La noticia de la relación entre James y Gustabo se había mantenido en secreto durante semanas. Era extraño que no se hubiera esparcido en la primera semana, Pues con Freddy, Isidoro y Filadelfo en comisaría existia el miedo de que se especiera.
La discreción era su máxima prioridad, conscientes de las complicaciones que podrían surgir si alguien en la comisaría se enterara, especialmente el superintendente Conway, quien no solo era el jefe de ambos sino también el padre de Gustabo, y esto le volvieron a confirmar gracias a la Doctora Castro, pues el examen de ADN habia salido con un 95%.
Cosa que no le quedaba claro al Súper ni a García.
¿Un 95%? ¿Y otro 5%? Pues de árbol.
Esto ponía de nervios al propio Gustabo, pues en cierta forma le tenía miedo a su propia figura paterna, solo que lo disimulaba con respeto.
Sin embargo, en un mundo tan pequeño y cerrado como el de la LSPD, los secretos rara vez permanecen ocultos por mucho tiempo.
—Gustabo García y James Gordón, quedan suspendidos de empleo y sueldo 48 horas, vengan a mi puto despacho, pero cagando hostias.
El tono grave de su voz en la convocatoria no auguraba nada bueno. Al entrar, encontraron a Jack de pie, mirando por la ventana con las manos enredadas sobre su pecho , una silueta que imponía respeto y, en ese momento, temor.
Claro, ¿Quien no le tiene miedo a ese viejo decrépito?
— Tomen asiento —indicó el Superintendente su tono era severo pero contenía un atisbo de preocupación, ni loco lo demostraría.
James y Gustabo intercambiaron una mirada nerviosa antes de obedecer. Sabían que este momento podría llegar, pero enfrentarse a la realidad era más intimidante de lo que habían anticipado.
El silencio inicial en la oficina del superintendente Conway era espeso, casi tangible, cargado de tensión y expectativas no dichas. Por fin, Jack rompió el silencio con una pregunta directa, su voz resonando con una mezcla de autoridad y desilusión.
—¿Cuánto tiempo han estado viéndose a mis putas espaldas?
La pregunta colgó en el aire, y por un momento, nadie se atrevió a responder. James, siempre el más "audaz" de los dos, tomó la iniciativa.
—No es lo que piensa, señor. Nuestra relación... —Se detuvo, buscando las palabras correctas, consciente de que cada palabra podría empeorar las cosas.
Gustabo, con un suspiro, decidió intervenir, enfrentándose a sus temores. —Desde hace unas pocas semanas, Jefe. No queríamos que esto saliera así, especialmente no de esta manera. Lo mantuvimos en secreto por respeto, por... —La voz de Gustabo se cortó ligeramente, mostrando su vulnerabilidad.
Jack Conway se quedó mirando a su hijo y a James, su expresión suavizándose ligeramente, pero la firmeza en sus ojos no disminuyó. Después de una pausa que pareció eterna, se reclinó en su silla, cruzando los dedos.
—¿Creen que soy chupa pollas? —Su tono había bajado, cargado de un matiz diferente. —La LSPD no es solo una fuerza de policía; es una familia. Y en una familia, los secretos solo sirven para herir. —Hizo una pausa, evaluando sus siguientes palabras. —Están suspendidos, sí, pero no por su relación. Eso... eso me suda la polla, hasta si quieren hagan las pajas entre ustedes, me importa una mierda pero si es algo en lo que necesitaré tiempo para procesar la estupidez que hicieron.
James y Gustabo intercambiaron miradas, confundidos pero aliviados por el giro de la conversación.
—La suspensión pasenla por sus cogones si quieren. Pero cualquier estupidez, o cagada que hagan por andar de noviecitos, quedan suspendidos de empleo y suleti hasta nueva orden. No pueden afectar la dinámica de nuestro equipo. —Jack se puso de pie, acercándose a la ventana una vez más. —Tienen 72 horas para puto pensar en cómo quieren manejar jueguito de ahora en adelante. No solo entre ustedes, par de gilipollas, sino también con el resto del equipo.
La reunión terminó con más preguntas que respuestas, pero con una sensación de alivio por parte de James y Gustabo. Salieron de la oficina, sabiendo que los próximos días serían cruciales no solo para su relación sino también para su futuro en la LSPD.
Mientras caminaban por el pasillo, Gustabo tomó la mano de James, un gesto pequeño pero significativo de apoyo mutuo. Sabían que el camino por delante sería difícil, pero estaban decididos a enfrentarlo juntos, con la esperanza de que, al final, la verdad y el amor prevalecieran sobre los prejuicios y los miedos.
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Perdón si está en Español neutro y luego meto modismos, pero es que el viejo sin sus insultos no es él 😞
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Rosa Palo! // Gortabo
FanficÉl Subinspector James estaba perdidamente enamorado del Inspector Jefe García, Tanto como a Gustabo lo estaba del rosa palo _________________ -Posible Smut -Posible AU alterno