˗ˏˋ 𝙲𝙷𝚄𝙿Ó𝙽 ˎˊ˗

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Un nuevo día más.

Hoy nuestros queridos Streamers no se encontraban haciendo nada nuevo. Tenían unos muy poco pendientes por terminar, por lo que, en estos momentos no estaban haciendo nada más que andar de flojos sin hacer nada, lo que más les salía mejor.

Cada uno estaba en un lugar aparte de la casa, mientras que Aquino estaba en la sala sentado en el sillón viendo su teléfono, Duxo se encontraba en el cuarto acostado y haciendo lo mismo que su pareja, andar en el teléfono.

Se podría decir que seria un día normal como los demás, luego de un rato andarían juntos dándose mimos, luego pasarían a terminar sus pendientes, y luego sí es que querían, irían a dormir o verían algo en la televisión. Prácticamente, como todos los días.

Pero claro, como cualquier pareja, tienen sus discusiones.

A nuestro pelinegro le comenzó a dar hambre, pero no era hambre de cualquier cosa, era específicamente hambre de algo dulce. Recordó aquellas gomitas que tenía guardadas desde hace días, el de ojos morados apenas compro las gomitas, no se las había comido en un solo día, quería guardarlas para otro en caso de que le dé antojo.

Con un gran deseo hacía aquellas gomitas de pingüino rellenas de un liquido espeso con sabor a chicle, se levanto de la grande cama compartida para ir hacía la cocina. Aquellas eran sus gomitas favoritas, no solo por el sabor, también por el hecho de que estas poseen la forma de un pingüinito, su animal favorito.

Al apenas llegar a la cocina, con un poco de desespero busco en uno de los muebles donde se supone que estarían guardadas, claro, se supone.

Su primera impresión fue notar que las gomitas no estaban, trato de buscar más a fondo, en caso de que estén entre el monton de las demás cosas y seguía sin encontrarlas.

"Quizás las guarde en otro lado", fue lo que pensó el Rethey mientras que buscaba en otros cajones, casi por toda la cocina. Su decepción fue grande al no poder encontrar sus preciadas gomitas de pingüino, no podía y no quería quedarse con las ganas. Trato de averiguar mas a fondo de su cabeza para recordar donde las había dejado, pero no lograba pensar y en su cabeza no podía dejar de confirmar que definitivamente las había dejado donde deberían de estar.

Con un poco de esperanza, supuso que su novio sabía, siempre lo salvaba ante situaciones como esta aunque ambos tenían una memoria malísima.

Aquinito, ¿Sabes donde están mis gomitas?— Fue directo hacía donde estaba para preguntarle, notando como el castaño se ponía un poco nervioso tras esa pregunta.

•𝟑𝟎 𝐝í𝐚𝐬 𝐎𝐓𝐏• [𝗗𝘂𝘅𝗶𝗻𝗼 𝟭𝟴+]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora