Vox despertó aquella mañana con una extraña presión en el pecho, obligándolo a continuar acostado sobre la cama mientras observaba el techo con detenimiento. Pasó su mano por el lado opuesto del colchón, sintiéndolo vacío, Valentino había salido ya hacía un buen rato. Dejó escapar un suspiro pesado, girando hacia su lado de la cama para tomar su teléfono y revisarlo en busca de alguna señal, más no fue sorpresa no encontrar absolutamente nada.
Habían pasado ya dos meses desde el incidente con Alastor, dos largos meses en los cuales no paraba de llamarlo y escribirle... Vox tenía la esperanza de que regresaría. Se había propuesto el dejar de pensarlo, dejar de buscarlo y simplemente seguir su vida. Sin embargo, lo enloquecía no saber en dónde se encontraba, aún sabiendo que no estaba con Lucifer en ese momento. Cada día dejaba un mensaje para su ex pareja, pero a éste nunca le llegaban, Vox sentía que se volvería loco.
Esa mañana no fue la excepción, al darse cuenta de que seguía sin haber nada optó por enviar otro mensaje...
"Buenos días, Alastor. Han pasado ya dos meses desde nuestra discusión, quería recordarte que no te odio por esto... Aún podemos arreglar las cosas..."
Se veía extremadamente patético, y era consciente de eso, pero su necesidad de tenerlo era mayor a cualquier tipo de dignidad que le quedara. Dejó el teléfono a un lado, soltando un suspiro para levantarse de la cama. Lo primero que hizo fue revisar su calendario para ver sus citas pendientes.
— Mierda... — Se quejó, había olvidado que ese día tendría una cita con Valentino. Rápidamente fue hacia el baño para arreglarse, bajando después a la cocina para tomar su desayuno y posteriormente salir de la torre de los Vees.
Durante aquel tiempo había optado por vivir con sus compañeros nuevamente, cualquier idea de regresar al apartamento que antes compartía con su pareja le generaba una ansiedad terrible, quería mantenerse lejos del lugar donde por tanto tiempo había sido tan infeliz.
Iba caminando por las extensas calles del infierno, a paso lento y observando hacia el suelo. Tenía una reunión con los demás Overlords, quienes habían exigido verlo personalmente en vez de tener que soportar el carácter de Valentino o la insolencia de Velvette, Vox parecía ser el más competente entre sus tres colegas.
No deseaba asistir, sin embargo, Carmilla había insistido en la importancia de verlo y conversar sobre un tema del cual no le brindó detalle alguno.
Iba completamente hundido en sus propios pensamientos, dándole vueltas una y otra vez a lo sucedido meses atrás con Alastor. Por más que lo deseara, no podía olvidarlo... Y aunque actualmente estuviera acercándose más a Valentino, sabía perfectamente que nada cambiaría el hecho de que estaba roto.Caminó durante un rato más, llegando finalmente al anillo del Orgullo. Entró despreocupado a uno de sus callejones, encontrándose allí con aquel mecanismo que le permitiría llegar a la sala con los demás Overlords citados. Sin pensarlo demasiado, Vox ingresó al pequeño elevador y se dirigió hacia el edificio, caminando a paso firme por los extensos corredores hasta entrar a la sala donde se realizaría el encuentro.
Todos los presentes voltearon a mirarlo con cierta curiosidad, parecía que se había tardado algunos minutos en llegar, cosa que no era común en aquel Showman.— Disculpen la tardanza... — Mencionó, acercándose a un asiento vacío mientras observaba sus propias manos en un intento por distraerse. — Surgieron algunos problemas esta mañana.
— Finalmente te dignas a aparecer, ¿no es así? — La voz de Carmilla Carmine resonó en las paredes de aquella sala, sonando completamente fría y acorde a la ocasión.
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◌🥀˙∘ 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐒𝐞𝐫𝐚́ 𝐄́𝐥... (Radiostatic/Voxval/Radioapple)
Fanfic"Te amo... Pero sé que mientes. Soporto cada dulce mentira proveniente de tu boca, pero todos tenemos un límite. Me pregunto cuándo sobrepasarás el mío". "Siempre supe que sería él, lo supe desde aquel vistazo a las cámaras. Ambos parecían odiarse...