Singularity [Hyunlix]

36 (Final)

(...varios años después...)

— Jeongin... mi amor, despierta... — Félix estaba sentado en el borde de la cama de su hijo acariciándole sus negros y apenas largos cabellos en esa tranquila mañana.

Al alfa le costó un poco, pero después de unos minutos logró despertar con las feromonas de su papá envolviéndolo. — Buenos días... — su voz sonaba muy adormilada.

El omega no tardó mucho en abrazarlo con todo su cariño y llenarle las mejillas de besos. — Feliz cumpleaños, Innie. Espero que hoy sea un día muy especial para ti.

Rápidamente, volteó hasta su mesita de noche donde su reloj digital efectivamente marcaba que ese día era 8 de febrero. — Gracias pa... — realmente antes de eso no tenía ni idea de que ese día cumplía sus quince años.

— ¡Ya eres todo un alfa grande! Recuerdo cuando tenías unos seis años y pedías que te cargara a todas partes, ahora apenas soy más alto que tú. — nostalgia invadía cada una de sus palabras, mientras que con admiración observaba cada facción de su hijo.

— Bueno... es normal que los alfas sean más altos, no creo que debas preocuparte por eso. — decía entre risas porque eso obviamente iba a molestar al adulto.

— Eres igual de molestoso que tu padre. — se pegó una vez más al adolescente. — Baja, él te hizo algo de comer así que deberías estar ahí lo antes posible si no quieres verlo enojado diciendo que ya no lo quieres.

— Papá es el alfa más dramático que conocí en mi vida... — suspiró pesadamente.

— Puede ser, pero aún te faltan muchos años por vivir, así que seguramente te encontrarás a alguien peor. — El menor asintió mientras Félix iba hacia las ventanas y abría todas las que estaban al rededor, sintiendo cómo la fresca brisa recorría por su rostro. Desde ese segundo piso se podía ver su hermoso jardín que había sido construido en el par de años que se habían mudado a esa gran casa en una zona bastante alejada del centro de Seúl donde tenían una vida mucho más tranquila y sin tantas presiones.

Poco después de eso, bajó hasta la cocina donde se encontró con su esposo al lado de la estufa cocinando los mismos panqueques que había estado haciendo desde hace un par de horas, ya que su perfeccionismo no le permitía dejar que quedaran con el mínimo defecto. Félix se apoyó contra la espalda del alfa mientras lo abrazaba con cariño. — Innie vendrá en unos minutos, yo creo que le gustará mucho lo que hiciste.

— Yo también, este lleva siendo su desayuno predilecto desde que nació.

La relación con el pasado de esa familia era extraña, hace un año que empezaron contándole las cosas claras a su hijo, obviamente con mucho tacto y eliminando las partes más fuertes porque seguía siendo un adolescente y no querían exponerlo a un mundo tan macabro, pero tampoco querían que viviera sumido en una mentira, ya que en algún punto se rompería y tendrían muchos problemas, claro que fue difícil de hacer todo, pero al final del día los tres eran una familia muy unida y algo como eso no los separaría nunca.

Jeongin bajó por las amplias escaleras viendo todo lo que había en la mesa con curiosidad para terminar sentándose al lado de Félix con un plato con muchos panqueques y varias frutas además de sirope de chocolate. Finalmente, se vio obligado a saludar cuando Hyunjin se acercó a su puesto y lo empezó a mirar con esos ojos que podían matar a cualquiera que mantuviera contacto visual por más de un minuto.

— Gracias por el desayuno, papá... y buenos días también. — dijo derrotado por esa pelea de miradas a la que siempre el mayor terminaba ganado.

Esta vez por ser un día especial lo dejó pasar y se limitó a dejarle un beso en el cabello antes de ir a su propio asiento y servirle un poco de todo a su esposo, quien se veía muy feliz. Según Jeongin ese día no tenían planes así que podría buscar algún lugar para salir con sus amigos, aunque quería ver a alguien específicamente, pero sabía que no era posible, así que tenía que resignarse a algo sencillo aunque en realidad las fiestas de cumpleaños en su familia nunca pasaban de una pequeña reunión familiar donde se le entregaban unos cuentos regalos.