CONQUISTANDO EL CORAZÓN DE UN LOTO || Chengxian

III. CORAZONES EN CONFLICTO.

Dos semanas antes de la boda, el matrimonio Jin se encontraba en las afueras de los túmulos funerarios, un lugar antiguo y misterioso envuelto en una atmósfera densa y cargada de historia. Aguardaban nerviosos la autorización de Wei Wuxian para acceder a la montaña, comprendiendo que este paso era crucial en su búsqueda de respuestas sobre los enigmas que envolvían el lugar.

Permanecieron expectantes durante unos minutos más, observando con atención cómo la barrera mágica, tejida con hilos de energía espiritual, se alzaba gradualmente, otorgándoles el permiso para avanzar. Era un momento tenso, lleno de anticipación y preocupación por lo que podrían descubrir una vez dentro. Recordaban las historias que hablaban de la montaña, de sus secretos oscuros y de la ominosa energía que parecía emanar de sus profundidades. Los cadáveres que antes yacían en las orillas de Yiling, ahora se disolvían en la oscuridad de los recovecos donde solían esconderse, un fenómeno inquietante que recordaba al matrimonio Jin el constante peligro que acechaba en aquellos territorios.

—Te esperaré aquí, A-Li. Creo que esta conversación es algo que solo les concierne a ustedes dos. —dijo Zixuan quedándose atrás, con la mirada perdida en el horizonte oscuro de la montaña. No desconfiaba de su cuñado; sabía que Wei Wuxian haría todo lo posible por proteger a su esposa—.

—De acuerdo, regresaré pronto, A-Xuan. —Yanli se despidió con una dulce sonrisa. Notaba el suave murmullo del viento entre los árboles cercanos mientras se acercaba a la entrada oscura de la cueva. Aunque su expresión era serena, sentía una preocupación palpable por el estado de su hermano—.

—¡Shijie! Me alegra que vinieras a verme. ¿Por qué llegaste sola? ¿Dónde dejaste al pavo real? —Recibió alegremente a su hermana con un abrazo, pero su voz también llevaba un deje de preocupación y curiosidad. Había una mezcla de emociones en su tono, desde la alegría genuina de ver a su shijie hasta una preocupación latente por la ausencia de su cuñado, a quien, muy a su pesar, consideraba parte de su familia—.

—A-Xuan decidió quedarse afuera para darnos un poco de privacidad. —Se sintió reconfortada por el abrazo de su hermano, disfrutando de ese momento fraternal. Aunque su risa reflejaba felicidad, había un toque de ternura y complicidad, mostrando su cariño por Wei Wuxian y su deseo de compartir algo importante—. A-Xian, me alegra verte, pero no solo por eso vine, también tengo una noticia para ti.

—¿Todo bien en Yunmeng? ¿Estás bien? ¿Jiang Cheng está en problemas? ¿Le pasó algo a los Wen? —Al ver a su hermana tan seria, se preocupó y buscó señales de angustia en el rostro de Yanli. Sentía una mezcla de preocupación y ansiedad; su deseo de proteger a su familia y su sentido de responsabilidad lo impulsaban a buscar respuestas inmediatas ante cualquier indicio de problemas—.

—A-Xian, cálmate, todo está bien. —Tomó suavemente las manos de su hermanito al ver cómo sus ojos parpadeaban en rojo, buscando tranquilizarlo ante su evidente preocupación. Aunque su corazón latía con fuerza, su voz sonaba firme y tranquilizadora, mostrando su determinación de manejar la situación con cuidado—. No hay ningún problema dentro de la secta, pero este asunto sí tiene que ver con A-Cheng.

—¿Algo le pasó a Jiang Cheng? ¿Qué tan serio es? —Estaba cada vez más preocupado mientras esperaba la respuesta de su hermana. Aunque intentaba mantener la calma, su intranquilidad por el bienestar de Jiang Cheng lo mantenía en suspenso, y el silencio de Yanli solo aumentaba sus temores—. ¿Qué está pasando, Shijie? Tu silencio me está poniendo nervioso.

—Sé que no soy quien debería contarte esto, y menos de esta manera, pero... —Guardó silencio por unos momentos, sintiendo el peso de las palabras que debía pronunciar. A pesar de su esfuerzo por mantener la compostura, se sentía abrumada por la tristeza y la preocupación al comunicarle a su hermano la noticia del matrimonio de Jiang Cheng—. A-Xian, A-Cheng se va a casar en dos semanas.