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Tweek coge un poco de hielo del congelador, lo pone en una bolsa y se lo lleva al labio. Su madre no está en casa al igual que Richard. Tampoco quiere que lleguen, no quiere preocuparlos con las heridas.

En el espejo ve un reflejo demacrado. Una pequeña costra parecía asomarse en su labio inferior.

Definitivamente fue una mala idea meterse con Trent Boyett. Pero no se arrepentía. Claro que no. Había insultado a Butters, y aunque el rubio le había insistido como siempre en dejarlo e ignorarlo, Tweek había sacado por primera vez un poco de valor de quién sabe dónde, y le había contestado.

Por supuesto que a Trent no le había gustado que le dijesen cobarde homofóbico hijo de puta enfrente de las chicas. Tomó el cabello de Tweek y lo pateó en el estómago para después tirarle un puñetazo en la boca. Trent se fue, el reducido público se disipó y Butters le ayudó a incorporarse.

—Sangras— la voz del rubio sonaba preocupada.

Pero Tweek solo pensaba en lo patético que era. Trent había sido tan rápido y Tweek tan lento. Tweek tan estúpido. Tweek tan débil, pequeño, indefenso.

Odia a la persona que lo ve en el espejo. No quiere ir mañana a clases. Por un momento cree conveniente quedarse y no bajar al piso de Craig. Se siente cansado mentalmente. Después lo piensa mejor. En realidad, no quiere estar solo, quiere compañía, quiere hacer el intento de divertirse, sonreír y olvidar el mal rato.

Craig enarca una ceja cuando lo ve. No le dice nada hasta después de un buen rato. Pero Tweek no está cómodo hablando sobre eso.

—¿Ayer tenías eso en el labio?— murmura, aun concentrado en el juego.

—No, sucedió esta mañana— responde  Tweek en el mismo tono.

—¿Me vas a decir que pasó, o no me molesto en preguntar?

—Fue una estupidez, nada realmente malo.

Craig mira una vez más a Tweek de reojo. No quiere admitirlo, pero está preocupado.

—Tweek, hay días en donde haga lo que haga no puedo hacerte parar de hablar. Y hoy estás tan callado que me desesperas.

El menor ahogó un gemido. Pensó que Craig pasaría del tema y que lo dejaría, no era agradable para él dejarse ver la faceta más débil ante el rubio.

—Simplemente Trent me golpeó, y ya. Te dije que no era nada— masculló de mal humor.

Craig paró el juego un momento y Tweek jadeó, realmente se estaba esforzando en ello. El ojiverde examinó de cerca la herida de Tweek, quien se puso un poco nervioso. Ciertamente, y aunque no eran nada grave, no se veía muy bien.

—¿Y no hiciste nada?— Craig de pronto estaba fastidiado.

—¿Pero qué podía hacer?— Tweek también se fastidió.

—¿Quieres decir que él no recibió nada?— gritó.

—¡No podía!— Tweek sentía un nudo en su garganta que le impedía hablar con normalidad.

—¡Tendrías que haberle atinado también!

Tweek ya no podía hablar. Estaba tan enojado de pronto consigo mismo y con Craig. Estaba enojado con todo el mundo.

—Tweek....— Craig bajó el tono de su voz de inmediato —Oye, no quería hacerte sentir mal, solo...

—Ya sé que soy un inútil inservible Craig, no tienes que restregármelo en la cara— dijo mientras dejaba caer lagrimas traidoras.

—No me refería a eso.

Tweek se paró dirigiéndose a la puerta. Si iba a llorar como una nena, entonces mejor lo hacía solo. Craig también se paró e impidió que se fuera.

—Por favor, quiero irme— pidió.

—No te vayas, Tweek discúlpame, solo estaba enojado con ese tipo. ¿Al menos quieres decirme cómo sucedió?

—Le había dicho gay chupapollas a Butters... y yo le dije homofóbico y algo más.

—¿Algo más?

—Homofóbico hijo de puta, cobarde, algo así, no recuerdo.

Vaya, Craig no conocía aquel lado agresivo de Tweek.

—Bien, no es tu culpa— Craig quería calmarlo —No llores más.

—Soy un patético— balbuceó Tweek y se volteó dándole la espalda a Craig.

¿Por qué demonios lloraba de esta forma? Y peor aún frente a Craig. Tweek no quería que él piense que era débil. Todos menos Craig. Quería demostrarle que él también podía ser valiente, Tweek quería desesperadamente ser valiente. Y Craig sabía de esto. El pelinegro sabía sobre el conflicto mental que Tweek tenía a cada instante. Se sintió responsable, aunque sabía que él no tenía la culpa de ello. Le dio lástima. Suspiró pesadamente. Tweek estaba tratando realmente.

En un momento que Tweek no pudo identificar, sintió los brazos de Craig envolviéndolo desde atrás. Él nunca lo había abrazado, y lejos de sentirse extraño, lo sintió familiar. Tweek por primera vez se sintió protegido. Las lágrimas pararon y el rubio intentó respirar profundamente.

—No eres patético. Eres valiente por defender a Butters. Y Trent puede irse a la mierda. Todo el mundo puede joderse Tweek, tú eres mejor que ellos.

Sí, que todo el mundo se joda. Tweek ahora no podía pensar en nadie más que en ellos dos. Cuando estaba con Craig, no solo el resto del mundo se jodía, también desaparecía. Tweek no sabía exactamente el porqué, y tampoco le importó. Que todos se jodan, que Trent Boyett se vaya al carajo. Craig estaba ahí ahora.



I wanna be with you |Creek|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora