CAPÍTULO 8

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EL PASADO TOCANDO LA PUERTA

Elendor Duhé

Otro amanecer más, otro maldito día donde me lo tengo que aguantar, es un fastidio, ya pasó una semana desde el incidente con Lily y Caden, que aún se disculpa, me pidió que le contara el porqué de mi hermana reaccionar así, pero no puedo decirle, es algo privado de ella.

Salgo del auto y el cuerpo sudado y ejercitado de Darek me pisa, los minis dedos se me duermen en segundos, seguido del dolor que me pone a apretar los puños. Nadie vio nada, Manís me saluda con un asentimiento de cabeza y para no pegarle al que cuidan me controlo.

Entro a la mansión y mi hermana no espera a la hora de salir al patio trasero, siempre se mete ahí y mamá me manda a hacer todo, Susana está limpiando la casa y la saludo por el camino.

Es una de las sirvientas que limpian la casa, una de las tantas.

Mamá empieza hacer el café de Adele y una vez está el olor me inunda las fosas nasales, no me gusta, pero huele delicioso, espero a Adele que siempre llega justo cuando está, sin embargo, no llega.

—Llévaselo mi amor —mamá me da la taza y me sonríe, créanme ya estoy acostumbrada, subo las escaleras mirando el gran retrato de una bella familia.

Ignoro el pasillo donde queda el cuarto de Darek y entro al de su madre donde yace él a su lado, está sosteniendo su mano con fuerza.

—¿Te duele el cuerpo? —la pregunta sale desesperada de sus labios, dejo el café en la mesita de noche, en silencio para no interrumpir.

Darek se levanta a tomarlo y se queda detrás de mí, claro no se mueve, espero que no haga nada fuera de lo normal.

—¿Se encuentra bien? —ella niega y cierra los ojos como si estuviera cansada, su hijo aprovecha para pegar sus labios a mi oreja, poniéndome los pelos de punto cuando susurra:

—Eso no te importa —me deja cuando Adele abre los ojos.

—Tengo algo de fiebre, una gripe tal vez —inclino mi cuerpo para tocar su frente y sí, se sientes un poco caliente.

—Hay que llamar al doctor, quiere que le haga algo liviano para desayunar, tal vez una sopa.

—Tranquila cariño, el doctor viene ahí, también viene a revisar que tiene mi hijo, ¿Verdad Elendor que está pálido? Míralo —volteo y tengo que estirar el cuello para verlo mejor, está con su cara de culo mirándome de arriba abajo como si el uniforme me quedara horrible, vuelvo a mirar a su madre para así ignorarlo.

—Sí, tiene razón.

Adele me sigue contando sobre la mala alimentación de su hijo, sobre lo muy preocupada que la tiene todo eso, pero que él no le hace caso, Darek pasa por mi lado y se los juro, miren lo juro por mi abuela difunta que sentí una mano rozarme los glúteos, lo miro cuando se aleja y toma del café con una media sonrisa en los labios.

Lo miro boquiabierta y la sonrisa se le baja en segundos, rueda los ojos y frunce el ceño de una vez.

—Ya madre, no tienes que darle explicaciones —susurra y me vuelve a mirar mal, es loco.

—Le aviso cuando llegue el doctor —asiente y sonrío con el hijo ignorándome.

Me voy hacia el patio trasero dónde encuentro a mi hermana hablando por llamada irritada, me siento a su lado y corta la llamada.

—Problemas en el paraíso —determino y gira los ojos fastidiada.

—Un maldito compañero de clases, dice que no va a ir hoy y le tocaba llevar la maqueta que todos hicimos y para colmo nos viene a decir que se le rompió.

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⏰ Última actualización: Aug 16 ⏰

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