Mi lindo niñero, T/N x Moondrop

1.3 [final]

No estás segura cuanto tiempo estuviste esperando, el cansancio y la tristeza te habían consumido cual fuego a una vela, te habías quedado prácticamente dormitando a su lado mientras esperabas que todo hubiera salido bien...

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Ahora te encontrabas en una especie de cápsula esférica encerrada, a pesar de verse echa de vidrio al intentar romperla no resultó en nada más que un dolor en tus puños. Te levantaste y miraste a tu alrededor algo confundida, estabas en un espacio completamente oscuro, sin embargo la misma celda esférica que te contenía emitía una luz suave. Diste un pequeño empujón a la esfera provocando que avanzara y te jalara con ella, no tenías mejores ideas, así que comenzaste a avanzar sin rumbo, adentrándote en la oscuridad de tu propio sueño sin saberlo.

Ni siquiera había pasado tanto hasta que comenzaste a escuchar distintas voces proviniendo de varios lugares en el vacío, comenzaste a seguir cada grupo de voces de una en una, parecían ser tus recuerdos, fragmentos de ellos. Comenzaste con un recuerdo de tu madre, regañándote por haber roto un jarrón tras correr detrás de un insecto que saltaba por tu hogar, por lo pequeña que te veías parecías tener unos 4 años aproximadamente; este recuerdo te provocó una pequeña sensación de amargura, la esfera que te contenía tornándose un purpura oscuro traslucido, nunca te había gustado que te regañaran por detalles tan pequeños, aunque bueno, eran pequeños solo para ti. En el segundo recuerdo, podías ver como te presentabas ante Sundrop, al parecer era el primer día en el que se encontraban, hace poco tiempo; sonreíste, y la esfera se tornó de un tono amarillo pálido, comenzabas a comprender la razón de estar encerrada de esta forma. Pasando al siguiente recuerdo, viste a tus amigos animatronicos escondiéndote de los guardias de formas muy divertidas mientras jugaban contigo; esta vez reíste, la esfera brilló con mayor intensidad en un tono amarillo más fuerte, pero te diste cuenta de un detalle, no podías ver el rostro de Freddy, era muy extraño, pero terminaste por dirigirte al último recuerdo... No podías ver nada, solo escuchabas voces a tu alrededor, si prestabas suficiente atención parecía ser que algo cubría tus ojos; alcanzaste a escuchar dos únicas voces, discutiendo que hacer contigo, una mujer joven y una voz áspera y lastimada de lo que alguna vez fue un hombre. Te estremeciste al escuchar la voz del hombre, pero no sentías que este fuera uno de tus recuerdos, estabas segura de no haber vivido esto, pero te dolía, dolía mucho, comenzaste a temblar y a buscar alejarte del recuerdo pero tropezaste. Simplemente te envolviste en tus brazos mientras intentabas protegerte, la esfera se encogió hasta únicamente envolverte a ti. De pronto, hubo silencio, las voces habían desaparecido, y otro cuerpo aparecía frente al tuyo, aunque fuera de la esfera. Dudaste, si era el dueño de aquella voz rota estabas segura de que morirías si lo mirabas a la cara, pero al armarte de valor y subir la mirada pudiste ver a un niño pequeño, unos 10 años, cabello castaño, mirada inocente y dulce... te recordaba a alguien en particular. Tras cruzar miradas con el niño la esfera que te envolvía se rompió y apartó de ti, el niño dio un paso hacia ti y te extendió la mano, hablando con una voz dulce y suave.

— Levántate, aún no has terminado tu labor

Sentiste como un par de lagrimas se deslizaban por tus mejillas sin tu consentimiento antes de que tu mano se deslizara hasta la suya y te levantaras mientras aún le tomabas la mano, era más pequeño que tu, pero parecía ser mucho mas seguro de si mismo que tu mientras te guiaba con su pequeña estatura a un punto específico del vacío.

— Freddy... — no te pudiste contener, verlo con vida, o algo así, te tenía mucho más que satisfecha, aunque esperabas que verdaderamente fuera él y no un producto de tu imaginación. El niño simplemente te miró una vez y te ofreció una cálida sonrisa, era la única confirmación que necesitabas.