Décimo capítulo 🦎🔥

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- Amor mío, tengo hambre - replicó mi bonito novio Red

- ¿Quieres comerme? – le pregunté provocativamente

- Nono, espera – dijo Red – Tengo hambre en serio – replicó ligeramente sonrojado

- Así que no solo eres sexy y provocativo, también eres suficientemente tímido como para sonrojarte de esa manera tan linda. Vamos a comer

- Oye, soy más tímido de lo que piensas

- Si claro – dije juguetonamente – de todas maneras, voy a conocer todas y cada una de tus facetas, después de todo ahora eres mi chico

- ¿Y tú eres mío?

- Claro que si – dije levantándome, arrebatando la sábana que cubría a Red, envolviéndome en ella.

- Devuelve eso, tengo que cubrirme también

- Ven y alcánzalo – lo reté, con voz provocadora

Corrimos por toda la habitación como dos niños pequeños hasta que Red logró quitarme la sábana y lanzarla al otro lado de la habitación. Entonces me miró a los ojos directamente. Me paralicé por unos segundos, el corazón me latió más fuerte y sentí unos deseos enormes de besarlo. Y así lo hice. Nos besamos, tranquilamente. Veíamos una vida por delante, teníamos tiempo, no había necesidad de ir rápido y todo era bonito. El mundo nos había castigado injustamente pero ahora nos traía un premio mayor, que era estar juntos como debía ser. Nos duchamos juntos, acariciando y memorizando cada parte del cuerpo del otro.

- Te amo Blue – dijo Red, arrodillándose en el suelo para tomar mi pene en su boca cuando salimos de la ducha.

- Yo te amo más mi Red, no sabes cuanto – dije lo último en un suspiro, tratando de no gemir.

- Déjame oírte, por favor – rogó mientras volvía a meter mi pene en su boca, tocando su campanilla suavemente.

- Ah – no pude reprimir un gemido, su lengua se enroscaba lentamente y yo chocaba con su garganta.

Cuando me corrí Red me hizo saber que no habíamos terminado, mojó sus largos dedos con su saliva y embistió su punto sensible ante mis propios ojos. Era algo muy caliente de ver, y se lo demostré masturbándome mi extensión. Descubrí otra de las facetas suyas, podía ser versátil. 

Mi extensión no era pequeña, más bien de un tamaño considerable y grueso, con la punta rosada. Su extensión era más larga, pero ligeramente menos gruesa, y de todas maneras apetecible a la vista. Pasaron unos minutos hasta que él estuvo listo y decidí tomarlo contra el suelo, el baño era suficientemente grande como para que cupiéramos perfectamente y extendernos. Lo besé suciamente, acostándolo en el frío suelo, así que Red siseó al tocar su piel.

 Me encargué de besar su mandíbula al mismo tiempo que introducía mis propios dedos a su interior, que estaba bastante húmedo y apretado. Embestí su punto sensible mientras introducía mi lengua en su boca que en medio de un gemido abrió exquisitamente, invitándome a entrar.

 Noté que realmente sabían a frutilla,  labios dulces y suaves, que habían quedado rojos e hinchados por la rudeza de mis besos y pequeñas mordidas. 

Cuando terminé de prepararlo le besé el cuello, dejando dos marcas a cada lado, que supuse que quedarían moradas. Luego mordí gentilmente pequeños espacios de piel a lo largo de su tronco y bajé a sus piernas, dejando aún más marquitas y moretones, sin llegar a causar dolor.

Me dediqué a mirar mi obra de arte sobre la hermosa y suave piel de mi novio, era precioso, culminando con sus atentos ojos verdes pendientes a lo que yo fuera a hacer. 

Entonces introduje mi extensión en su interior, que me apretó deliciosamente, casi no podía aguantar más. Pero me obligué a esperar un poco, aún no habíamos terminado. Embestí al principio lentamente para que se acostumbrara a la sensación, hasta que Red movió sus caderas contra las mías y me moví más rápido, para encontrar su próstata. 

Cuando toqué su próstata recibí un gemido de placer de parte de Red, así que con rapidez y fuerza penetré sobre el mismo punto, sacándole los gemidos más calientes que había escuchado.

 Cuando sentí que me iba a correr aumenté mis embestidas y escuché a Red gritar mi nombre con fuerza, al mismo tiempo que se corría sobre su abdomen y yo al mismo tiempo dentro de él. Me recosté a su lado, sin notar el frío del suelo, hasta que me recuperé.

Me incorporé y lo besé nuevamente, con cariño y cuidado. Besé sus marcas y pasé mi lengua por encima de el semen de su abdomen, tragándolo todo. Luego lo ayudé a levantarse y lo ayudé a ducharse nuevamente. 

Le sequé su cuerpo y apliqué crema sobre su cuerpo, que dejó un agradable olor que se mezclaba con su propio olor. Aunque prefería su delicioso olor a frutillas, sin nada por encima.

Él me había cuidado y se había quedado conmigo la noche anterior, esta vez me tocaba a mi cuidarlo y preocuparme de él, porque él era el que estaba cansado y me necesitaba... Y no me iba a negar a cuidar a mi chico.

Lo tomé en brazos y dejé en el cómodo sofá que había a un costado de la enorme habitación. Hice la cama y lo acosté allí. Repartí besitos suaves por todo su rostro, sacándole una sonrisa. Acaricié su abdomen, mientras veía sus brillantes ojos verdes cerrarse, hasta que sentí que se relajaba y dormía. 

Noté que sus ojos eran hipnotizantes, sus labios adictivos y era en su totalidad terriblemente caliente, con su cintura pequeña, sus pecas preciosas y su cara angelical, con los labios abultados, húmedos y deliciosos con sabor a frutilla. 

No quería separarme más de él, nunca más dejaría que me alejaran de mi precioso caramelo. 

Lo abracé y también me quedé dormido.

...

Que opinas?

Habrá más drama??

Cómo va tu día/noche?

No te olvides de descansar 😉❤

Luxury Caramel (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora