cap 23

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 Quería ponerme un vestido, pero ya era tarde que tal si me daba frío, tenía que correr el riesgo quería ir bien arreglada algo sutil por lo que me puse un vestido Cherry, era muy lindo y casual, por lo que lo acompañe de unas sandalias bajas, pero bonitas, normalmente no era de esta clase de zapatos, para esto tenía una elección de unas botas, pero, opte mejor por estas

cuando me cepillé el cabello, escuché la moto de Manjiro acercándose, por lo que bajé las escaleras lo más rápido posible.

- Adiós ma!

Cerré la puerta para girarme al rubio, que se veía muy guapo, además su sonrisa era mi debilidad. Cuando me acerqué a él, lo escuché murmurar.

pov Mikey

estaba un tanto nervioso, quería decirle cuanto me gustaba, quería decirlo lo antes posible, ya no resistía cada vez no sabía qué hacer con mis sentimientos, cuado llegué a su casa pude ver como esa chica tan hermosa me sonreía, llevaba un vestido que resaltaba su esbelta figura, su caballo estaba un poco más largo, bajaba a sus hombros y el brillo de esos ojos me cautivaba

cuando se acercó, depositó un beso en mi mejilla. No pude controlar mi cara de felicidad y el nerviosismo por esos actos. Cuando ella se subió a la moto, le di el tiempo para que se acomodara el vestido para que no se sintiera incómoda. Cuando sentí sus manos en mi cintura, arranqué la moto nuevamente.

pov t/n

cuando llegamos a lo que era una playa no pude evitar emocionarme de más, hace mucho que no venía a una y menos a ver un atardecer tan lindo como este, Manjiro me indico que lo siguiera, saco una manta de la canasta que llevaba unos aperitivos por lo que me senté, mientras mi cara de estúpida lo veía embobada por tal acción, esto era nuevo para mí, viniendo Manjiro

el rubio sonrió —¿Qué tal?, traje los postres que nos gustan, quería que viniéramos a ver el atardecer.

Sonreí mientras acomodaba mi vestido para sentarme en la manta — me encantó, hace mucho que no lo hacíamos. - El chico sonrió mientras llevaba a su boca uno de esos dorayakis que tanto quería. El sol pasó a esconderse por completo, mientras que las olas del mar se calmaban.

Cuando terminamos de comer, me levanté mientras sacaba la arena de mi vestido. Quité mis zapatos para poder sentir la arena. El rubio, que siempre usaba sandalias, también copió mi acción. Caminamos directo a la orilla, sentía el viento en mi cara, y también la atenta mirada del rubio.

Se me ocurrió la fantástica idea de tirarle agua en la cara solo para fastidiarlo, por lo que me agaché lentamente mientras agarré agua con mis manos y le arrojé el agua encima, por lo que sin poder controlar mi risa, me reí en su cara. El rubio, en vez de estar enojado, solo sonreía.

Solo me descuidé un momento y fue cuando Mikey en mi descuido, me levantó y me puso en su hombro como un costal de papas mientras corría adentro del mar. Por mucho que le hiciera cosquillas, él no me soltaba hasta que el agua nos llegó arriba del abdomen.

- Manjiro tú no le tienes miedo a la muerte, ¿no es así?

Salté sobre él para tumbarlo, por lo que nos sumergimos en el agua. Cuando salimos nuevamente, el me aprisionó en sus brazos.

- ¿Acaso piensas matarme? - El río mientras que yo quite un mechón de caballo de su cara y él me sonrió de lado. - Si tú eres la que me mate, no me daría miedo morir.

Sus ojos tenían un brillo que no era normal en él, pero eso me alegró — bobo, no digas esas cosas — Él solo rio mientras se acercaba más a mí, acarició mi mejilla, su tacto era frío, pero a la vez caliente, tal vez por la temperatura corporal.

CUANDO TE VUELVA A VER ( Mikey y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora