- Amor mío, tengo hambre - replicó mi bonito novio Red
- ¿Quieres comerme? – le pregunté provocativamente
- Nono, espera – dijo Red – Tengo hambre en serio – replicó ligeramente sonrojado
- Así que no solo eres sexy y provocativo, también eres suficientemente tímido como para sonrojarte de esa manera tan linda. Vamos a comer
- Oye, soy más tímido de lo que piensas
- Si claro – dije juguetonamente – de todas maneras, voy a conocer todas y cada una de tus facetas, después de todo ahora eres mi chico
- ¿Y tú eres mío?
- Claro que si – dije levantándome, arrebatando la sábana que cubría a Red, envolviéndome en ella.
- Devuelve eso, tengo que cubrirme también
- Ven y alcánzalo – lo reté, con voz provocadora
Corrimos por toda la habitación como dos niños pequeños hasta que Red logró quitarme la sábana y lanzarla al otro lado de la habitación. Entonces me miró a los ojos directamente. Me paralicé por unos segundos, el corazón me latió más fuerte y sentí unos deseos enormes de besarlo. Y así lo hice. Nos besamos, tranquilamente. Veíamos una vida por delante, teníamos tiempo, no había necesidad de ir rápido y todo era bonito. El mundo nos había castigado injustamente pero ahora nos traía un premio mayor, que era estar juntos como debía ser. Nos duchamos juntos, acariciando y memorizando cada parte del cuerpo del otro.
- Te amo Blue – dijo Red, arrodillándose en el suelo para tomar mi pene en su boca cuando salimos de la ducha.
- Yo te amo más mi Red, no sabes cuanto – dije lo último en un suspiro, tratando de no gemir.
- Déjame oírte, por favor – rogó mientras volvía a meter mi pene en su boca, tocando su campanilla suavemente.
- Ah – no pude reprimir un gemido, su lengua se enroscaba lentamente y yo chocaba con su garganta.
Cuando me corrí Red me hizo saber que no habíamos terminado, mojó sus largos dedos con su saliva y embistió su punto sensible ante mis propios ojos. Era algo muy caliente de ver, y se lo demostré masturbándome mi extensión. Descubrí otra de las facetas suyas, podía ser versátil.
Mi extensión no era pequeña, más bien de un tamaño considerable y grueso, con la punta rosada. Su extensión era más larga, pero ligeramente menos gruesa, y de todas maneras apetecible a la vista. Pasaron unos minutos hasta que él estuvo listo y decidí tomarlo contra el suelo, el baño era suficientemente grande como para que cupiéramos perfectamente y extendernos. Lo besé suciamente, acostándolo en el frío suelo, así que Red siseó al tocar su piel.
Me encargué de besar su mandíbula al mismo tiempo que introducía mis propios dedos a su interior, que estaba bastante húmedo y apretado. Embestí su punto sensible mientras introducía mi lengua en su boca que en medio de un gemido abrió exquisitamente, invitándome a entrar.
Noté que realmente sabían a frutilla, labios dulces y suaves, que habían quedado rojos e hinchados por la rudeza de mis besos y pequeñas mordidas.
Cuando terminé de prepararlo le besé el cuello, dejando dos marcas a cada lado, que supuse que quedarían moradas. Luego mordí gentilmente pequeños espacios de piel a lo largo de su tronco y bajé a sus piernas, dejando aún más marquitas y moretones, sin llegar a causar dolor.
Me dediqué a mirar mi obra de arte sobre la hermosa y suave piel de mi novio, era precioso, culminando con sus atentos ojos verdes pendientes a lo que yo fuera a hacer.
Entonces introduje mi extensión en su interior, que me apretó deliciosamente, casi no podía aguantar más. Pero me obligué a esperar un poco, aún no habíamos terminado. Embestí al principio lentamente para que se acostumbrara a la sensación, hasta que Red movió sus caderas contra las mías y me moví más rápido, para encontrar su próstata.
Cuando toqué su próstata recibí un gemido de placer de parte de Red, así que con rapidez y fuerza penetré sobre el mismo punto, sacándole los gemidos más calientes que había escuchado.
Cuando sentí que me iba a correr aumenté mis embestidas y escuché a Red gritar mi nombre con fuerza, al mismo tiempo que se corría sobre su abdomen y yo al mismo tiempo dentro de él. Me recosté a su lado, sin notar el frío del suelo, hasta que me recuperé.
Me incorporé y lo besé nuevamente, con cariño y cuidado. Besé sus marcas y pasé mi lengua por encima de el semen de su abdomen, tragándolo todo. Luego lo ayudé a levantarse y lo ayudé a ducharse nuevamente.
Le sequé su cuerpo y apliqué crema sobre su cuerpo, que dejó un agradable olor que se mezclaba con su propio olor. Aunque prefería su delicioso olor a frutillas, sin nada por encima.
Él me había cuidado y se había quedado conmigo la noche anterior, esta vez me tocaba a mi cuidarlo y preocuparme de él, porque él era el que estaba cansado y me necesitaba... Y no me iba a negar a cuidar a mi chico.
Lo tomé en brazos y dejé en el cómodo sofá que había a un costado de la enorme habitación. Hice la cama y lo acosté allí. Repartí besitos suaves por todo su rostro, sacándole una sonrisa. Acaricié su abdomen, mientras veía sus brillantes ojos verdes cerrarse, hasta que sentí que se relajaba y dormía.
Noté que sus ojos eran hipnotizantes, sus labios adictivos y era en su totalidad terriblemente caliente, con su cintura pequeña, sus pecas preciosas y su cara angelical, con los labios abultados, húmedos y deliciosos con sabor a frutilla.
No quería separarme más de él, nunca más dejaría que me alejaran de mi precioso caramelo.
Lo abracé y también me quedé dormido.
...
Que opinas?
Habrá más drama??
Cómo va tu día/noche?
No te olvides de descansar 😉❤
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Luxury Caramel (BL)
RomansaUna historia bl, basada en los problemas que puede enfrentar un chico que en un comienzo tiene 14 años, siendo maltratado. Pero que todas las experiencias sumarán para que sea feliz en un final, superando los problemas que le fueron impuestos desde...