Capítulo 1

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Notas:
Realmente lamento todo lo que leerán en esta historia.

¡Advertencia!
↬ Temas sencible, abuso de poder, violancion, torturas, manipulación, etc.
↬ Si eres alguien sencible, por favor, no leas esto.
↬ No me haré responsables de los traumas que dejé esta historia.

°eviten dejar comentarios ofensivos.

¡LEER BAJO PROPIO RIESGO!

❂✿❂

Sentia asco de si mismo. Realmente no recordaba haber sentido algo mas hacia el mismo. Quería morir, pero no podía, no se le seria permitido descansar en paz o ser siquiera feliz.

Era asquerosa la forma en la que vivía. No eligio vivír de esa manera, estaba seguro de que nunca tuvo la opción de elegir.

Estaba seguro de que su vida no era normal.

Ningún niño estaria en la mafia a su edad. No soportarían. Él no lo soportaba.

Actualmente tenía dieciocho años, no recordaba muchos detalles de su vida antes de port mafia. Aunque no le serviria de nada recordar.

Respiro profundamente mientras salía de su oficina y comenzaba a caminar por los pasillos de la port mafia, naturalmente todos apenas verlo comenzaron a reverenciarlo, demasiado temerosos como para ser capaces de mirarlo a los ojos.

Que idiotas, pensó mientras seguía su camino a la oficina de Morí Ogai, debía darle algunos informes que terminó con éxito, su jefe no tolerará ningún error por lo que antes de salir reviso el informe al menos unas diez veces. Todo debía estar perfecto, no quería la ira de su jefe sobre él.

Al entrar a la oficina de Mori puso la expresión mas neutra que pudo, desidido a ignorar a Elise sentaba sobre el regazo de su jefe mientras dibujaba.

—¡Oh! ¿Dazai-kun, ya terminaste el informe?

Asintio en repuesta causando risa al mayor, que chico mas cuidadoso e inteligente.

Sonrio mientras extendía la mano ordenando al castaño acercándose para entregarle los informes, a regañadientes el menor se acercó e incluso antes de entregar los informes sintió como Mori jalaba de su corbata haciéndolo soltar los informes por la sorpresa y falta de aire.

—Dazai-kun, tu corbata estaba demasiado floja.

Comentó felizmente mientras que veai a Dazai toser por el aire perdido, aflojo ligeramente su corbata para ayudar. El menor se alejo completamente pálido mientras se agachaba a recoger los informes.

—Que torpe eres Dazai-Kun~

No respondió, simplemente se concentro en recoger y ordenar los informes, aquella actitud no fue de agrado del mayor que terminó por golpear su puño contra su escritorio haciendo a Dazai saltar y a Elise desaparecer.

—Dazai-kun, no me gusta ser ignorado, ¿entendido?

—S-si.

Contestó mientras recogía todo rápidamente y lo dejaba sobre el escritorio.

—Eso es todo. ¿Puedo retirarme, Mori-san?

—No, necesito ayuda con algunas cosas.

Dazai agacho la cabeza y se sento en el sofá cercano al escritorio de su jefe, se quedó callado esperando alguna orden. Mori aburrido por el cuidado de su sucesor se acercó a él sentadose junto a él en el sofá, Dazai se puso claramente rígido.

—No estés nervioso Dazai-kun. No será nada nuevo.

Le susurro mientras tomaba el brazo del menor y lo obligaba a levantarse para que se parara frente a él.

—¿En que necesita ayuda?

Preguntó haciendo a Mori sonreir complacido por la obediencia del castaño.

—Sabes que hacer.

Aclaro habiendo a Dazai asentir lamentablemente mientras se ponía de rodillas frente a él, sabía que la oficina de Mori era insonorizada, agradecia aquello, realmente sentía vergüenza de lo que haría.

Con sus manos abrió torpemente el pantalón del mayor y bajo su ropa interior dejando a la vista el miembro algo endurecido del mayor, evitando hacer alguna mueca comenzó a besar la punta con falsa dulzura, debía de satisfacer a su jefe y recurrir a sus fetiches sería lo mejor.

Mori suspiro por la calides del menor y comenzó a acariciar sus cabellos castaños insitandolo a seguir, Dazai obedeció y comenzó a lamer el falo, recorrió todo el largo de la virilidad antes de abrir la boca comenzando a introducir la virilidad en su cavidad bucal, gimió ante el sabor salado mientras que Mori se limitaba a acariciar sus cabellos con dulzura. Sin duda se sentia bien.

Tras un rato Mori todo con rudeza la cabellera de Dazai y comenzó a embestir su boca con fuerza, Dazai sollozo por la rudeza de su jefe quien con una profunda embestida terminó por eyacular en su interior obligandolo a consumir lo depositado.

Tras comprobar que no quedaba nada en la boca del menor retiro su flácido miembro y levantó al mejor dejándolo sobre sus piernas, comenzó a besarlo con dulcura mientras frotaba las mejillas del menor.

Aquellas muestras de dulcura solo lograban confundir al menor, no entendia el por que le hacia eso, no sabía por que actuaba tan dulcemente con él. Quizás quería manipular su joven mente para que cediera ante él.

Las manos de Mori pasearon por el cuerpo del menor comenzando a apretar los muslos del joven exitandolo, planeaba seguir pero fue interrumpido por el llamado a la puerta, maldijo en voz baja y beso por última vez al castaño antes de vestirse correctamente y salir de la oficina, nadie mas vería a su sucesor en ese estado, solo él podía verlo así.

Dazai se levantó del sofá luego de oir la puerta cerrarse, con algo de dificultad acomodo sus ropas y cabello, le temblaban demasiado las piernas y le dolia la mandíbula.

Con cuidado se retiro de la oficina de su jefe dirigiéndose a su propia oficina, debía seguir trabajando.

Apesar de todo lo que había pasado no se permitía llorar, no lo valía. Ya no.

°☆|sᴜᴄᴇsᴏʀ|☆•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora