🥀•˚ 𝓣𝓲𝓮𝓶𝓹𝓸.

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La habitación se encontraba sumergida en un profundo silencio, un silencio que le generaba desespero al demonio televisor. Éste permanecía en el suelo, simplemente observando sus manos mientras su mente estaba aturdida por la reciente pelea que había tenido con su ahora ex pareja.
No podía evitar recordar sus palabras, su forma de expresarse, la manera en la que simplemente se fue como un cobarde al verlo completamente herido... Se sentía completamente miserable.

Vox se levantó del suelo con sumo cuidado, se sentía mareado y su vista estaba medianamente opacada por la grieta que yacía en su pantalla. Caminó hacia el baño, sosteniéndose de las paredes para evitar desplomarse, y al llegar se posicionó frente al espejo.
Observó atentamente su rostro, analizando la gravedad de la situación. En este se veía una grieta atravesando su pantalla, acompañada de varias lineas de estática que reflejaban el daño que le habían provocado, además de unas pequeñas marcas rosas que salían de su ojo, siendo estas representación de la sangre que emanaba de su rostro.

Salió de aquel lugar, cubriendo con su mano la parte rota para caminar hacia la puerta del apartamento. Su cabeza le daba vueltas y el dolor para él era casi insoportable, sumándole también la decepción que sentía en aquel momento.
Logró salir, caminando por las oscuras calles del infierno mientras trataba de no desplomarse a mitad de su camino. Para su suerte el lugar se encontraba completamente solo, nadie podría verlo en un estado tan lamentable y patético como ese. Estaba deseando simplemente haber ignorado el mensaje de Alastor, pero ya era demasiado tarde como para lamentarse por eso... Solo le quedaba seguir caminando e ir con la única persona con la que podía contar.

Continuó su camino durante algunos minutos, deseando llegar pronto a su destino y poder librarse de alguna forma del dolor físico que sentía. Llegó finalmente a la torre de Los Vees, golpeando la puerta con la esperanza de que cualquiera de sus compañeros la abriera. Le era más fácil simplemente transportarse hacia el interior, sin embargo, se sentía demasiado débil como para hacerlo.

Una silueta alta se acercaba lentamente a la puerta, abriéndola de mala gana para ver quién era el que tocaba a esas horas de la noche.

— ¿QUÉ MIERDA QUIER-... — Interrumpió sus palabras al ver a su compañero frente a él, mirándolo con preocupación por el estado en que se encontraba. — ... ¿Vox...?

El mencionado se dejó caer sobre la polilla, siendo atrapado por ésta para cargarlo con sumo cuidado y llevarlo hacia el interior de la torre.
Valentino caminó rápidamente hasta su habitación, entrando para dejar a su compañero sobre la cama y observarlo fijamente.

— ¿Qué carajos te pasó..? — Preguntó con preocupación, buscando al mismo tiempo cualquier implemento que pudiera ayudar a su contrario.
No hubo respuesta alguna, Vox estaba completamente perdido en sus propios pensamientos. Dirigió su mirada hacia la polilla sin poder notar bien sus movimientos, su vista comenzaba a nublarse y poco a poco fue cerrando los ojos...

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Por otro lado, una sombra negra iba recorriendo rápidamente la ciudad. Se notaba desesperada, como si huyera de algo... O alguien.
Aquella sombra parecía andar sin rumbo alguno, buscando alguna especie de refugio alrededor del pentagrama.
Finalmente, ésta dio una vuelta para dirigirse hacia el tan conocido Barrio Caníbal, tenía su refugio en dicho lugar con una persona que podía ayudarle en ese momento.

La sombra llegó hasta una pequeña tienda ubicada en el medio de la ciudad, parecía estar cerrada debido a la hora de su llegada. Sin embargo, la sombra logró entrar sin problema alguno y se dirigió escaleras arriba hacia un lugar que parecía un apartamento.
Apenas entró, la dueña de este la observó con curiosidad, sonriendo levemente ante su presencia.

◌🥀˙∘ 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐒𝐞𝐫𝐚́ 𝐄́𝐥... (Radiostatic/Voxval/Radioapple)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora