28. ¡Tú!

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Jueves 11 de abril 2019.

Desde que estaban juntos había una cosa que tenían muy claro y es que, sin importar la imaginación, las posiciones, la agresividad, los juegos e instrumentos en el momento que tenían sexo, nada podía igualar la sensación de tenerse mutuamente cuando hacían el amor.

Felix dio un gemido largo pero suave, un tono que casi rosaba el silencio pero que era la demostración clara de lo mucho que le causaba placer que esas manos abarcaran un gran espacio en su espalda y que la recorrieran en todas las direcciones brindándole, además, calor. Unas manos que terminaron por apoderarse de las nalgas de su trasero y que masajearon lento pero tan firme que de seguro quedarían marcadas pero un gesto que servía para afirmarlo mientras Hyunjin entraba con mesura en su cuerpo.

—Hyun... Hyunjin —balbuceó entre jadeos, los labios del pelirrojo lo besaban con pausa por su mejilla sonrojada y húmeda, los besos iban haciendo camino hasta la curvatura de su cuello y por el borde de la clavícula— ahhhhh...

Ambos estaban en la casa de Hyunjin para tener aún más privacidad y para darle una despedida memorable, la próxima semana la vendería para quedarse únicamente con el departamento ¿Por qué no hacer el amor dentro de sus paredes? ¿Por qué no embriagarse con ese cuerpo con todas sus libertades?

Felix, que estaba acostado sobre su torso y sentado sobre su entrepierna, sostuvo el rostro de este para besarlo y dejar que sus gemidos y jadeos se perdieran en la boca del otro. Su chico lo había preparado, había utilizado lubricante y sus propios dedos para acostumbrarse a la invasión y cuando su cerebro estuvo a punto de desconectarse, Hwang se acostó sobre el sillón tantra antes de empujarlo y penetrarlo expandiéndolo y volviéndose loco ambos por la calidez de un contacto sin barreras.

Confiaban en el otro incluso si tuvo años de trabajo sexual en su cuerpo. Había sido jodidamente precavido en cada encuentro y jamás accedió al sexo sin preservativos con los clientes porque Seungri lo tenía prohibido, además, para acceder a los servicios sexual de "Boleumdal", los clientes tenían que hacerse un control médico como los prostitutos. Si algo había hecho bien ese infeliz fue la prevención de Infecciones.

Pero más allá de la confianza sobre eso, se trataba de entregar su cuerpo sabiendo que el otro lo tocaría con respeto y admiración, que no haría algo a lo que dijera que no y que sabía leerlo. Bien, Sexual Writer había cumplido, había escrito una historia de sexo en cada pliegue de cuerpo.

—Más... rápido —balbuceó en el momento en el que entró.

"Insaciable" susurró en respuesta pero no accedió a ello de forma inmediata, realmente quería disfrutarlo en cada relieve y gota de sudor.

Descendió la mirada al abdomen de ambos y no dudó en quedarse quieto y dedicar a usar su mano sobre el pene del rubio. Sonrió con ternura cuando repasó un pulgar sobre su glande húmedo y este tembló en respuesta, pero le robó un beso cuando empezó a masturbarlo como tanto le gustaba que lo hiciera.

¿Qué era mejor que estimularlo en varios lugares a la vez? mientras hacía eso abandonó sus labios y repasó muy lentamente la punta de su lengua en el costado de su oreja derecha para luego sostener el lóbulo con sus dientes y tirarlo sin apuros.

"Mmmmy...ammm" jadeó en secreto.

Lo llevó al límite, lo estímulo tanto que el muchacho estuvo a punto de explotar en un orgasmo pero no lo hizo. Se detuvo y observó por un par de segundos sus ojitos brillando de lujuria, fue imposible no esbozar una sonrisa bobalicona del más absoluto enamoramiento ¿Qué había hecho de bien para merecerlo?

—Hermoso —acarició el costado izquierdo de su rostro con el dorso de su mano derecha mientras él casi lloriqueaba de impotencia— ¿Qué es lo que necesitas?

"Sexual Writer" (adaptación hyunlix - Stray Kids)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora