CAPÍTULO 3

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MALDITO FORD

Elendor Duhé

Mi madre salió temprano del trabajo por lo tanto estamos de camino a una nueva casa que nos consiguió Walker (el padre de Lily).

—No soy nada tuyo para que andes comprándome cosas —lo reprende mi madre y sí, son ellos discutiendo, mamá siempre termina aceptando, él le regala algo, ella lo llama le pelea, pero todavía así, siempre lo acepta.

Miro la casa que nos espera y yo la verdad no me quejo, él desde que se enteró que mi hermana era su hija siempre no ha ayudado económicamente, ya que mi madre rechazó la herencia que le correspondía y el dinero que envía mi padre todos los meses es entregado a una constitución de huérfanos.

Según ella es dinero sucio el cual nunca lo usaría.

Walker también fue quien le consiguió el trabajo a mi madre, ya que es un viejo amigo del padre de Darek, me bajo primero que ella, miro las cámaras que tiene la casa por fuera, es grande y de dos niveles.

Queda alejado de casi todo, tenemos un par de vecinos y el ambiente se ve tranquilo. No sé si esto llamará más ladrones o que.

—Gracias —es lo último que dice antes de cortar —vamos mi amor —me toma del brazo cuando deja el auto en su lugar.

Abre con una llave, el interior está decorado con muebles, veo la cocina desde aquí y supongo que arriba están las habitaciones, es más grande por dentro que por fuera, hay una gran lámpara que cuelga del techo, miro a mi madre que está igual de sorprendida que yo.

—Lo voy a matar —cierra la puerta y subo las escaleras corriendo, está área es aún más grande con cuatro cuartos y todos son grandes, no me detengo a ver el que tiene mi nombre y me guío por un pasillo que tiene un salón con un gran espejo.

«A mi hermana le gusta bailar».

Voy al cuarto que tiene mi puerta y no puedo esperar más, la pared con tonos blanco, y está decorado a conjunto, hay un espejo al lado de la cama y tengo hasta escritorio, me encamino al baño que tiene todos los productos que uso y también es espacioso y hermoso.

Llamo a Lily que responde de una vez.

—¿Te gusta?

—Me encanta, todo está muy bonito —le aseguro y escucho una risa ronca del otro lado, me tiene en altavoz.

—Papá y yo lo planteamos hace un año, le pedí que te comprara más cosas a ti porque como yo los gastos de una vez —no puedo evitar rodar los ojos —y estoy enojada contigo porque no me dijiste que un ladrón entró en la casa —se queja.

—Es que mamá me dijo que no te dijera nada Lily, no es mi culpa —apuesto que hizo un puchero.

—Recuerda que te veo el domingo ese día hablamos —le mando un beso y ella también.

—Dile a tu padre que gracias —susurro con vergüenza, no hablo mucho con él.

—No es nada Elendor —me responde él mismo y cierra la llamada, hay otra puerta que hay y es el closet, con toda mi ropa, pero hay más y justamente como a mí me gustan.

Salgo y abro las puertas corredizas de cristal que da con un balcón pequeño y acogedor, cierro con seguro, cubriéndolo con las cortinas, empiezo a desvestirme, estoy tan agotada y mañana tengo que levantarme a la misma hora.

Mi madre me dijo me iré con ella al trabajo y que no me quedaré sola en casa, que desde ahora en adelante voy y vuelvo en el auto con los muchachos, su jefa se lo comunicó así y también le dijo que es una forma de agradecer todo lo que mi madre ha hecho.

CUÍDAME ELENDORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora