Decir que Chuuya estaba preocupado era poco, su insistencia por encontrar a su compañero rozaba la desesperación. Había preguntado a un par de clientes al azar que solo terminaron por confirmar sus sospechas, su objetivo se había llegado a su compañero.
—Mierda, no debí distraerme.
Continuo buscando por el lugar, estaba seguro que ellos ya no estaban en el club, por que de ser haci ya hubiera logrado encontrar a Dazai, cansado siguio buscando entre las mesas ocultas, corrio las cortinas hasta que finalmente encontró a alguien dentro, bueno, al parecer eran una pareja, o eso podía decir si tomaba en cuenta como es que ambos chicos se besaban tan desesperadamente. Se sonrojo apenado por interrumpir y se apresuró a cerrar la cortina.
—Haré como que eso nunca paso.
Se dijo a sí mismo mientras continuaba buscando a Dazai, estaba tan concentrado que no se percato del castaño que salió de un pasadizo oculto, el menor suspiro, sería un buen lugar en el que estar y perder el tiempo, lastima que ese día estaba en un misión.
Se apresuró a alejarse de la entrada al pasadizo antes de sorpresaltarse al notar a Fyodor salir detrás suyo, rodeando su cintura con sus brazos.
—¿Qué haces?, pensé que me dejarías en paz luego de ese golpe.
El ruso rodó los ojos, apoyo su barbilla en el hombro del menor que sonrio incómodo por su cercanía. Se inclino más hacia el rostro de Dazai, tonto que le fue posible detectar el ligero olor a sangre en él.
—No soy tan fácil de desalentar, además, ambos sabemos que no beso mal.
Dazai se sonrojo, avergonzado por su mentira pero sonrio burlon, no se dejaría descubrir tan fácil. Fyodor en cambio confundido alejo su rostro del menor para comprobar de donde provenía el olor.
—Lo siento, tengo acompañante.
Mintio nuevamente, Fyodor sabía que era mentira pero prefiero seguír las mentiras del castaño, dispuesto a saber que tan lejos llevaría Dazai sus mentiras, pero por más que disfrutará de molestar al castaño debía concentrarse y encontrar de donde provenía el olor a sangre.
Soltó la cintura del menor, inquieto giro a Dazai y apretó el rostro ajeno con sus palmas, Osamu se sonrojo ante la cercanía y trato de alejarse, siendo detenido por Fyodor que finalmente encontró lo que buscaba.
—Sangre...
—¿Qué?, o-oye, aléjate, estas demasiado cerca.
El azabache lo ignoro y con una de sus manos acaricio con cuidado las perfonariones que aún liberaban ligeras gotas de sangre.
—¿Tan importante era esta misión para ti?, debo admitir que te quedan bien, pero de saber que las heridas aún seguían abiertas hubiera sido más amable contigo.
Dazai rodó los ojos antes de apartar con brusquedad a Fyodor, no necesitaba la lástima de un tipo que no conocía, además, ¿como podía Fyodor oler tan poca sangre? No era demasiada, quizás una o dos gotas, pero no era tanto, incluso podía decir que la sangre ya se había secado.
—No me toques. Es molesto que un tipo al que solamente se su nombre venga aquí a tener lastima por mi.
—¿Lastima?, cariño, puedo asegurarte que esto no es lastima. ¿Alguna vez alguien se preocupo siquiera por ti?, en serio, puedo apenas conocerte pero debo admitir que me preocupas.
—Genial. Un terrorista se preocupa por mi, ¿que sigue?, ¿me declaras tu amor en Rusia luego de escapar de Yokohama?
Bromeo, el mayor sonrio ante el extraño humor del castaño. Era extraño. Ni el mismo entendía por que le importaba el adolescente frente a él. Podría decir que sentía lastima por él, pero sería mentira. Vio a más de uno morir frente a él. Mato a más personas de las que recuerda y nunca se arrepintió.
No podia simplemente sentir lástima por el chico, era algo más, de ello no tenía duda. Antes, cuando lo vio bailar, fue la extraña sensación de libertad que expresaba en cada movimiento sobre el escenario, como con cada movimiento lograba llenar su atención y retenerlo.
Luego fue cuando finalmente logró hablar con él. Su voz, aunque no tenía nada de especial le daba una extraña sensación de alegría oírlo. Incluso su risa nerviosa cuando se acercaba demasiado a él. O cuando estuvo a tirado junto a él en la cama. Estaba seguro. Mataría por tener esa vista cada mañana.
Además, sus labios eran suaves y extrañamente dulces, la linda forma que tomaban cuando sonreia o gritaba. Incluso sus golpes le eran llamativos, por que si, tenía una fuerza que ni el pensó que tuviera, después de todo el chico estaba demasiado flaco y se veía débil.
—Si quieres podemos hacer eso, pero claro, quizás sea mejor conocernos mejor.
Dazai lo miro extrañado pero termino por reír ante el comentario. ¿El tipo estaba loco?, claro que no haria eso, incluso si salía de la sede para fumar o beber, Mori se enteraría y sin duda no le iria nada bien.
—Si lo dices tan seriamente podría creérmelo, Dostoyevsky.
Reveló limpiando las lágrimas que tanta risa le provocaron, no debía mostrar lo que le molestaba, ni siquiera debía parecer humano.
—Quizás debas creertelo, pero dime, ¿cuál es tu compañero?, el pelirrojo que esta buscando abajo de las mesas o el bicolor que anda flotando por el lugar?
—¿Bicolor?, mi compañero es el pelirrojo, del otro no sé nada.
Fyodor señaló al un joven de cabello negro con puntas blancas, Dazai al verlo solo se limito a suspirar mientras negaba con la cabeza.
—Ese es Akutagawa, esta a mi cuidado.
—Oh, eso explicar su rareza.
—¡Dostoyevsky!
—¿Qué?, amo tu rareza, te hace sexi.
Dazai sintió su rostro arder, quería golpearlo, oh, claro que lo haría, levantó su puño, dispuesto a estrellarlo contra el rostro del ruso, pero antes de siquiera lograrlo fue detenido por alguien que jalo de él hacia atrás, haciendo que casi caiga al suelo de no ser por qué Dostoyevsky lo tomó de la cintura para evitarlo.
El agarre sobre él se endureció más, sus hombros le dolia por la presión.
—¿Qué haces?, ¡suéltalo, idiota!
Oh, quien más podría ser sino Chuuya, sonrio triunfante al ver la cara de Fyodor llena de disgusto. No le molestaba que Chuuya lo tocara, siempre y cuando eso logre molestar a Fyodor.
—¡Chibi! Finalmente apareces, este tipo intento secuestrarme.
—¿Qué?… ¡tú, idiota!, ¿¡como te atreves!?
Pero como siempre, Fyodor era una molestia, un completo dolor de cabeza que siempre haría lo que quisiera, sin importar la situación. Rodeo con más seguridad la cintura de Dazai, llevo su otra mano libro a la nuca de Dazai y a trajo hacia sí mismo, juntando sus labios con tranquilidad, sin importarle que Nakahara quisiera matarlo por tan grave falta de respeto y que Akutagawa, por la sorpresa, había dejado caer la mesa secreta en la que sus compañeros, Nikolai y Sigma, habían estado escondidos.
ESTÁS LEYENDO
°☆|sᴜᴄᴇsᴏʀ|☆•
Hayran KurguNo, Dazai no eligio ser el sucesor de port mafia, no quiera aquel papel, era apenas un niño cuando aquella responsabilidad cayó sobre sus hombros sin opción de ser rechazada. Su vida estaba arruinada desde que él lo encontró y quizás si reunía la su...