Capítulo 1

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Megan estaba sentada en un vagón del tren, mirando por la ventana mientras esperaba a su mejor amigo, Draco, y al resto de su grupo. Su novio, Theodore Nott, también formaba parte de ese círculo. Eran la pareja dorada de Hogwarts; todos querían estar cerca de ellos. Los chicos suspiraban por Megan, y las chicas anhelaban la atención de Theodore. No podía negar que Theodore era especialmente atractivo. A mis ojos, él era el chico más guapo de Hogwarts, y no solo porque fuera mi novio. Era una realidad. Sus amigos, como Mattheo, también estaban muy bien posicionados en esa lista.

De repente, la puerta del compartimento se abrió y aparecieron los seis jóvenes. Sonreí al verlos.

—Hola —dijo Blaise con una sonrisa mientras se sentaba a mi lado.

—Zabini, no me quites a la novia —dijo Theodore, mirándolo con fingido enfado. Blaise solo se rió. Theodore se sentó frente a mí y me dio un suave beso en los labios antes de acomodarse. Los demás también tomaron asiento.

—¿Dónde está tu hermano, Riddle? —preguntó Enzo, notando la ausencia de Tom.

—Estará estudiando, como siempre —dijo Mattheo, rodando los ojos con diversión.

—Aburrido —susurré, acompañando la expresión de Mattheo.

—¿Vieron que Cho está saliendo con Potter? —se burló Draco.

Me reí.

—Jamás creí que Potter sería amado —comenté con una sonrisa mientras acomodaba mi cabello.

—Consiguió pareja antes que yo —dijo Regulus en tono vacilante, provocando que todos nos riéramos.

—Bueno, eso no es muy difícil, Regulus —dijo Mattheo, riéndose de él. Regulus le lanzó una mirada asesina. Era cierto que Regulus casi no tenía contacto con mujeres. Parecía que le daban miedo o algo por el estilo.

—Oh, vamos, cállate —responde Regulus con un gruñido, evidentemente molesto por la broma de Mattheo.

—Solo digo la verdad, hermano —replica Mattheo con una sonrisa burlona, encogiéndose de hombros.

Mis ojos se encuentran con los de Theodore, y él me hace una seña con la cabeza para que salgamos del compartimento. Asiento, sintiendo un nudo de anticipación en el estómago.

—Me la llevo fuera —anuncia Theodore mientras me toma de la mano.

—Y luego están estos dos —comenta Draco, rodando los ojos con diversión.

Al pasar por su lado, le doy una suave colleja, provocando que él haga una mueca burlona en respuesta. Sonrío ante su reacción mientras salimos del compartimento y nos dirigimos al pasillo.

Una vez fuera, Theodore me mira con una intensidad que me hace estremecer.

—Necesitaba un momento a solas contigo —dice, su voz baja y seria.

—¿Qué pasa? —pregunto, sintiendo una mezcla de curiosidad y nerviosismo.

—Nada, solo tú y yo —responde, acercándose más.

Siento su mano en mi cintura, atrayéndome hacia él. Antes de que pueda decir algo más, sus labios se encuentran con los míos en un beso ardiente y apasionado. No hay suavidad en este beso, solo una urgencia que ambos hemos estado sintiendo.

Mis manos se enredan en su cabello mientras él me sujeta con fuerza, como si temiera que pudiera escapar. El mundo exterior se desvanece, dejando solo la sensación de sus labios y el latido acelerado de nuestros corazones.

Finalmente, nos separamos, ambos respirando con dificultad. Sus ojos brillan con una intensidad que me hace temblar.

—Eso es lo que necesitaba —murmura, su voz ronca.

Getaway Car| Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora