Capitulo 8

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Centro Médico Militar Nacional Walter Reed.
Washington DC
Narra Charles

El ver a Amelia perdiendo demasiada sangre me alertó, no me quería alejar de ella en ningún momento y lo deje claro cuando subí al helicóptero que nos trasladaría a un hospital militar por seguridad. Una vez que llegamos la trasladaron a una sala pues necesitaba cirugía y recuperar la sangre que había perdido en la explosión.

-Necesitas ésto -dijo George senatandose a mi lado y dándome un café el cual tomé.

-¿Desde cuándo lo sabías? -dije fijando mi vista al frente, la confesión de Amelia me dejó helado, nunca esperé que me dijera que éramos padres. Debo confesar que el dormir con los niños y Amelia me trajo una tranquilidad que desde hace años no tenía.

-Desde que Carmen se enteró me lo dijo, Charles una vez que Amelia salga de aquí creo que los deben de hablar -dijo George viéndome serio y haciendo que volteara a verlo. No pude decir más pues las puertas de la sala fueron abiertas por Alex quien ahora era el presidente y sus padres

-¿Qué hace este tipo aquí? -dijo el padre de Amelia en cuanto me vió, estaba que ardía y lo entendía ahora. Si alguien le hiciera algo a Charlotte estaría como él. La madre de Amelia lo tomo del brazo deteniendo que viniera a golpearme, creo que me lo merecía

-Papá no es momento ¿Qué saben de mi hermana? -dijo Alex viéndonos preocupado, en la reunión dijo que el no se metería en lo qué su hermana y yo tuviéramos, ella le pidió eso y el lo iba a respetar.

-Estan interviniendo -dije viendo a Alex quien se aflojó la corbata en busca de aire

-¿Y los niños? Marcus ¿Dónde están los niños? -dijo la madre de Amelia viendo al jefe de seguridad de Amelia preocupada

-Fueron llevados al pentágono, Gabriela está con ellos y la señora Carmen llegó después para ayudar, Gabriela también esta herida. -dijo Marcus viendo a los padres de Amelia quienes parecían querer explotar, Marcus no estaba en las mejores condiciones, tenía un cabestrillo en el brazo izquierdo y Gabriela tenía algunas ligeras quemaduras. El saber que Carmen estuviera con los niños me dejó un poco más tranquilo

-Sera mejor que te vayas -dijo el padre de Amelia viéndome serio y tratando de controlar su ira

-Señor ex presidente, con todo respeto... -dijo Marcus tratando de aligerar el ambiente, pero en éso salió el medico de Amelia

-Señor presidente, ex presidente, ex primera dama, soy el Almirante Rupert soy el médico que está viendo a la primera dama -dijo el doctor saliendo y dirigiéndose a nosotros

-¿Cómo está mi hija almirante? -dijo el padre de Amelia preocupado por la salud de ella, todos estábamos esperando una respuesta de su parte

-Fuera de peligro, logramos sacar todos los cristales que tenía en sus piernas, la perdida de sangre nos preocupaba pero pudimos reponerla, la sangre que dono el señor Leclerc fue de mucha ayuda. Ahora es cuestión de tiempo para que se recupere totalmente, usará un par de meses unas muletas para trasladarse pero de ahí en fuera es todo -dijo el doctor explicandonos todo lo que había hecho y no ocultando de que yo fuí quien le dono a Amelia sangre, pues teníamos el mismo tipo de está.

-Muchas gracias Charles -dijo la madre de Amelia agradeciendome a lo que solo afirme

-¿Cuándo podremos verla? -dije viendo al médico quien afirmó y reviso su reloj

-Dentro de una hora debió haber despertado de la anestesia. Con su permiso -dijo el doctor para luego desaparecer y dejarnos ahí

-Marcus, que trasladen a los niños a la casa blanca si ya no hay riesgo ¿Cómo fue que pasó todo ésto? -dijo el padre de Amelia viendo a Marcus confundido y molestó.

-Dios, los niños deben de estar asustados por lo que le pasó a su madre -dijo la madre de Amelia sentándose y su esposo se sentaba a su lado

-Aún no lo sabemos señor, estamos viendo de dónde fue la fuga, mande a qué investigarán la caminata. El servicio secreto, el FBI y la CIA están trabajando juntos para llegar a fondo -dijo Marcus viendo al padre de Amelia que tenía un debate mental

-¿Crees que haya sido un ataque terrorista? -dijo Alex viendo a Marcus quien negó con la cabeza

-No lo sé señor, fue muy poco tiempo para que organizarán algo como ésto -dijo Marcus viendo a Alex quien se sentó enfrente de sus padres

-Les iré a traer café -dijo George levantándose de su lugar y hablando por primera vez, para después irse y dejarme ahí con ellos

-¿Qué se va a decir de todo ésto? Había miles de personas ahí, sabían que el ataque fue hacia Amelia -dijo la madre de Amelia viendo a su hijo menor quien negó

-El equipo de prensa dice que no alarmemos a los ciudadanos, van a sacar en un comunicado que fue una falla del auto -dijo Alex despeinandose un poco y dejando escapar un suspiro

-Lamento interrumpir pero la primera dama está despierta -dijo una enfermera acercándose a nosotros a lo que todos se levantaron y fueron corriendo detrás de ella. Espere a que George llegara y nos fuimos a la habitación donde ella estaba hablando con sus padres pero se detuvo al verme haciendo que todos dirigieran su vista a mí.

-No puedo crees que aún sigas aquí. Vete -dijo el padre de Amelia viéndome molesto pero me negaba a hacerlo

-Papá... El ya lo sabe así que por favor déjenme hablar con el -dijo Amelia viendo a sus papás y a su hermano quienes parecían dudosos en salir.

-Ya traje el café -dijo George llamando su atención con una sonrisa

-Vamos, debemos de tener fuerzas -dijo la madre de Amelia sacando a su esposo e hijo de la habitación para dejarnos solos

-¿Cómo te sientes? -dije viendo a Amelia y siendo el primero en hablar

-Como si un carro me hubiera explotado. Pero si lo hizo, entonces me siento así -dijo Amelia sonriendo y tratando de jugar a lo que yo negué

-El doctor dijo que vas a necesitar un tiempo las muletas para moverte -dije sentándome a su lado y ella afirmó no muy conforme

-Si, algo así me dijo Alex, odio las muletas, cuando era niña las use un mes y fue lo peor de mi vida -dijo Amelia sonriendo mientras me veía

-Charlotte y Oliver están en el pentágono con Gabriela y Carmen. Estaré un tiempo de vacaciones así que tenemos tiempo de sobra para hablar -dije viendo a Amelia mientras tomaba su mano

-¿Me odias? Por ocultar mi embarazo -dijo Amelia viéndome preocupada y yo negué

-Lo último que haría sería odiarte mujer, así que no pienses esas cosas. Tenemos muchos días para hablar -dije viéndola con una sonrisa para después acercar su mano a mis labios y dejarle un beso

-Gracias -dijo Amelia sonriendo, se veía cansada y sus piernas estaba vendas

-Te dejo descansar y vendré a verte -dije sonriendo para después levantarme y salir de aquella habitación, todos me veian esperando una reacción negativa de mi parte.

-Ya hablé con ella, con permiso -dije viendo a los presentes para después salir del hospital junto con George quien se mantuvo callado.



















































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HC

En Mónaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora