos besado, pero como sabes, tiene novio y no hemos aclarado ese punto.

—La atracción entre ustedes es evidente Lisa y por lo poco que vi en el estadio, ni siquiera con su novio es tan intensa, además, creo que está celosa de mí.

—¿En serio lo crees? – era mejor que alguien externo me lo confirmara.

—Te gusta de verdad, ¿no es así?, no es algo físico solamente, en realidad te interesa.

—¿Por qué lo dices? – pregunté un tanto desconcertada.

—Porque se te nota y me da muchísimo gusto, al fin te estás abriendo al amor.

—Creo que exageras, aún es un poco prematuro hablar de amor.

—Tal vez, pero para allá vas – me abrazó – de corazón deseo que todo salga bien, no me gustaría verte lastimada, mereces ser feliz con alguien que te corresponda.

—Por eso no quería decirte nada, quizá no sea tan importante.

—Yo creo que sí lo será, espero que pronto deje a Taehyung, no tienes por qué ser la otra.

—Qué cosas dices Miyeon... ni siquiera soy eso al menos, no lo había visto así.

—Pues peor entonces, eres una persona maravillosa y espero que ella lo aprecie.

El resto de la fiesta ya no pude hablar con Jennie siquiera me di cuenta a qué hora se fue, cuando quedaban pocos invitados y la busqué ya no estaba, pero al menos, Rosé me había dado el pretexto perfecto para volver a verla, le llevaría mi invitación de la boda y sólo compraría otro sobre para ponerle su nombre, le argumentaría que ella se la había mandado.

Al otro día, Taehyung me llamó para confirmarme que en dos fines de semana más se irían a Las Vegas, pero al cabo de unos minutos, rectificó y me dijo que sería el siguiente jueves, así que le pedí que un día antes pasara a mi oficina por las llaves de la casa y me lo agradeció enormemente, yo sonreí imaginando la cara que pondría cuando me viera ahí. Después que le colgué, llamé a Miyeon para invitarla, sería demasiado sospechoso que llegara yo sola y ella aceptó de inmediato, así que luego compré los boletos de avión.

El lunes salí de mi oficina después de un arduo día de trabajo. Llamé a la oficina de Jennie y cuando me contestó colgué de inmediato, sólo quería comprobar si estaba ahí para ir a dejarle la invitación. Al llegar y registrarme dije que iba al piso nueve, no sabía si había más gente en la agencia y no quería meter a Jennie en problemas.

Me encantó la cara de sorpresa que pusoal verme en la puerta de su oficina y más cuando le entregué la invitación, me cuestionó si yo quería que fuera, pero, ¿qué no se daba cuenta que era obvio?, si no quisiera que me acompañara no estaría ahí dándole el dichoso sobre. Noté que se quedó mirando al vacío unos segundos y después me dijo que iba por unos papeles, así que me senté a esperarla. En eso, vi una foto que tenía al lado de su computadora y la agarré, eran ella y Taehyung abrazados y muy sonrientes en alguna fiesta porque estaban vestidos de gala, en ese momento no supe si era mejor ser la novia o la amante, tener su cuerpo clandestinamente mientras él podía caminar con ella por las calles, sin tener que ocultarse.

De pronto, escuché que cerraba la puerta sigilosamente, ¿acaso estaba pensando seducirme ahí mismo?, por supuesto que lo deseaba y estaba preparada para eso, pero pensaba llevarla a mi departamento. Me quitó la fotografía de la mano y se sentó sobre mí, yo le sonreí, estaba a punto de cumplirme una de mis fantasías, definitivamente había algo especial y diferente con ella, así que no podía permitir que saliera de mi vida.

—Me fascina cuando tomas el control —dije después que sujetó mis manos.

—Te haré mi esclava, entonces —respondió moviéndose deliciosamente en círculos.

—Hazme lo que quieras – encantada sería su esclava- pero no me dejes agregué.

Ella sólo me sonrió, como deseé poder leer sus pensamientos, no tenía idea como lo había tomado, quizá no había sido el mejor momento para decírselo, pero tenía que asegurarle que no estaba dispuesta a que esto se acabara, que había algo más que simple sexo, algo más profundo que francamente me estaba dando miedo, porque eso era lo que sentía ante la posibilidad de no volver a verla, de que en algún momento recapacitara y me mandara al demonio para seguir con su noviecito y no sabía si podría tolerarlo. Aceleró más sus movimientos y me apretó más fuerte las manos al llegar al orgasmo y después la abracé fuertemente.

—De verdad eres maravillosa —susurré, quería que estuviera segura de cómo la percibía, aunque no había palabras suficientes para describirlo.

La Verdad de LisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora