1 de Septiembre de 2021.
Darkhill, Tantan.
14:00 hrs.Siempre creemos que somos eternos, ese es nuestro error. Creemos que la vida será para siempre y que lo que hagamos ahora no tendrá sus consecuencias, aún cuando estamos conscientes de que toda acción tiene una reacción. El ser humano hace y deshace a su antojo, aún sabiendo que puede ocasionar un mal, pero estamos tan acostumbrados a que siempre existe una solución que no nos importa cuántos salen perjudicados en el proceso.
Así es con todo, desde el comienzo de los tiempos. Siempre ocurre un acontecimiento que parece ser el final pero el ser humano logra salir adelante y superar la adversidad, aunque en el proceso muchos pierden la vida.
Parece ser que cada generación está marcado por un gran acontecimiento. La primera y segunda guerra mundial, la guerra fría, la peste negra, el H1N1, y así más eventos que nos han marcado desde que existe los primeros hombres.
Pero en ninguna parte de la historia se habla de muertos vivientes o cadáveres andantes, o que existieron zombies. Eso tan solo se veía en películas de ciencia ficción, en libros o profecías vagas de algunos videntes o personas que querían hacerse famosa.
- ¡Feliz cumpleaños, Naîm!- mis pensamientos fueron interrumpidos por Abigail, que estaba frente a mi con una sonrisa y un ponquesito de chocolate, sobre este había una pequeña velita.
Segundos después entraron los demás, con más ponquesitos de otros sabores y velitas. Sonreí ante aquel gesto de los chicos, una sonrisa que no terminaba de llegar a mis ojos.
- ¡Feliz cumpleaños! - dijeron al unísono. Me contagiaron un poco de su buena energía.
- Chicos, no tenían...- me interrumpieron, estaba apenada.
- Si teníamos- dijo Dahiana- es tu cumpleaños y aunque el mundo se esté acabando tu estás acá, viva y cumpliendo otro año más - Dahiana siempre sabía que decir- ¿Eso te parece que no es motivo de celebrar?
- Yo no...- no sabía que responder.
- Solo olvida todo por ahora, Naîm- me sonrió Abigail con esa calidez que la caracteriza.
- Gracias, chicos- les sonreí conteniendo mis lágrimas, no iba a llorar frente a ellos. Abigail notando mi estado se acercó para abrazarme, y acto seguido los demás hicieron lo mismo. Levanté un poco la vista y pude ver a la niña alejada, observando la escena con una distancia prudente.
Me aleje de los chicos para acercarme a ella, ella retrocedió un poco, aún le costaba confiar, y la entendía perfectamente. Le sonreí con sinceridad, y le tendí la mano, ella la vio frunciendo el ceño y luego fijo sus ojos en los míos, al fin podía ver su color con claridad, eran de un tono verdoso, bien podrían pasar por avellanas.
- No tengas miedo- me dije y le insistí en que me diera su mano.
- No puedo - hizo referencia a que no podía tocarme.
- Ya estaría contagiada- le dije.
- No quiero contagiar a nadie más - respondió en voz baja.
- ¿Cómo sabes que contagias así? - Lizzy se acercó a nosotras, la niña de encogió de hombros.-Digo, ya estaríamos contagiados, ¿No?
La niña negó.
- Solo si me tocan - dijo firme.
- Hasta ahora solo Gael y yo la hemos tocado - la miré, Lizzy alzó sus cejas y abrió los ojos como si hubiese descubierto algo increíble.
- ¿Abigail no? - pregunto.
- No, creo que no.
- Hay algo que no sabemos, siento que algo no encaja - dijo Lizzy pensativa, mientras se levantaba y se dirigía a su computadora.
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Inmunes ©
Science FictionEl ser humano cree que está exento de la extinción. Cree que puede ser dios y que a través de sus infinitos experimentos y avances tecnológicos puede hacer que la vida como la conocemos cambie de tal forma que seamos inmortales. Un grave error. El s...