¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Tú— gruño Bárbara hacia Arthur que sonrió
—Bárbara— saludo el pelirrojo
— Tú— volvió a gruñir para después soltarle una cachetada a Arthur que se quedó parado tocándose la mejilla
—¡Jim! ¡debes venir rápido! hay una emergencia en...— Toby se quedó parado mirando a los presentes— no puede ser ¿Arthur?— el joven pelirrojo miro al adolescente y le sonrió aún tocándose la mejilla
— Toby, es un gusto volver a verte
—Lárgate— le gruño Bárbara—Lárgate de aquí, no quiero verte— la mujer empujó a Arthur
— Barbara, espera, puedo explicarlo todo, solo déjame...
—¡CALLATE! no quiero escuchar ni una sola palabra de ti
—Jim— llamo el pelirrojo al muchacho que estaba parado reteniendo las lágrimas— está bien me iré, solo, solo te traje un regalo— le dijo señalando la moto— es toda tuya— Arthur le lanzo las llaves a Jim que las atrapó
—no quiero nada de ti— le dijo limpiando una lágrima que escapaba por su ojo para después lanzarle las llaves al pecho— espero que no estés aquí para cuando regrese, vámonos Toby— ambos chichos subieron a sus bicicletas y se fueron
— ya lo escuchaste, llévate tu regalo, ninguno de los dos quiere verte mucho menos queremos algo que venga de ti— Arthur paso saliva y pensó "valiente como Benjamín"
—Mamá—llamo haciendo que bárbara se girará con lágrimas en los ojos
—yo no soy tu madre, lárgate ya— dijo pera después cerrar la cochera, Arthur suspiro
—está bien, dejaré las llaves bajo el tapete de bienvenida— informo en voz alta para después subirse a su auto— les dije que sería una completa tragedia—dijo frustrado poniéndose el cinturón
—vamos, no fue tan malo, es decir, pudo ser peor— intento consolarlo Charles
—claro que fue malo, fue terrible— dijo Cyril recibiendo un golpe de Cora
—no te angusties Arthur, ellos lo comprenderán algún día—
—la cosa es que voy a ser el doctor de la academia Oaks, veré a Jim todo el tiempo y nose si pueda soportar su mirada de odio todos los días hasta que tenga que volver a irme
—pobre bebé— se burló Alexander— puedes acabar con un dragón ¿Pero no puedes soportar unas cuantas miradas de odio?, eres patético, a este paso serás recordado como Arthur el sentimental, cuando yo estaba vivo nunca me detuve por las miradas siempre seguí mi camino, jamás me importo si era odiado
—por eso eres recordado como Alexander el egocéntrico— se burló Cyril, Alexander Gruño
—la verdad es que el como seré recordado no importa— llamo la atención Arthur bajando de su auto para mirar su nueva casa tan alejada del resto que nadie en Arcadia lograría escuchar lo que haría dentro, bajo su maleta y la puso en la sala— lo unico que quiero es destruir el puento y a los que lo crearon para irme de aqui
—felicidades por tu nueva casa— dijo Vera apareciendo la nada— ahora ve al suelo y dame 20!—grito en la cara de Arthur desacomodando sus lentes
—Tranquilízate vera, acabo de llegar, tengo que verificar que todo esté en orden, desempacar y darme una ducha para después ir a Oaks, no creo poder entrenar hoy
—eres un vago, jamás en todos mis años de existencia me había topado con alguien como tú
— ¿Te olvidas de Albert el Holgazán?— Vera se quedó callada pensando
— tienes razón, Albert es peor— Arthur aprovecho la disputa de los ex elegidos para explorar la casa
— bueno, la casa está en perfectas condiciones, el agua corre correctamente, la estufa parece funcionar y los muebles no tardarán en llegar, supongo que me bañaré— informo una vez que terminó
— no entiendo como mi preciada Excalibur pudo escoger a esta gente como sus portadores— dijo ofendido Arturo siguiendo al muchacho al baño, Arthur acostumbrado se baño como si nada escuchando al Rey quejarse— gentuza, ¿Puedes creer que Vera me llamara el peor espadachin de Excalibur?, yo era y soy el mejor, el primer portador de Excalibur, Merlin mismo me escogió para darmela
— y para que lo ayudarás a mantener la paz entre humanos y trolls, lose Arturo, lo has dicho miles de veces— Arthur escucho el teléfono sonar y contesto— ¿Si?
— Lord Arthur, la mudanza llegará pronto— aviso Hendrick, el monje que le había ofrecido asilo durante su tiempo en Britania
— Gracias Hendrick, no solo por lo de la madunza, ya sabe, por todo
