Saque inicial

Encuentro

Cuelgo la llamada de inmediato.
- ¿Que coño haces? Ha aceptado - dijo Ruslana enfadada
- Me he puesto nervioso, ¿qué hora es?
- Las 18:31
- Me tengo que ir, juego a las 21:00.
- Hablale a Juanjo- me dijo mientras yo abria la puerta.
- Ni lo dudes- dije mientras me iba soltando una risilla.
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- ¿¡Qué?!- gritó toda la plantilla
- Como oís, hoy Martin va a salir titular, y con 19 años, aprended un poco- dijo mi entrenador.
Yo seguía sentado en el banquillo del vestuario muy callado.
- No me parece justo, yo no he jugado mal- dijo Eneko visiblemente enfadado.
- Ya lo se, pero Martin ha marcado 3 goles en los últimos 3 partidos, te ha superado en efectividad.

Todo el vestuario permaneció en silencio, hasta que el mister nos dijo de ir saltando al campo.
- ¿Cuanto has pagado eh enano? - me dijo Eneko empujándome -Si eres malísimo.
- Cállate Eneko, tampoco te pongas agresivo- dijo Alex defendiéndome
Esquive a Eneko y fui hacia el campo.
Empieza el partido.
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Siento que no puedo correr más.
Minuto 84'
Vamos empate, 2 a 2
He dado una asistencia pero no era momento de pensar en eso.
Alex regateó a un par de jugadores en el centro del campo, y vi un desmarque claro.
- ¡Alex!- grité desmarcándome.
Alex me vió rápidamente y me dio un pase al hueco por arriba.
Doy un sprint y logré controlar la pelota, al parecer no había sido fuera de juego.
Los defensas quedan atrás, y me quedé al mano a mano.
El portero vino hacia a mi, estabaen el borde del área.
Ví que tenia espacio e hice una vaselina.
El portero se estiró pero no logró atrapar el balón.
- ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!
Fui a celebrar el gol junto a todos los del equipo.
Todos menos Eneko, que seguia sentado en el banquillo.
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- Venga Martin, vamos a tomarnos algo aunque sea nosotros tres solo- me dijo Alex saliendo del vestuario.
- Dale loki, nos la vamos a pasar bien, vení- dijo Lucas poniéndome el brazo por detrás del cuello.
- Bueno va, pero dos copas nada más.
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- Os lo juro, quiero que me empotre de una manera extraordinaria- dije sinceramente.
Sí, eran las 4:00am y seguía en una discoteca con Lucas y Alex hablando de cosas que no debería borracho perdido.
- Loki, sos un capo, te quiero siempre conmigo- dijo Lucas y acto seguido me dio un abrazo.
Alex no había bebido tanto nos llevo a cada uno a nuestra respectiva habitación.
- Alex no, déjame en la discoteca que una chavala quería conmigo- le dije mientras Alex me tiraba en la cama.
- Duérmete ya anda- me dijo Alex llendo hacia la puerta- Ademas, ¿tu no eras gay?
- Soy bisexual, un respeto- dije haciendo el gesto de levantarme de la cama pero no pude.
- Buenas noches Martin, duérmete anda- dijo mientras me apagaba la luz y se iba.
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Me despertó el sonido de una notificación.
Abro el movil.
"250 notificaciones de Whattsapp"
"Russss"
"tio has visto lo de la revista marca????"

Todo el mundo me preguntaba y felicitaba por no se qué de la revista marca.
Por si no lo sabes, Marca es una de las revistas deportivas mas importantes de España.
Abro Google y busco Marca.

"¿¡QUÉ?!"
Ese fue mi pensamiento, es muy fuerte que me hubieran escrito un articulo sobre lo que estoy destacando en el torneo.
Mi madre me llamo y hable con ella un rato, luego fui con Ruslana y comí con ella.
- Le habrás hablado a Juanjo, ¿no?- me dijo mientras le metía un bocado a su hamburguesa.
- Ehhhh, no- le dije nervioso.
- Madre mia Martin la madre que te pario, lo llamas o le escribes pero ya.
- Que me da mucha verg-
Ruslana me interrumpió metiéndome una patata en la boca.
- O le escribes o le escribo.
Terminamos de comer y, obligado por Ruslana, le escribí a Juanjo.
"Juanjo_ot2023"
"oye quedamos a las ocho en la azotea de mi hotel?"
"venga, allí estaré ❤️"
- ¡Que me ha puesto un corazón! - dije mientras saltaba en el sofa- Le amo tío.
- Venga, menos rollo y haber que te pones- me dijo Ruslana cortándome la fiesta.
- Me voy a ir tal que así, no tengo mas ropa.
- Bueno, tampoco estas tan mal, ven te voy a peinas que son las 19:30.
Parecía mi madre, pero en verdad me hacia estar seguro.
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20:03
Estoy sentado en el suelo de mi azotea.
Pensaras "fua que cutre" pero no podía arriesgar a que vean a Juanjo conmigo, entiendo que es difícil salir del armario.
- Hola- me dijo Juanjo asomando de la esquina de la azotea.
- Ostras, hola - dije sorprendido soltando una risilla.
- Escuchame Martin, si me has ducho de venir para hablar de lo que paso el otro dia pues te quiero decir que yo-
- Te he traído para decirte que me gustas, que estoy hasta las trancas de ti y que quiero ayudarte en todo lo posible si es correspondido- dije de carrerilla.
Se hizo un pequeño silencio mientras nos mirábamos a los ojos.
- Que fuerte, a ver como te digo yo esto- dijo Juanjo nervioso- Me gustas Martin, no paro de pensar en ti, pero la idea de que me guste un chico me aterra, no se como reaccionaria mi circulo social, mi familia...tengo miedo.
Le agarre las manos a Juanjo mientras el miraba al suelo.
- No tienes que tener miedo, si de verdad quieres que te ayude te acompañare en todo el trayecto que supone salir del armario, eres un chico increíble Juanjo, muy especial.
Juanjo levanto la mirada y se rio.
- Tu si que eres especial, futbolista, libre, guapo, maduro, eres increíble.
- Bueno, tu no tienes tantas cosas buenas como yo eh- dije sarcástico.
- Pero serás mamon- me dijo riéndose mientras me tiraba al suelo haciéndome cosquillas encima mia.
- Y que dices, ¿me dejas acompañarte en todo esto?- le dije en una breve pausa que se hizo.
- Pues claro tonto- me dijo sonriente.
Acto seguido le coji los mofletes y le di un pico, infantil y sincero, para demostrar que me seguía atrayendo sexualmente.
- Me gustas mucho Martin.
- Anda que tu a mi- le dije quitándole de encima mia.
Los dos nos quedamos mirando al cielo, ya era de noche y desde la azotea se veían las estrellas.
- Bueno, supongo que tendré que irme, creo que mi familia cena conmigo hoy- me dijo Juanjo levantándose del suelo.
- Que pena- le dije levantándome yo también.
- Pena de qué, mañana nos vemos- me dijo sonriendo.
Luego me dio un pico y se fue.
Sentía miles de mariposas revoloteando por mi estomago.
Me quede quieto, procesando lo que acababa de pasar.
Cuando escuche cerrarse la puerta de la azotea empece a dar saltos de alegría.
- ¡Si, si, si, si!- dije eufórico.
Realmente era el chico de mis sueños.