CAPÍTULO 6

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Mujer tenía que ser

Darek Ford

Es loca.

Claro que lo es, me pegó no sé cuántas veces anoche, estaba como en otra dimensión no sé que le dió el imbécil de Chase que la dejó tan mal, a ella está bueno por estúpida, la espalda la tengo roja por los arañazos que me dio, no sabía que nadie la había tocado hasta que entré en ella con fuerza bruta.

Si mi madre viera esto me mata, por lo tanto tendré que tirarla por la ventana, apago la cámara para que deje de grabar, cuando se mueve, pero se queja un poco.

—Mmm —queda boca abajo, sin embargo, no dura mucho cuando se levanta, sin abrir los ojos—¿Por qué tengo molestia?

Los pechos que tanto acaricie anoche se mueven con cada respiro de ella, son grandes, bastante, parecen un maldito postre gigante.

—Estás loca sabías —se levanta corriendo y casi tropieza con la manta intentando enrollarla en su cuerpo, es como si se hubiera quedado un largo tiempo pensando en la cama hasta que se dio cuenta de lo que pasaba

—¡Qué mierda! —se limpia los ojos y me mira mejor —Darek.

Mira la cama y la gran mancha de sangre que hay, eso fue su culpa, me hizo tomarme 4 botellas en modo de reto y yo no puedo perder, le di demasiado duro para ser su primera vez. después se mira debajo de la manta que no cubre casi nada y por último a mí que estoy recostado de la mesita de noche con unos simples pantalones de pijama.

Es demasiado pequeña, parece como si la hubiera cortado a la mitad y la dejaron así.

—No —los ojos se le vuelven agua —no, tenía que esperar al matrimonio, no era contigo, tenía que ser con el hombre que yo quisiera.

Hace tantos pucheros con los labios que no me deja más alternativa que ignorarla, observo el espejo en silencio.

—Como si fueras a aguantar —me mira mal y seguido después a la cámara detrás de mí.

—¿Grabaste todo? —la pregunta surge desesperada —¿Vas a subirlo?

Hace teorías estúpidas, la ignoro y sigo mirando el espejo.

—Dime que no, por favor, sé que no te caigo bien, pero no hagas eso.

—Ujum —toma una almohada solo para tirármela, la tomo y la tiró a la cama de vuelta, no es una mujer de mucha paciencia.

—Deja de responderme así, estamos en algo serio dame el vídeo —niego —por favor —susurra, cuando ve que no le hago caso se revela —eres un imbécil estás loco, eres un estúpido canalla...¿Por qué se levanta? .

Mira a la dirección del espejo donde tanto he mirado y se da cuenta que tiene las nalgas afuera mostrando todo lo que le hice.

—Te dije que lo ibas a pagar —se voltea dejándome ver con más claridad los glúteos recuerda que no tiene nada y empieza a taparse corriendo.

—Me voy a duchar en tú baño por qué yo quiero —asiento y me mira mal, empieza a llorar de nuevo —pero yo en verdad me apena —recuesta la cabeza sobre el marco —pero tú eres un imbécil, sabes jodete me voy a duchar aquí por qué yo quiero.

Se va sacándome el dedo, por eso le pasa lo que le pasa por provocarme, salgo y cierro con llave para que no salga.

Entro al cuarto de madre que claro no llegó anoche tampoco responde mis llamadas, bajo las escaleras y el olor a comida no me produce apetito.

—Estabas con una gata, mira cómo te dejó la espalda —Camilla aparece detrás de mí y no puedo evitar sonreír malicioso.

«Si supiera».

CUÍDAME ELENDORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora