¡Devuélveme mi sudadera! | Minsung¹

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-¿Raro yo? Tú sí que estás raro, yo estoy como siempre. Siempre soy raro. O sea, no, no soy raro, pero tú me entiendes.

Jisung le miró con los ojos entrecerrados y articuló un "habla, ya" con sus rosaditos labios. Por un momento Minho olvidó que estaba hablando de un tema serio con el omega y se perdió mirando sus belfos, arrepentido de haber bebido y no recordar cómo sabían ni cómo se sentían.

-Minho, mis ojos están un poco más arriba.-se quejó avergonzado el peliazul-Suéltalo de una vez.

-Bueno...

El omega se cruzó de brazos, y Minho solo afianzó más su agarre en la cintura contraria, solo en caso de que cuando se lo soltara quisiera escapar.

-Cuando te llevé conmigo a una fiesta y entraste en celo yo iba súper ebrio.-empezó a decir, apartando algunos de los cabellos del menor de su rostro con cuidado.-Y creo que nos acostamos. Y no sabía cómo decirte que no quería que eso pasara, ¿Me explico?

Jisung le miró confuso. ¿Acostarse? ¿Ellos? El omega recordaba perfectamente cómo Minho lo salvó de un alfa baboso, luego lo llevó a casa y le dejó dormir abrazado a él con una de sus sudaderas puestas porque el aroma del alfa lograba tranquilizar su dolor.

-Minho, simplemente me dejaste dormir contigo al llegar a casa, además me salvaste de un idiota que intentó forzarme. No hicimos nada.

Minho realmente quería sentirse aliviado, y lo hacía por una parte. Pero por la otra, pensaba en que ojalá hubiera probado esos labios tan bonitos.

-Menos mal. Me preocupaba porque no recuerdo nada, y no quería que pensaras que-

-Que era cosa de una noche.-interrumpió el omega.-Sé que no me ves así, Minho.-sonrió el omega. Y por un momento el alfa pudo ver un destello triste en los ojos del contrario.-No era necesario regalarme tu sudadera de la suerte ni llenarme de cumplidos, alfa tonto.-añadió con una risa.

-Pero yo realmente quería hacerte cumplidos, Jisung.-se quejó el alfa.-Y respecto mi sudadera... Quédatela, enserio.-dijo acariciando la mejilla del chico-Así podré dejar de decirte que me devuelvas las sudaderas porque no me las sacarás del armario.-bromeó. Aunque no era tan broma. A veces se quedaba sin sudaderas y tenía que buscarlas en el armario del omega.

Jisung apretó con un algodoncillo en una de las heridas de Minho ante su broma, provocando más quejas por parte del alfa.

En realidad, Minho solo quería que Jisung tuviera algo suyo para no tener que estar marcándolo con aroma cada vez que se duchaba.

-He acabado. ¿Ahora puedo levantarme?

El alfa dudó un momento. Estaba muy cómodo así.

-Vale...-contestó, desapresando al omega y permitiéndole levantarse.

-Nos vemos a la salida, Honnie.-se despidió el peliazul, pero antes de que echara a andar, Minho agarró su muñeca y señaló su propia mejilla.

-Quiero mi besito de despedida, bonito.

Porque Minho finalmente se había dado cuenta de lo mucho que quería al omega a su lado. E iba a luchar por ello.