Prólogo

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Harper.

Volver a ver a Tyler después de cinco años reavivó sentimientos en mí que no pensé sentir con tanta intensidad después de tanto tiempo, podía sentir los fuertes latidos de mi corazón desenfrenado debido al reencuentro... Él parecía estar muy desconcertado al igual que yo así que hablé primero.

–Lo siento mucho, venía distraída en mi celular, espero no haber manchado tu ropa– dije rápidamente.

–No te preocupes, no me he manchado– su rostro demostró algo de duda– ¿Te encuentras bien?

La voz de Tyler se escuchaba aún más madura, por un momento me quedé embelesada viendo su rostro y queriendo repetir el sonido de su voz en mi cabeza una y otra vez...

–Eh, sí, estoy bien– dije saliendo de mi pasmo.

–Me alegro – esbozó una pequeña sonrisa– puedo preguntar, ¿qué haces en Londres? Si no es muy imprudente de mi parte...

–Claro, estoy aquí para recibir mi título de psicóloga y tengo una oferta laboral muy buena aquí así que estoy considerando quedarme y no te preocupes no eres imprudente. ¿Tú cómo estás? ¿Y Duque?

– Ah, me alegro mucho Har, ¡felicidades! Ojalá todo salga muy bien, yo estoy bien gracias por preguntar, igual Duque, está en casa, ¿Y Kaia?

–En casa igual.

– Ya veo, tal vez podamos reunirnos para que se reencuentren alguna vez... ¿Estás quedándote cerca de aquí?

«Primero te dice Har y luego habla de reunir a los perros, esa fué la técnica que usó para conquistarte la primera vez»

Alejé esos pensamientos de mi mente, no quería ilusionarme, no sabía nada de Tyler ahora, tal vez hasta tenía novia o hasta podía estar casado. ¡Cualquier cosa puede pasar en cinco años!

«las que sobrepensamos y yo cuando...»

–Sí, estoy en una casa a unas cuadras de aquí, ¿Y tú?– dije tratando de ocultar mi caos mental.

–Realmente no vivo cerca, pero de vez en cuando vengo a comprar una malteada a ésta cafetería, no he encontrado otro lugar donde las hagan como aquí... Creo que me quedó eso de ti...

–Es verdad, son las mejores yo acabo de llegar y vine a comprar una.

–Y se te cayó, si no te molesta te puedo invitar otra– dijo él amablemente.

–No no te preocupes, no quiero molestarte además hay mucha gente.

–¿Y tienes prisa?

–La verdad no.

–Entonces vamos, no me molestas Harper, para mí ha sido muy bueno verte, sin embargo si te sientes incómoda con mi presencia lo entien-

–No– lo corté– no es así, está bien vamos a tomarnos unas malteadas.

Tyler alzó la comisura de sus labios en una media sonrisa y mis piernas flaquearon... No podía negar que Tyler causaba efectos en mí que no podía controlar...

Caminamos de vuelta a la cafetería y compramos las malteadas, Tyler pagó a pesar de que intenté hacerlo yo por haber sido yo la que tropecé con él pero él se negó.

Nos sentamos en una de las mesas de la cafetería y hablamos un poco sobre nuestras vidas lo que habíamos hecho durante éstos cinco años y los planes que teníamos a corto plazo...

Pasó una media hora y recibí una llamada

Hannah:
-Har, ¿estás bien, ya llegaste?

Harper:
-Sí, llegué hace como una hora, ya me instalé en mi nueva casa y salí a comprar una malteada te iba a llamar para preguntarte dónde nos íbamos a ver pero me encontré con Tyler y estuvimos hablando un rato...

Hannah:
-¡¿QUE?! ¿Y qué pasó?... Espera mejor no digas nada, las chicas y yo iremos para allá, pásame la dirección de tu casa.

Harper:
-Está bien, te la enviaré. Adiós Hannah.

Bien, creo que ya me tengo que ir, muchas gracias por la malteada Ty. Fué un gusto hablar contigo.

–Igualmente Har, me alegró mucho verte. ¿Te puedo dar mi nuevo número de teléfono? Así no perdemos el contacto.

–Claro, está bien.

Tyler me dictó su número y luego nos despedimos con un breve abrazo, salí de ahí caminando hacía mi casa con el corazón acelerado y los pensamientos revueltos...

¿Tenía que encontrarmelo justo hoy? Al destino le gustaba jugar conmigo y no sabía si ésto saldría bien o mal...



Nota de autora:

Me siento contenta por ésta nueva era de Harper y Tyler, espero les gusten los cambios que tendrán cada personaje★

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