Me encontraba empacando unas cuantas prendas en una vieja mochila de mi madre. Cuando por fin pude terminar, salí de la casa con la mochila en mi espalda. Lo divertido del viaje es que podría disfrutar del viento y la buena vista en la moto. Sin más preámbulos, me subí en la moto y empecé mi recorrido.
La fresca brisa calmaba todos mis pensamientos. Roppongi era un sitio demasiado turístico; cobraba vida por la noche, al igual que el peligro. Este era territorio de dos hermanos un tanto peculiares, que, si bien recordaba, eran los hermanos Haitani. Los cuales estaban el día de la pelea
Lo mejor sería no cruzarme con ellos. Cuando se trata de territorios, la gente se altera por lo más mínimo. Mi abuela, a diferencia de mi madre y yo, vivía en un apartamento muy lujoso, lo cual para alguien de su edad era fuera de lo común. Me la imagino en una cabaña horneando galletas, pero no. Todos me dicen que yo soy el mismo retrato de mi abuela
Mi abuela, en su juventud, hizo parte de una pandilla que ella misma lideraba: las rosas carmesí. Ese era el nombre de la pandilla de mujeres que una vez existió. Mi abuela tuvo su historia en la que en un tiempo se negaron a contarme o, mejor dicho, mi madre se negó a contarme
mi madre y mi abuela son dos polos completamente opuestos, mi madre no aprobaba nada de lo que la abuela fue, las decisiones que tomo mi abuela en su pasado la acompañaron hasta un futuro que tuvo que dejar por el bien de su hija, cuando se alejó pudo criar a su hija como una dama bien presentada que buscaría un futuro muy prometedor fuera de las luchas interminables
fue tanto así que la hija terminó alejándose de su madre para formar una familia que no creciera con las historias que contaba su madre, pero no le funcionó porque cuando conocí a Manjiro mi vida cambió completamente y lo que tanto temía se volvió realidad...
Y aquí estoy yo, una pandillera. Tiempo después me di cuenta de la historia y el pasado de mi abuela, me causo cierta alegría saber que mi abuela y yo éramos tan similares, recuerdo sus palabras advirtiéndome de los peligros que podía llegar a correr, pero también me insinuó que aunque no era algo para estar orgulloso me dijo que la familia no se perdía
cuando finalmente llegué a Roppongi me dirigí al barrio de la abuela. Era un sitio de ricos, aún no entendía cómo era que podía costear ese apartamento, aunque una vez me contó que el abuelo fue un hombre de dinero, aunque sé que de la peor manera por ello no se habla de el
aparque mi moto en la calle mientras me quitaba el casco, no me gustaba dejarla, pero lo único que me confortaba era que el barrio era de ricos y esta gente le pone empeño a la seguridad, más que un barrio era la calle principal, cuando finalmente subí al apartamento las manos me sudaban lo único que de verdad pedía era que no descubrieran mi pequeño secreto
cuando la puerta finalmente se abrió, una cabellera canosa trenzada se cruzó en mi vista. Sonreí mientras mi abuela extendía los brazos. Cuando la abrace, sentí mi herida arder. Tendría que guardar la compostura para no delatarme
- linda, hace un tiempo que no te veía, ¿por qué estás sudando? Sus ojos acusadores me examinaban de arriba abajo
—El viaje y el casco —sonreí para dirigirme a la cocina seguida de mi buela
- ¿Cómo has estado, mi niña?- Sus ojos eran de color menta suave, mientras que sus facciones permanecían intactas a pesar de los años
- He estado entretenida y disfrutando de mis vacaciones
- Pero no estamos en vacaciones —ella arrugó el entrecejo, tratando de mirar el calendario para rectificar el mes
—Lo sé, pero yo sí — solté una carcajada mientras tomaba el zumo de naranja, ella me lanzó un cojín que pude esquivar
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CUANDO TE VUELVA A VER ( Mikey y tu )
FanficQue sucedera cuando te veas obligada salvar a tus amigos de la infancia, al lado de un chico un tanto peculiar que hará hasta lo imposible por salvar a todos aquellos que una vez dejaste atras... el corazón no olvida... guerras entre pandillas, amor...