Contigo y solo contigo || Twilight x Flash || 💛💜

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Algo le habían asignado. Proteger a la princesa Twilight Sparkle. La gran y única princesa de la amistad. Estaba demasiado nervioso, no sabía el por qué de su comportamiento en si. Muchas veces había realizado la labor de guardia personal, sin embargo, está vez sería un poco diferente con el tipo de pony que trataria.

Fue llamado para tomar el tren a Ponyville temprano por la mañana. Según Shining Armor ya todo estaba listo en el castillo de la princesa, ella lo recibirá y le asignaría dónde quedarse. Tenía en cuenta que lo guiaría a un lugar lejos de su castillo, tal vez a un sitio en donde ponys extranjeros llegaban a vacacionar.

Nunca se imagino que el lugar en donde pasaría sus dias y noches por un largo tiempo sería el mismísimo castillo de la princesa de la amistad. Sinceramente se había esperado de todo menos aquel hospedaje. No era que le desagradara la idea, al contrario, no tenia molestias con vivir bajo el mismo techo que ella. Solo que ese era el problema, viviría bajo el mismo techo que la princesa, comería con ella, la tendría más cerca de lo que había imaginado.

Cuando le tocaba proteger a ciertos ponys de otros que quisieran lastimarlos, mayormente a pesar de su tarea tenía cierta "distancia" con ellos. Ahora estaría viviendo con quién debería vigilar, sabía que tenía que proteger mucho a Twilight, no solo por ser una princesa, claro, pero algo le decía que debía darlo todo de si. Tenía que mantenerla a salvó.

Buenos días Flash. Mi nombre es Twilight Sparkle, la princesa de la amistad. Estás ahora en lo que será tu hogar por un tiempo.-  Twilight estaba nerviosa, aunque no lo demostrará en si, sus nervios estaban al tope, justo ahora tenía a un pony el cual no conocía aquí en este lugar, pero en algun otro mundo lo conocía a la perfección.

Princesa Twilight, un gusto estar aquí, déjeme presentarme. Soy Fla-

Flash Sentry, lo se.- Twilight le había interrumpido

Se quedó por unos segundos en silencio cuando su mente cobro vida de nueva cuenta.
Oh, sisi, ya nos habíamos presentado no es así?..- Flash estaba experimentando algo que nunca antes le había sucedido, estaba, tartamudeando?.
Eran más sus nervios, no sabía si por estar hablando tan cerca de la princesa o si "aquel" sentimiento le estaba invadiendo de nueva cuenta.

Se golpeó mentalmente al darse cuenta de lo que estaba haciendo y se corrigió rápido antes de que la princesa lo hiciera de nueva cuenta.
Disculpe. Ya nos habíamos presentado antes, no se que me ah pasado, le pido mis más sinceras disculpas Princesa Twilight.- y con ello realizó una reverencia a la joven pony.

Ah? No no Flash tranquilo, sabes, igual estoy algo... Inquietante, así que no tienes que disculparte por ello. Sabes es bueno que me refresques la memoria de todas formas. Tantas cosas que hacer aquí, allá, yo...- Twilight se dió cuenta que ahora la que estaba demostrando signos de nerviosismo era ella y decidió callarse sin antes hacer que su contrarió la siguiera.

Adelante Flash.-

Flash tomo la orden de Twilight y hizo lo que le pidió. Decidió ir tras ella sin decir nada. Pudo notar que la princesa había hablado de más, pero no le había molestado ni desesperado, al contrario, había sido lindo escucharla hablar, se veía que a pesar de su gran porte era una pony que le fascinaba hablar sin parar, simpática y carismática, esa era su princesa.

El castillo de diamantes de Twilight por fuera se veía grande, pero sin duda por dentro era gigantesco.

No podía creer que era tan bello. Le gustaba mucho los colores y combinaciones,  no sabía cómo era posible, sabia de pie a cabeza los principios de la princesa Twilight, aunque habían cosas que no les encontraba logica aún.

Twilight!!-
Un grito agudo se escuchó acercarse hacia ellos. Era Spike, quien volaba lo más rápido posible hacia la pony abalanzandoce hacia ella y dándole un fuerte abrazo.

Twilight cayó levemente sentada mientras con sus alas acariciaban la pequeña cabeza del dragón.

Sinceramente, la escena era muy linda ante los ojos de Flash. "Linda", si el pequeño dragón al verlo no hubiera cambiado su semblante de uno sumamente feliz a un gesto de desagrado.